jueves, 27 de septiembre de 2012

ENTRA EL OTOÑO


 
Entra el otoño y lo hace, como todos los años, con calor y bochorno, intentando alargar un verano que se nos va de las manos entre hojas de árboles que se marchitan y olores a castaña dispuestos a llegar a la Alameda Cristina. Llega el otoño y con esta nueva estación del año debe cambiar todo, cambiará la hora, cambiará la ropa, cambiará nuestros hábitos y cambiará la ciudad, con menos luminosidad pero con más vida por cuanto todo vuelve a la normalidad. 

Lo que no cambia es la situación de crisis de padecemos por mucho que entre el otoño. Siguen las demandas por el ERE municipal, siguen sin cobrar las mujeres de Acasa, los bomberos, los empleados de Onda Jerez y tantos otros a los que la situación económica les está pasando factura. Sin embargo, en este panorama que se nos presenta a la entrada del otoño, llegan noticias agradables para nuestra ciudad. Parece ser que, por fin, el Museo Arqueológico municipal abrirá sus puertas en noviembre, con la buena nueva de que las instalaciones se podrán visitar de forma gratuita, hasta principios de año, tras las obras y reformas acometidas en estas instalaciones. Una buena noticia sin duda ya que como afirmó la propia directora del museo “la historia de nuestra ciudad está aquí". Ahora solo falta que se rehabilite, de una vez por todas, todo el barrio que le rodea para que se convierta, este histórico enclave jerezano, en ese revulsivo cultural importantísimo para la ciudad, que reclamaba nuestra Alcaldesa.

            La otra buena noticia nos vino esta semana,  el antiguo convento de San Agustín se convertirá en Centro de Negocios, tras la firma el jueves de un convenio entre Zona Franca, el Ayuntamiento y Hacienda. El proyecto contempla también la reordenación de plaza Esteve. La alcaldesa reconoció, durante el acto, los problemas de impago que sufre Ayuntamiento y los conflictos que ello acarrea, pero destacó que se está "poniendo orden en las cuentas" y "sentando las bases" para que la ciudad salga de esta situación. Auguró que aún quedan por delante "dos o tres meses" de problemas, es decir, que nos espera un nuevo otoño caliente. Por el contrario anunció que, en breve, llegará a un acuerdo con el Ministerio de Defensa para la puesta en valor del Depósito de Sementales. A todo esto hay que añadir la buena noticia de que el  tradicional anuncio del Tío Pepe volverá a la Puerta del Sol madrileña y que el proyecto de la planta de microalgas de El Portal es ya una realidad. Y para poner la guinda, el acuerdo mediante el cual queda garantizada celebración del mundial de motociclismo en Jerez.

            Un otoño que ha entrado con sus luces y sus sombras, como las jacarandas de la Porvera. Esperemos que los frutos sigan apareciendo y que esas bases que se están sentando no caigan como las hojas otoñales. Ya lo dice la sabiduría: “No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido.”

            Que todas estas buenas noticias sirvan, de verdad, para que la ciudad salga de los bastidores y ocupe su lugar en las candilejas. Esas luces que deben empezar ya a iluminar el escenario de este Jerez otoñal, ansioso de disfrutar de una nueva primavera.
             (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 23 de septiembre de 2012)
Año 1924. Portada de una revista nacional en la que se pone como muestra de la riqueza arquitectónica de España el barrio de San Mateo jerezano. La Alcaldesa acaba de anunciar que para este otoño está prevista la reapertura del Museo Arqueológico municipal, ubicado en esta plaza del Mercado, con lo que ello supondrá de revulsivo para este barrio actualmente tan degradado. 
 
 
 

lunes, 24 de septiembre de 2012

LA VIRGEN DEL OTOÑO JEREZANO

 
 
 
EN LA FIESTA DE LA PATRONA DE JEREZ

        Ayer entramos en el otoño, se acabó el verano en el calendario pero no en lo que a la temperatura se refiere, aquí en el sur difícilmente nos encontramos en aquello que solemos llamar el entretiempo porque cuando menos nos demos cuentas ya estaremos rebuscando en el armario la ropa de abrigo aún sin habernos despejado del todo de las chanclas y las mangas cortas. Pero el otoño ha llegado y con él la vendimia jerezana y el día de la patrona, la Virgen de la Merced. En su fiesta estamos, en un día que volverá a llenar Jerez de olores a nardos y de sonidos procesionales ante la Virgen morena que pierde su historia en los anales más remotos de la ciudad.

