El 2 de febrero de 1938, a las ocho de la noche, se reunieron los representantes de las hermandades jerezanas, bajo la presidencia del reverendo padre Corona Humanes, en el salón del archivo de la iglesia parroquial del Apóstol Santiago para constituir la Junta Ejecutiva de la Unión de Hermandades. Uno de los principales acuerdos tomados fue el de nombrar presidentes honorarios al Cabildo Colegial y al Ayuntamiento de la ciudad. A este último se le pidió que participara en la organización de la Semana Santa.
El Consejo Ejecutivo acordó "establecer una Carrera Oficial para las distintas cofradías en su estación penitencial anual, solicitar del Excelentísimo Ayuntamiento la instalación de la mesa de comprobación de llegada y de una tribuna presidencial para las autoridades, aparte de las tribunas para el público y una subvención digna de la importancia de la Semana Santa jerezana". La Comisión Permanente del Ayuntamiento, en sesión de 29 de marzo de 1938 aprobó una subvención que debería, en lo sucesivo ser prorrateada entre todas las hermandades.
Aquel año, 1938, nació la Carrera Oficial de las cofradías jerezanas, una iniciativa a imitación de lo que ya se venía haciendo en Sevilla, para una mejor coordinación de los itinerarios y horarios de las procesiones, y, en especial, para que el público jerezano; tuviera la oportunidad de contemplar a las cofradías en un mismo lugar y más cómodamente. Un servicio a la ciudad que las hermandades no necesitaban para cumplir con su testimonio de fe y su estación penitencial en la entonces iglesia Colegial, pero que beneficiaba a todos, tanto a los cofrades como a la ciudad.
En estos cincuenta y nueve años la Carrera Oficial ha sido la misma con algunas puntuales modificaciones. Pero, sin embargo, han sido los últimos años cuando nuestra Carrera Oficial ha sufrido más cambios, motivados, principalmente, por la demanda popular en disponer de palcos y sillas para los días de Semana Santa.
Llama ahora la atención que se politice poniendo trabas a esa demanda popular, cuando no es sólo a las hermandades a quienes interesa la ampliación de palcos y sillas por cuanto reporta económicamente sino también a nivel popular por la enorme demanda existente. Interesa a las hermandades porque sin cofradías en la calle no habría Semana Santa y montar una Semana Santa como la montan los cofrades de Jerez con mano de obra gratuita, quitando tiempo de su ocio y de su familia, aportando hasta economía para hacer posible ese milagro de arte y de religiosidad, cuesta mucho dinero.
¿Qué pasaría si, como ocurre con otras fiestas, la Semana Santa, tuviera que montarla el Ayuntamiento? ¿Cuánto costaría montar tantos pasos de palio? ¿A cuánto habría que pagar la hora? ¿Cuánto habría que abonar hoy en día, no sólo a las cuadrillas, sino también a un buen número de personas que colaboran altruistamente? ¿Cuánto costaría el duro trabajo de una junta de gobierno? ¿Y el de un Consejo de la Unión de Hermandades, que organiza para las cofradías, y también para Jerez, toda la coordinación de horarios e itinerarios?¿Y asumir los costos de cientos de cirios, cera, flores, acólitos, bandas de música, etc?
Y todo ello sin mencionar el mantenimiento de templos de gran valor artístico, piezas de museo, y las loables y desconocidas bolsas de caridad en donde las cofradías ya realizan una importantísima labor social
Y todo eso sale ahora del trabajo desinteresado de los cofrades y en parte de la recaudación de palcos y sillas que ayuda no sólo a compensar los numerosos gastos sino también a engrandecer en todos los aspectos, nuestra Semana Mayor. Por ello llama aún más la atención que desde el Ayuntamiento se quieran desviar los fondos de quienes lo generan, porque, desgraciadamente, sin fondos no hay cofradías y sin cofradías no hay Semana Santa.
No nos carguemos esa gallina de los huevos de oro que deja tantos beneficios para la ciudad, porque ni la historia ni el pueblo nos lo perdonarán nunca.
(Artículo publicado en Información Jerez el 13 de enero de 2007. Definitivamente los palcos han comenzado a montarse, configurando, un año más, la Carrera Oficial de la Semana Santa jerezana)
Eduardo Pereiras captó, en el año 1941, esta instantánea del paso de la Hermandad de las Tres Caidas por una incipiente Carrera Oficial |