EN EL DÍA DEL CINCUENTA ANIVERSARIO DE LA CORONACIÓN CANÓNICA DE LA VIRGEN DE LA MERCED
Ante una efeméride memorabilísima, así titulaba el entonces periódico local "Ayer" la jornada del 24 de septiembre de 1949, cuando Jerez se disponía a celebrar con enorme solemnidad la declaración, por parte de Su Santidad Pío XII del patronato canónico de la Virgen sobre la ciudad de Jerez. Era entonces comendador de la Merced el recordado y querido Padre Manuel Fernández, su entusiasmo y amor por la morena Señora le llevó a conseguir grandes e importantes logros, destacándose dos hitos en la historia de la ciudad y de la orden mercedaria, la proclamación del patronato canónico, tras cerca de siete siglos de devoción popular, y la elección de su templo a la dignidad de Basílica, primero que alcanzó tal distinción en toda la Archidiócesis Hispalense.
Los anhelos de los jerezanos se vieron compensados en el mes de junio de 1949 cuando el Santo Padre firma en Roma el Decreto del Patronato. El domingo día 10 de julio se recibe, con gran júbilo, el telegrama del Vaticano nombrando Su Santidad el Papa Patrona Canónica de esta Ciudad a esta imagen que se venera en el Santuario desde 1268.
Con tal motivo se celebra en el templo de la Merced un solemne Tedeum y Salve de acción de gracias que presidió el Cardenal Segura, impulsor de tal concepción bendiciendo tan fasto acontecimiento. El pueblo de Jerez, con sus autoridades al frente, acudió masivamente a este acto.
La Novena fue predicada en aquel histórico año por el mencionado Cardenal Segura, y contó además, con diversos actos religiosos paralelos, como rosarios de la aurora que partiendo de distintos templos de la ciudad finalizaron en el Santuario Mercedario; misas de Comunión General, funciones de los distintos gremios de la ciudad y consagración de los niños jerezanos a su Patrona.
Como es tradicional, desde el año 1600 la Ciudad renovó su Voto perpetuo y en la tarde del día de su festividad, 24 de septiembre, la Virgen de la Merced fue trasladada solemnemente a la entonces Iglesia Colegial.
No hay que dejar de mencionar que los cultos fueron cantados por la Escolanía del Santuario y para la función del día 24 vino la capilla musical del Estudiantado Filosófico de los padres salesianos de Utrera, compuesto por setenta voces.
Antes de la procesión, y en la plaza de Santa Isabel, el prelado hispalense dio la bendición eucarística a todos los enfermos concentrados allí.
Hubo jubileo plenísimo en la Iglesia y el cortejo procesional lo componían más de 46 tramos entre señoras, colegios, asociaciones, representaciones y autoridades.
Las calles del recorrido lucieron colgaduras y adornos, levantándose arcos de triunfo en la calle larga, en la Lancería y ante la parroquia de Santiago.
Se estrenaron los artísticos respiraderos bordados obra del artista Guillermo Carrasquilla, así como la peana de plata. Asistiendo el Padre Maestro General de la Merced.
Al llegar a la Colegial, hoy Catedral, la Virgen fue situada en una tribuna, a modo de altar, preparada ante la puerta de la Encarnación, teniendo guarda de honor durante toda la noche.
A las seis de la mañana del domingo día 25 comenzaron los actos y a las nueve se trasladaron desde sus respectivos templos las veneradas imágenes de la Virgen del Carmen, la del Rosario, así como la del Patrón de la ciudad San Dionisio.
A las nueve y media comenzó el solemnísimo pontifical presidido por el Arzobispo de Metinnes, monseñor Lisson. la homilía fue pronunciada por el Cardenal Segura, dando lectura del Breve Pontificio de confirmación del Patronato y asegurando que uno de los motivos que han decidido a la Santa Sede a confirmar el mismo era la existencia del Voto de la Ciudad renovado y cumplido a través de los siglos.
La parte musical corrió a cargo de la prestigiosa capilla del Seminario Metropolitano Hispalense y al final las campanas de la ciudad repicaron anunciando tamaño acontecimiento, a las once y media de la mañana comenzó la magna procesión del Patronato, la misma estaba integrada por la escuadra montada de la Guardia Civil, abriendo marcha; la banda de cometas y tambores y dos de música, cuatro pasos -los de la Virgen del Carmen, del Rosario, San Dionisio y la Patrona Canónica; las escuelas de niños, hermandades gremiales, de gloria, sacramentales y de penitencia; congregantes, asociaciones, cruces parroquiales, distintas corales, reliquia de Juan Grande, seminaristas, Cabildo Colegial y el clero. La Virgen lucía el manto de los escudos, regalo de doña Carmen Núñez de Villavicencio.