        Es la Virgen del otoño jerezano porque a su paso van cayendo esas hojas de la historia del propio Jerez. Saldrá la Virgen y con las vibraciones de la música procesional comenzará a llenarse de hojas el suelo de Ancha y Porvera y en esos pétalos irá parte de la historia de Jerez. Desde que en 1268 fuese descubierta su imagen en un horno de coser tejas y ladrillos, cuando se estaban realizando las excavaciones necesarias para la construcción del convento, han sido siglos de vinculación que hoy sería imposible redactar una historia de Jerez sin que al mismo tiempo no se hable de ella. Fue en el año 1400 cuando se adoptan los primero acuerdos municipales referentes a la Virgen de la Merced, llegando a más de 230 al inicio de la nueva etapa democrática, lo que nos da idea de la estrecha relación del Ayuntamiento de la ciudad con su patrona en todas la épocas. Volviendo hoy a renovar aquel voto de 1600, cuando la inmensa lluvia que cayó mientras la Virgen se encontraba en la catedral en rogativas por el líquido elemento vino a salvar una cosecha que se daba por perdida irremisiblemente y que, según el acuerdo municipal, fue tanto el beneficio que no se recordaba otra igual en años anteriores.
La Virgen llega en un otoño jerezano no exento de problemas pero, como siempre, vendrá a poner en tantos corazones devotos un rayo de esperanza ante los males y desasosiegos como nos azotan, vendrá como el calor del verano que aún perdura y nos reconforta en esas noches que empiezan a refrescar, vendrá como esa luz que se nos pierde en días cada vez más breves, como las chispas del ascua de los puestos de castañas cuando la negrura de la noche lo domina todo. Ella sale en un otoño recién estrenado cuando aún el invierno está lejano, sale al mismo tiempo que el nuevo mosto recorre la piquera con un mensaje de vida nueva, un mosto que, como diría Montero Galvache, “hace de la ciudad una gran bodega de la alegría que toma de su suelo su aroma y yéndose al cielo se lo regala a María”. Es la Madre de los jerezanos y de los campos en flor, como esas madres que se afanan en estos días para que nada les falte a sus hijos en su vuelta a la cotidianidad, a sus colegios, a sus trabajos, a su ritmo habitual.
Madre jerezana, paradigma de un otoño de siglos que muere por diciembre y resucita por septiembre, que abre y cierra etapas, que nos dice, como el poeta, que todo pasa y todo llega pero lo nuestro es pasar. Pasará la Virgen esta tarde entre flores y estandartes y pasará también ante nosotros olvidando nuestra humilde pequeñez. Pasará la Virgen de otoño para volver a ser, como este año, la Señora de la primavera, en donde todo rebrota, de donde se libera todo lo cautivo, donde renace lo que parece imposible, la luz en el rostro moreno de la vida.

Esta noche cuando se cierren las puertas de la basílica, con ella se cerrará parte del Jerez intramuros de nuestra rica historia a la espera de que de nuevo, cuando ya la fecha del calendario sea otra, se vuelvan a abrir para seguir escribiendo una nueva página del Jerez de siempre y mientras tanto, en este entretiempo, recordando el himno de su Coronación, acepta Señora, con mirada amiga, rendidos de amor a tus pies, el racimo, la flor y la espiga que te ofrece cada otoño, Jerez.         
 
 (Artículo publicado en Información Jerez el sábado 24 de septiembre de 2011. Festividad de la Merced)
 
 La Virgen de la Merced, en el otoño jerezano y como cada 24 de septiembre, antes de enfilar la calle Ancha camino del centro de la ciudad. La foto es de mediados del pasado siglo XX.
 

jueves, 20 de septiembre de 2012

ENTRE PITOS Y FLAUTAS


        
          El Diccionario de la Real Academia Española nos explica que la locución adverbial "entre pitos y flautas" se utiliza para "expresar que algo se debe a diferentes causas o motivos". Nada puede aportarse a ciencia cierta sobre el origen de esta singular expresión aunque su uso es generalizado en nuestra lengua, al menos en España. La expresión suele utilizarse para excusar un comportamiento que requiere de alguna justificación, como llegar tarde o haber gastado más dinero del previsto.

Entre pitos y flautas viene a significar “entre unas cosas y otras”. Suele también utilizarse en la forma “por pitos y flautas”, o sea, por un motivo o por otro. Igualmente, con el término “pito” se construyen otros modismos, tales como: “Tomar por el pito del sereno”, en el sentido de tratar a una persona con poca o ninguna consideración. “Importar un pito (o tres)” coloquialmente utilizado en el sentido de “nada”.

Bueno, pues todo esto puede aplicarse a quienes, padeciendo despidos e impagos, expresaron sus protestas en forma de pitadas en el acto de la pasada pisa de la uva. Pocas veces, desde el año 1948, que se crea la Fiesta de la Vendimia en Jerez y dentro de ella el acto principal del nacimiento del nuevo mosto, se habían visto los accesos de la Catedral tan blindados como en esta última edición, una presencia de agentes que no impidieron que los pitos y los gritos de afectados por el ERE y de las trabajadoras de Acasa se hicieran oír protestando por su situación, una situación que ellos consideran que se ha tomado por “el pito del sereno”.

Desgraciadamente, los pitos están siendo demasiado frecuentes en nuestro país, al Rey por los antimonárquicos, a la bandera española por los independentistas, a los presidentes del gobierno y sobre todo a cualquier dirigente si no es de nuestro agrado. Hasta tal punto que incluso el Pleno del Congreso planteó, en su momento, debatir una proposición de ley para impedir ultrajes a los símbolos nacionales en los estadios de fútbol, incluyendo pitadas al himno o a la Familia Real, y sancionar a los promotores de esas acciones, Parece que las pitadas, con razón o sin ella, están de moda, y lo malo no es que se proteste, que todo el mundo tiene derecho a ello, aún más cuando es el único método para que se le escuche, sino que se protesta en el marco de un acto que nada tiene que ver con lo que se revindica y todo ello por el mero hecho de la participación en el mismo del destinatario de la pitada, perjudicando al resto del público y a la imagen del país o de la ciudad.

La pisa de la uva es uno de los actos más singulares y bellos del calendario festivo jerezano y merece que se busquen las fórmulas para que no tenga que celebrase de forma precipitada y entre gritos y ruidos de protestas. Son dos años consecutivos en los que jerezanos y visitantes no han podido disfrutar del acto simbólico de la salida del primer mosto por la piquera por cuestiones que nada tienen que ver con la vendimia. El vino de Jerez, que tanta fama universal le ha dado a esta tierra, requiere de otro tratamiento aunque solo sea por respeto a la ciudad y a su historia. Lo cierto y verdad es que entre pitos y flautas, por una cosa y por otra nuestras Fiestas de la Vendimia siempre se ven enturbiadas por conflictos. A ver si como en la canción de Mecano:” Entre gritos y pitos los españolitos hacemos por una vez algo a la vez….y a ver si espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos” en vez de pitar.
 
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 16 de septiembre de 2012 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Estampa del ayer del instante en el que el primer mosto sale por la piquera dentro del tradicional acto de la "Pisa de la uva".
 

lunes, 17 de septiembre de 2012

AL FRESCOR DEL POLÍGONO


 
Los calores de estos últimos días han obligado a muchos jerezanos a marcharse a la costa buscando el ansiado fresquito que aliviara tan altas temperaturas. Pero no todos han tenido el privilegio de acercarse a la orilla del mar donde la brisa es una bendición de Dios. Al volver de la playa y entrar, ya de noche, en nuestra ciudad, por la nueva rotonda que une Ia carretera de circunvalación con la avenida Tomás García Figueras nos espera una estampa única, evocadora y nostálgica, grupos de vecinas sentadas en hamacas de playa en los bajos de sus bloques en cordial y agradables tertulias.