De preste, el Arzobispo de Metinnes, monseñor Lisson, revestido de pontifical, acompañado de dignidades del Cabildo Catedral de Sevilla, el Padre General de la Orden Mercedaria y el abad de la Colegial, representación del Jefe del Estado, representaciones militares, el Pendón do la ciudad y el Exmo. Ayuntamiento bajo mazas, cerrando las fuerzas militares.
Al llegar la procesión al Santuario esperaba el Cardenal Segura, dirigiéndose a los congregados, terminándose con el desfile de las fuerzas militares ante la Patrona de Jerez, tributándosele los honores de Capitán General, que le habían sido concedidos con motivo del acontecimiento.
A estos solemnísimos actos se adhirieron los obispos de Córdoba, Jaén, Guadix, Sigüenza, Tarazona, Cádiz y Palencia; con tal motivo se confeccionaron azulejos para entronizar a la Patrona en los domicilios jerezanos y se acuñaron artísticas medallas conmemorativas, teniendo lugar distintas ofrendas de instituciones y organismos.
Tras la apoteósica jornada comenzó la octava de acción de gracias predicada, en aquella ocasión, por el lltno. Sr. Vicario General del Arzobispado don Tomás Castrillo.
Cincuenta años se cumplen de tan magno acontecimiento, pero no solo ocurrió esta efeméride mariana el año 1949, pues el 11 de noviembre el templo-santuario alcanza la distinción de Basílica de la Iglesia Universal, primer templo en toda la extensa Archidiócesis de Sevilla que alcanzó tan alta gracia.
La lectura del Breve Pontificio se llevó a cabo en la festividad de la Patrona del año 1951, en el transcurso de un solemne pontifical, presidido también por el Cardenal Segura y concelebrado por el Arzobispo de Tánger y por el obispo de Gibraltar.
El Cardenal expresó su complacencia con motivo del fasto acontecimiento de la gracia especialísima concedida por Su Santidad a este Santuario, condecorándolo con el título de Basílica Menor. Los motivos fueron la masa de fieles que desde el año que fue constituido el templo acudían a él y no sólo de la ciudad sino también de las comarcas vecinas, para elevar piadosas súplicas a la Madre de Dios.
Fueron padrinos de la nueva Basílica el Gobernador Civil y su esposa, interviniendo en los actos la Schola Cantorum del Coristado de Padres Franciscanos de Regla.
Con tal motivo Su Santidad Pío XII donó a la nueva Basílica un lignum crucis en artístico relicario.
También en esta ocasión se organizó una procesión magna con numerosas representaciones y autoridades. Las calles del barrio se volvieron a engalanar con gaIlardetes y espléndidas luminarias y al final de la procesión, ante la nueva basílica, hubo un impresionante acto de adhesión al Papa.
En estos cincuenta años otros acontecimientos han marcado la historia de la ciudad y de su devoción a la morena Patrona de la Merced, celebrándose con la categoría y esplendor que la ciudad de siempre ha impuesto a todos sus actos.
La incansable labor del Padre Manuel le hizo solicitar el 15 de octubre de 1951 la coronación canónica de la celestial Patrona, reciviéndose numerosas adhesiones, tal petición fue concedida y el 28 de mayo de 1961, en la Alameda Vieja, ante una multitud de fieles, la Virgen de la Merced fue canónicamente coronada por el Cardenal Bueno Monreal.
El Padre Manuel vino expresamente desde Brasil, donde estaba destinado. La Virgen estrenó manto y saya nueva bordadas ambas piezas sobre tisú, inspirados en bordados de la Catedral de Sevilla. Hubo pregón en el Teatro Villamarta a cargo de don Francisco Montero Galvache, concurso de balcones, triduo en la Colegial, homenaje de los niños, y se edificó una barriada conmemorativa con el nombre de Ia Coronación.
Era comendador el Padre Fray Daniel Vázquez y, como dato histórico, la Virgen fue portada por costaleros en el paso de la Virgen de la Misericordia, de la Hermandad del Transporte.
En el año 1972 se conmemora con extraordinaria solemnidad el séptimo centenario del patronazgo popular de la Virgen de la Merced. Era comendador entonces el que lo es en la actualidad, reverendo Padre Manuel Álvarez Padrón, que presidió la junta organizadora de estos actos, nombrándose comisario general al destacado cofrade don Fernando Barrera Cuñado.
Se organizaron numerosos actos, entre los que habría que resaltar el ciclo de conferencias, concierto de órgano, triduos preparatorios en las iglesias de San Juan de loa Caballeros, El Carmen, Santo Domingo, San Francisco y las Viñas.
Se hizo un llamamiento desde la Alcaldía, adheriéndose a estos actos las ciudades de Cádiz, El Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda, Barcelona y varias capitales más de toda España. La grandiosa procesión tuvo como eje central la solemne función religiosa celebrada en la plaza del Arenal.