Esos grupos de vecinas del polígono son la historia viva del Jerez que se resiste al individualismo, de ese Jerez que huye de  tanto unifamiliar para hacerse verdadera comunidad, de ese Jerez que ya no tiene patios con macetas y geranios, bombillas de cuarenta asomando por el hueco del portón, ni cubos de cinc para baldear el ajedrezado suelo, ni sillas de enea o las del comedor, si hiciese falta, dando asiento a esas noches de verano entre el frescor del verde de las hojas  y las paredes encaladas aún calientes de sol. Todos los requisitos necesarios para el disfrute nocturno de aquellas casas de vecinos.

Las tertulias veraniegas del polígono merecen ser declaradas bien de interés cultural porque son el legado de un pasado que nunca debe desaparecer, algo innato al propio sentimiento andaluz. Las sillas de eneas se han sustituido por el aluminio y el plástico de las butacas de playa, las bombillas de la casapuerta por las farolas de la avenida y el patio con sus macetas por el acerado de la calle y los poyetes de los portales. Pero la motivación de la reunión sigue siendo la misma, tomar el fresco y convivir, que es lo que tanto hace falta en esta sociedad cada vez más separatista, cada vez más independentista, cada vez más de puertas para adentro. Y todo ello, con una lucha constante entre esas tendencias sociales de vivir en círculos cerrados y nuestra propia esencia andaluza de la cultura de la calle, del vivir la calle; porque nuestra tierra nos obliga a ello, nos obliga su clima y nos obliga el propio ser andaluz que necesita hablar y comunicarse para intercambiar y comentar sus penas y sus alegrías, porque para ello somos un pueblo abierto, curtido por distintas civilizaciones y por la propia naturaleza, tan abierto que a veces hasta intoxicarnos con humos que nada tienen que ver ni con lo que somos ni con lo que sentimos.

Merece la pena agudizar nuestro ingenio para que no se pierda nunca esa riqueza convivencial, esas charlas a la puerta, que parecen tan simples pero que llevan consigo toda una lección sociológica. Cuántas mujeres solitarias esperarán la caída de la tarde para coger su butaquita y bajar un rato en busca de compañía y cuántos malentendidos se habrán aclarado en esas noches de tertulia, cuántos descubrimientos de personas que, viviendo cerca, apenas se conocían. Las noches del polígono, como de tantos otros lugares de Jerez donde sigue conservándose la buena costumbre de salir a la puerta de la casa para disfrutar del fresco y la convivencia, dan vida a un Jerez costumbrista entre bloques de ladrillo y ruidos de coches, son la estampa del ayer en el Jerez de hoy,  lo que fuimos y no queremos dejar de ser.

Esas animadas tertulias entre batas de colores, con siete mujeres charlando y un hombre callado, donde ni hay una butaca igual y con unos horarios que, sin haberlos fijado nadie, todos saben cuales son, expresan mucho más de lo que parece, porque dan a entender mucho de nuestra idiosincrasia.

Jerez es así porque nuestras gentes son así, abiertas y sencillas como esas vecinas del polígono y su charla cordial, sin necesidad de dinero ni composturas, tan naturales como ellas son. Si ellas fueran el Ayuntamiento, de seguro, que, en esas noches, al frescor del polígono, porque saben de Jerez, solucionarían mucho de los problemas de la ciudad que parecen insalvables.
(Artículo publicado en Información Jerez el 9 de septiembre de 2006. Las vecinas de San Benito siguen cada tarde de verano sacando sus butacas de playa a la calle y al frescor del polígono) 
 
Tía Anica -La Piriñaca-, recordada cantaora flamenca, tomando el fresco a la puerta de su casa de Jerez.
 

 

 

 

sábado, 15 de septiembre de 2012

CON CORAJE


 
La Asociación Madre Coraje es una Organización No Gubernamental fundada para el Desarrollo (ONGD), prioritariamente del Perú. Cumple todos los principios de transparencia y buenas prácticas de las ONG de la guía de la Fundación Lealtad. Ha sido distinguida por el Gobierno peruano como Entidad e Institución Extranjera de Cooperación Internacional (ENIEX). Autorizada como Gestor de Residuos Urbanos.

La Delegación de Jerez de Madre Coraje, a través de la labor de sus 311 voluntarios, realiza, desde hace años, acciones de ayuda humanitaria, proyectos de desarrollo, educación para el desarrollo y labores de reciclaje de aceite comestible usado, ropa, juguetes, material electrónico, libros y material escolar, medicamentos.

Una de esas acciones loables nos ha llegado esta semana: el Huerto Solidario a beneficio del Comedor El Salvador que Madre Coraje ha construido en los aledaños de sus nuevas instalaciones centrales en Guadalcacín. Este huerto se encuentra ubicado en terrenos cedidos en precario por la Fundación Ebro Foods para tal fin. La inauguración oficial de esta iniciativa tuvo lugar en la nueva sede que la Asociación ocupará en próximos meses, ubicada en  el Pago Santa Mª del Pino (Antigua Azucarera).

 En la información aparecida se nos dice que en los tres meses que lleva funcionando, el Huerto Solidario ha generado más de 500 kilos de hortalizas y frutas que han sido entregadas al Comedor de El Salvador para el consumo diario en la cocina de este centro que ofrece atención a personas con bajos recursos económicos. Este comedor tiene unas necesidades anuales de 27.000 kilos de frutas y verduras. Una vez que el huerto esté al máximo de su producción, se estima que producirá 35.000 kilos de frutas y verduras anuales, lo que cubrirá el 100% de las necesidades del Comedor del Salvador, y el excedente se destinará a otros comedores sociales de la Bahía de Cádiz.

 En estos tiempos que corren que solo escuchamos quejas y lamentaciones, cuando se cierran tantas puertas sin dar otras oportunidades, cuando toda excusa viene por el hecho de que no hay dinero sin ofrecer otros cauces que vengan a paliar las necesidades básicas de los ciudadanos, iniciativas como esta de Madre Coraje de Jerez vienen a demostrar que cuando se quiere se puede, que con coraje y tesón se consiguen muchas cosas, solo es necesario poner un poco de voluntad y tiempo en ayudar al que más lo necesita.

Hoy más que nunca hace falta coraje para afrontar los grandes problemas que nos azotan. Los voluntarios de Madre Coraje lo saben y por eso siguen luchando  por hacer del amor y la justicia la mejor fuerza para transformar las injustas desigualdades sociales de nuestro mundo. Madre Coraje ya es un referente, a nivel nacional, por su eficiencia, transparencia y la sostenibilidad de sus proyectos de desarrollo. Este Huerto Solidario que ahora se ha inaugurado oficialmente en Jerez a beneficio del Comedor del Salvador es una muestra más de cuanto merece la pena todo el trabajo de cooperación que vienen realizando Madre Coraje a beneficio de los más necesitados.

Jerez puede sentirse orgulloso de tener tantos voluntarios al servicio de los pobres. El Comedor del Salvador, de la Iglesia, y Madre Coraje (ONGD), en mutua colaboración, son muestras evidentes que aún hay fórmulas eficaces para hacer frente a las desigualdades del mundo. Coraje, por supuesto, no le faltan.
 
 (Artículo publicado el pasado domingo 9 de septiembre de 2012 en Información Jerez y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Primera producción de jabones de Madre Coraje en Jerez.
 

 

jueves, 13 de septiembre de 2012

CUMPLIMOS DOS AÑOS

              
 
              Hoy 13 de septiembre, vísperas de la Festividad de la Exaltación de la Cruz, JEREZ INTRAMUROS cumple dos años. Dos años en permanente contacto con todos aquellos que sienten interés por este Jerez que, en tiempos, no pasaba más allá de sus históricas murallas y que hoy derriba muros alcanzando unas fronteras antes impensables.

           JEREZ INTRAMUROS es una de esas ventanas al mundo por donde nos llegan olores a incienso y a vino añejo, a legajos antiguos y a sabores olvidados y casi perdidos con el tiempo. Todo desde la perspectiva de una actualidad que, a veces, quizás demasiadas veces, nos hace volver a los intramuros de la historia.
 
            Dos años recopilando artículos propios que no son más que páginas de nuestra historia jerezana, esa historia que hacemos día a día los jerezanos casi sin darnos cuenta y  que va quedando reflejada aquí antes de que se nos pierda en los archivos de nuestra memoria .Las nuevas tecnologías han abierto puertas y ventanas permitiendo romper barreras del tiempo y del espacio. 381 artículos publicados y más de cincuenta mil visitas avalan ya la historia de este blog que nació con la sola voluntad de compartir el amor por Jerez y por sus cosas. Aún quedan artículos nuevos y antiguos por publicar porque, como este Jerez universal, también este blog y su intramuros tiene vocación de eternidad. Mi agradecimiento a los que, día a día, dais sentido a este blog visitándolo, espero poder seguir rompiendo muros de la historia con esta recopilación de escritos que no son más que una prueba del jerezanísmo que me ampara.
 