Este mismo marco sirvió dos años después, en 1974, para conmemorar las Bodas de Plata del Patronato Canónico, veinticinco aniversario de aquella apoteósica jomada, finalizándose con un castillo de fuegos artificiales que culminaron una concurridísima procesión, que transcurrió entre calles engalanadas y fervor popular
En 1986 se conmemoró las Bodas de Plata de la Coronación Canónica y con ello llegamos al presente año de 1999, Bodas de oro del Patronato Canónico de la Virgen de la Merced sobre la ciudad de Jerez y de la elevación de su templo a la dignidad de Basílica Menor.
Cincuenta años de reconocimiento eclesial de una devoción inmemorial, cincuenta años de patronazgo oficial, cincuenta años desde aquel 1949 en el que Su Santidad Pío XI, confirmó a la Virgen de la Merced como Patronato de todos los jerezanos.
Y es por ello por ser patrona de todos los jerezanos, corresponde a todos los jerezanos celebrar la efeméride como el acontecimiento merece. No fue declarada la celestial Señora de la Merced Patrona de la Orden mercedaria, ni del padre comendador, ni del barrio de Santiago, ni de las hermandades, ni siquiera del pueblo fiel, sino de todo Jerez.
El Breve Pontificio decía: "0ído, pues, Nuestro Venerable Hermano Clemente de la Santa lglesia Romana. Cardenal Micara, Obispo de Velletri, Prefecto de la Sagrada Congregación de Ritos, con ciencia cierta y madura deliberación con Nuestra potestad y plenitud de Nuestra Autoridad Apostólica, en virtud de las presentes letras y a perpetuidad, confirmamos a la Beatísima Virgen María de la Merced celestial Patrona ante Dios del lugar llamado en español CIUDAD DE JEREZ DE IA FRONTERA, con todos y cada uno de los honores, derechos y privilegios litúrgicos que van unidos a esta declaración y que corresponden por Dios a los Patronos de los lugares".
Es la ciudad, por tanto, a quien corresponde tal honor y es ella la que no debe dejar pasar una efeméride, que tanta repercusión tuvo y que tanto significó para los jerezanos.
Los tiempos pueden ser que sean otros, pero más de siete siglos en la historia de una ciudad pesan Io suficiente para que un acontecimiento como el que se conmemora no pase desapercibido.
Los jerezanos tienen la última palabra y nadie más, para que aquellos versos del poeta gitano sigan siendo la muestra inequívoca de un pueblo en torno a su Patrona: "Dios te salve, María, bálsamo del Consuelo, que has sabido ser Reina. con humilde altivez. ¡Sigue siempre reinando en la Gloria del Cielo, como sigues reinando para siempre en Jerez!"
(Artículo publicado en el suplemento Cofrade de Información Jerez el 12 de septiembre de 1999 con motivo de las Bodas de Oro del Patronato Canónica de la Virgen de la Merced sobre Jerez)
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Momento de la lectura del breve Pontificio del Patronato Canónico en la entonces R. e I. Iglesia Colegial
Monseñor Emilo Lissón, arzobispo dimisionario de Lima y miembro de la congragación de Padres Paules, se hizo presente en Jerez para participar en el acto de la Colegial y, posteriormente, en tan singular recorrido procesional. Le acompaña dos canónigos. A la derecha, al fondo, se le conoce al entonces Vicario General, Tomás Castrillo Agudo. En ese mismo lateral, con capa pluvial, acomapaña al arzobispo un jovencísimo Carlos Manuel González García-Mier, párroco que fuera de San Marcos.
La presidencia civil de la procesión contó con el entonces presidente de la Diputación Provincial de Cádiz y el alcalde de Jerez Antonio Mateos Mancilla, acompañado de Angel Rodríguez Pascual y Manuel Requejo
La calle Larga lució aquel 25 de septiembre un arco triunfal junto al Casino Jerezano. En primera fila, con hábito mercedario, aparece Fray Nolasco Ayarza. Junto a los pilares del arco pueden identificarse al lasaliano hermano Tomás Bengoa y a un jovencísimo Francisco García de Villegas y Alcázar,el actual párroco de Los Descalzos.
Panorámica de la procesión por la calle Lancería. Vemos el estandarte de la Esclavitud de la Merced, managas de las cruces parroquiales, el Estudiantado Filosófico de los Salesianos de Utrera, la reliquia del entonces Beato Juan Grande y la escolanía solo una muestra de la solemnidad de esta procesión
Por último en el mismo lugar el paso de la Virgen del Carmen acompañada por una sección de la Infantería de Mariana que formó parte de la procesión junto a la Virgen del Rosario de Santo Domingo y el Patrón de Jerez San Dionisio. Encabeza este reportaje la foto del pequeño díptico recordatorio del Patronazgo Canónico
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