             Felicidades a todos y que sean muchos más.
 
                 Eduardo Velo García 
 
 
Grabado antiguo. Jerez desde las murallas.
      

martes, 11 de septiembre de 2012

PRIMER DÍA EN PRIMARIA


 
Aún recuerdo aquella mañana de mi ingreso en primaria en el colegio La Salle de la Alameda Cristina. Tras un cursillo durante el verano en la clase de primero con D. Manuel Diosdado, ya que gracias a las enseñanzas de la señorita Isabel, aquella profesora que venía a casa todas las mañanas, me permitieron incorporarme directamente al segundo curso, que dirigía entonces el jovencísimo profesor D. Pedro Aníbal, el que con los años sería el primer director seglar de la Escuela de San José.

Al traspasar aquella reja que delimitaba el patio exterior, el vestíbulo con la librería al fondo donde el hermano Julián despachaba textos de Bruño, reglas de madera y cuadernos, y el elegante patio que un día fuera del Hospital de la Candelaria con sus columnas de mármol, sus arcos de medio punto y su enlosado blanco y negro, todo tuvo su misterio hasta que tocó la campana y nos pusieron en fila mirando a la clase. Era aquella misma fila de cada mañana con rectitud casi militar, con la distancia entre compañeros que marca la largura del brazo, con himnos patrióticos como aquel de "Isabel y Fernando el espíritu impera, vamos siempre gloriando la sagrada bandera. Esta España gloriosa nuevamente ha de ser la nación poderosa que jamás dejó de vencer.....", cuando aún la palabra España no molestaba ni en los nombres de las barriadas, y para entrar en clase la marcha de voluntarios, que un día un bromista hizo cambiar por el 'Vivo cantando" de Salomé para regocijo del personal, quizás porque nadie le sacó connotaciones políticas. Luego cada alumno a su pupitre de madera, con asientos de listones y tapa abatible hacia arriba donde se guardaban los libros, su pequeño hueco circular para el recipiente de la tinta china, aunque en aquella época, finales los sesentas, los bolígrafos BIC ya estaban haciendo furor.

Más de ochenta niños formaban mi clase y a todos hubo que encajarlos en un aula que entonces me parecía inmensa y que hoy sería muy difícil de imaginar para tal cantidad de alumnos. La luz mañanera de los grandes ventanales que daban a la calle San Juan de Dios alumbraban aquellas caras de flequillos a lo Marcelino y corbatitas con elásticos, que entre el desconcierto y cierto temor hacia lo desconocido dejaban sobre el costado de sus pupitres las estrenadas maletas de material duro y grandes hebillas.

Con los primeros cursos de Primaria llegarían los nuevos amigos, el tiempo de recreo, las chucherías en el puesto de Ana, junto a los servicios del patio; las caras de aquellos profesores de los chicos D. Gervasio, D. Camilo de Caso, el hermano Ricardo; el hermano Enrique, el Prefecto, y el hermano Juan Delgado, el entrañable director de las bolitas de anís. A todos ellos era más fácil conocerlos porque los del Bachillerato, aunque sólo estaban en el piso de arriba, parecían casi inalcanzables.

          El lunes mi hija ingresará en Primaria y volverá a revivir muchas sensaciones y sentimientos con los que yo me encontré hace justamente cuarenta años, nuevos compañeros, nueva clase, nuevo profesor, ya será otro colegio y otra época, ya no habrá cantos patriotas ni maletas de hebillas, ya el número de alumnos es más limitado y los planes de educación distintos, ya los hábitos religiosos escasean y las bolitas de anís brillan por su ausencia, ya los tiempos son otros, no sé si mejores o peores depende del punto de vista de cada cual, lo que sí es verdad es que la vida sigue y en el fondo, como la materia, nada desaparece todo se transforma, ni siquiera las sensaciones de un primer día de colegio, porque por mucho que cambie la sociedad y por mucho que evolucione la educación los sentimientos de un niño son siempre los mismos.
          (Artículo publicado en Información Jerez el 13 de septiembre de 2008. Ayer se inició un nuevo curso y mi hija enfila ya su recta final en primaria.)
Patio del desaparecido colegio La Salle de la Alameda de Cristina donde pasé mis primeros años escolares.


Claustro de profesores del colegio La Salle de la Alameda Cristina a mediados de los años sesentas del pasado siglo, con el Hermano Juan como director.
 

 

sábado, 8 de septiembre de 2012

LA RUTA DE LOS PATIOS



 
El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha tenido la feliz iniciativa de crear la llamada ruta de los patios que vendrá a potenciar el conocimiento y la protección de los artísticos y bellos patios de la ciudad portuense.

Al leer esta noticia se me vienen a Ia memoria esos concursos de patios que se realizaban en Jerez con motivo de las afamadas Fiestas de la Vendimia, de cada mes de septiembre. Aún recuerdo ir de pequeño, acompañado de mi abuela, a unos patios, creo que de la calle Ponce, para participar de un ambiente de gran sabor jerezano, con cantes flamencos entre, farolillos de papel, sillas del asilo y buenas tapas. Aquello era un reclamo no sólo para los jerezanos sino también para los extranjeros que tenían la oportunidad de adentrarse en tan típico ambiente y, además, servían para conocer auténticas maravillas de patios, cuidados y embellecidos, durante todo el año, por unos vecinos, que tenían en esa zona común depositado todo su cariño y esmero, vecinos que se preocupaban por mantener su patio con la pulcritud, alegría y decoro que heredaron de sus mayores.

Jerez puede presumir de espléndidos patios, la mayoría ocultos al visitante ,desde aquellos de índole palaciega, con sus arcos de medio punto, columnas de mármol, balconadas, fuente central y suntuosa escalera, hasta aquellos otros de carácter popular con sus paredes encaladas, sus arriates de jazmines y damas de noche, su profusión de macetas, sus tejas, grifos comunes y canarios enjaulados.

Jerez merece tener, también, su ruta de los patios, en la cual, los jerezanos podamos disfrutar de esos tesoros que se nos oculta tras los portones, Jerez merece que esos patios, aunque sólo sea en ciertos momentos del año, compartan la belleza que contienen, que formen parte del catálogo de obras de arte visitables con las debidas medidas de seguridad, que sean protegidos para que no se acometan atropellos, que puedan ser premiados o subvencionados para incentivar su mantenimiento, que cuenten con rótulos identificativos de su valor, que, en definitiva, se recuperen para una ciudad como muestra de su riqueza popular, artística y monumental.

Las Fiestas de Otoño, que entre otras cosas, tendrían que recuperar su jerezano y peculiar nombre de Fiestas de la Vendimia ya que en Andalucía la única estación del año que se celebra, de verdad, es la gran fiesta de la primavera.

Jerez debe tener su fiesta del vino y la vendimia, y dentro de su programa de actos recuperar esos concursos de patios, que tanta aceptación tuvieron en nuestra ciudad y siguen teniendo en otras localidades andaluzas. Magníficos patios secretos, de bodegas, de palacios, de viviendas particulares, de casas de vecinos y hasta de entidades llenan Jerez. Son unas modalidades en las que podrían diferenciarse para hacer más rico el muestrario.

Jerez posee patios de distintos estilos y épocas, desde alguno claramente mudéjar hasta bellos ejemplares de la arquitectura moderna, pasando por otros con reminiscencias góticas, varios renacentistas, una buena muestra de patios barrocos, neoclásicos, eclécticos y algún que otro de estilo neonazarí y sobre todo bellísimos patios populares de claro sabor andaluz.

Son todos ellos parte de ese Jerez intramuros que no podemos valorar porque no vemos. Son patios que han significado mucho en la vida de nuestras gentes. Esos patios deben ser mostrados porque forman parte de nuestras señas de identidad, porque como jerezanos nos sentimos orgullosos de tenerlos y de conservarlos, y porque, ante tanto individualismo como domina la sociedad, el patio andaluz es el símbolo más evidente de un pueblo que abre sus puertas a la luz, a la vida y la convivencia.
(Artículo publicado en Información Jerez el 11 de junio de 2005)
 
Julio de 1900. Cante flamenco en el patio, dibujo de Enrique Simonet.
 

 

martes, 4 de septiembre de 2012

SEPTIEMBRE


 
Septiembre es el noveno mes del año en el calendario gregoriano. Su nombre, que viene de la misma raíz latina de "séptimo", se debe a que era el séptimo mes en el calendario romano. Como dato curioso hemos de indicar que cada año, septiembre comienza el mismo día de la semana que diciembre y que la Segunda Guerra Mundial empezó y terminó en septiembre (1939-1945).

Un 6 de septiembre de 1465, el rey Enrique IV concede a Jerez de la Frontera el privilegio de titularse Muy Noble y Muy Leal Ciudad. Diez años después, un 30 de septiembre de 1475, D. Álvaro Obertos de Valeto compra una heredad de viña y arboleda de la ermita de Nuestra Señora de la Defensión para levantar el monasterio de la cartuja de Jerez. Un 17 de septiembre de 1479 el jerezano Pedro de Estopiñán, al frente de cinco mil soldados de Jerez y la provincia, conquista para España la ciudad de Melilla. También un mes de septiembre de 1846 se funda el recordado hospital de Santa Isabel en las antiguas dependencias del convento mercedario de Jerez. En septiembre de 1902 se inaugura solemnemente el parque González Hontoria y en el mismo mes de 1929 el monumento ecuestre al general Primo de Rivera en la plaza del Arenal. No cabe duda de que el mes de septiembre está unido a Jerez y a su historia, ese septiembre vendimiador y mercedario que tanto han exaltado poetas y escritores.

Pero el septiembre que se nos presenta en este 2012 es bien distinto, un septiembre que según manifiestan los analistas se presenta con España paralizada. Se negocian rescates, ayudas, bonos especiales, y demás gaitas que tocar y escuchar. El año pasado fue malo. El actual será el remate y dicen que el año que viene será el Gran Remate. Las calles están llenas de locales vacíos, en venta o en alquiler. Las listas de desempleo crecen al mismo tiempo que crece la desesperación de jóvenes y viejos. Los negocios muestran un pulso imperceptible. A muchos empresarios y autónomos las cuentas no les salen. Sin capacidad de respuesta a la crisis, sin margen de maniobra, porque el crédito sigue sin fluir, con el aliento de los ricos del norte de Europa en la nuca de los pobres del Sur, el estado de bienestar es una reliquia. La gente se manifiesta, ahora que los recortes serán mayores y la carga impositiva difícil de soportar. Empeoran las expectativas y, conforme pasa el tiempo, cunde el desánimo, la percepción de que la Crisis Global va para largo. Ni uno ni dos años más: muchos años más. Salvo los que siguen confiando en el milagro y mirando para otra parte, el sentimiento general es que hay crisis para rato.

Jerez enfila este mes de septiembre con la vista puesta en poder salir lo antes posible de esta situación y con la esperanza de que tantas subidas y tantos recortes sirvan para algo positivo. La alcaldesa lo ha dicho recientemente:” Jerez es una ciudad que está enferma pero estoy convencida de que tiene curación”. “Lo primero que hay que hacer, además de poner orden en el Ayuntamiento, es recuperar la credibilidad como ciudad. Jerez no va a despegar si entre todos no somos capaces de cambiar su imagen”. ”Tenemos el convencimiento de que somos una ciudad grande, con mucho potencial y con mucho que ofrecer al mundo. Y eso es lo que nos va a hacer salir adelante lo antes posible”. A ver si es verdad y este mes de septiembre que ahora iniciamos no pase también a la historia como el peor de que se haya vivido en esta ciudad. Ya es hora de que Jerez recobre su normalidad de antaño y los meses de septiembre vuelvan a ser aquellos días de fiesta y alegría que nos llegaban tras el verano, el mes vendimiador y mercedario de siempre. Llegado el mes de septiembre  comienza un nuevo curso y a este Jerez enfermo, que tanto ha aportado al mundo, hay que curarlo antes que sus padecimientos se hagan ya crónicos.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 2 de septiembre de 2012 y ayer en VIVA JEREZ)
Cartel de la primera Fiesta de la Vendimia jerezana celebrada en septiembre de 1948.