Lo
conté hace ya unos años en esta misma columna de Jerez intramuros. Era sábado, final de campaña para las elecciones al Parlamento nacional, en
la capital hispalense coincidían, a la misma hora, tres actos importantes, en
el parque de los Príncipes, mitin de José María Aznar; en la plaza de Armas,
Felipe González; y en la puerta de Palos de la Catedral sevillana la salida
extraordinaria de la Virgen de la Paz, de la Hermandad del Porvenir,
conmemorativa de sus bodas de oro fundacionales. Según estimaciones oficiales
unas cien mil personas se concentraron en el parque de los Príncipes, otras
tantas en la plaza de Armas y unas trescientas mil, más del doble, en la plaza
del Triunfo para ver salir a la Virgen blanca de la Paz en procesión gloriosa.
Antonio Burgos desde su recuadro de ABC, lo dejó bien claro "En Andalucía
quien tiene auténtico poder de convocatoria es un tambor y un paso de
palio".
Y bien que llevaba razón Antonio Burgos, lo
pudimos comprobar los jerezanos estos días atrás cada vez que el paso de palio
de la Virgen de la Esperanza se ponía en la calle, especialmente en la tarde de
su Coronación Canónica donde una auténtica muchedumbre llenó las calles de
Jerez. Una multitud solo comparable a los días de Semana Santa, donde también
los tambores y los pasos de palios se echan a la calle, y a la noche mágica de
Reyes, donde miles de familias acuden a recibir a los Magos de Oriente.
Lo
vimos con la Virgen de la Esperanza y lo vimos hace poco con la Virgen del
Valle. Y si bien la Virgen era la protagonista del evento y la razón única de
esta celebración, muchos acudieron, sobre todos los que venían de fuera de la
ciudad, por el tirón que en esta tierra tiene un tambor y un paso de palio. En
Andalucía está más que demostrado que no es lo mismo una procesión con paso de
palio y tambores que aquella que no lleva estos dos elementos, porque el paso
de palio es Andalucía pura, el colmo de
una perfección unida a esas formas elegantes que tan bien se dominan por estos
lares. En cierta ocasión, a ese portento del toreo y de la filosofía popular
que era Rafael El Gallo le preguntaron: “¿Qué es lo clásico?” Y El Gallo
respondió: “Clásico es lo que ya no se puede hacer mejor”. Y le insistieron:
“¿Y qué es lo que ya no se puede hacer mejor?” A lo que él respondió: “Un Paso
de Palio”.
Así
es, un paso de palio, en su conjunto, no se puede hacer mejor y eso llega al
que tenga un mínimo de sensibilidad. Un prodigio de perfección que se
complementa con una música que busca siempre identificarse con él para acentuar
la sensación de belleza y los sentimientos emotivos que su contemplación
provoca en las personas.
Jerez,
hace una semana se llenó de esperanzas, esperanza en una ciudad que no está
muerta porque cuando se le ofrece algo que verdaderamente siente y le gusta
sale a la calle; esperanza en unas instituciones cofrades que no se limitan a
una semana al año, con todo lo que ello significa, sino que son capaces de atraer
multitudes y aunar esfuerzos para fines nobles; esperanza en un futuro sobre la
base de una rica historia en la que ha tenido mucho que ver la cultura y las
creencias de siglos; esperanza en una ciudad mejor si se sabe valorar y apoyar
todo aquello que hemos sido, somos y queremos seguir siendo. Todo aquello que
verdaderamente tiene poder de convocatoria.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 22 de septiembre de 2013 y al día siguiente en VIVA JEREZ).
Recogida de la Esperanza de la Yedra en el convento de Madre de Dios acompañada por una auténtica muchedumbre. Década de los sesenta del pasado siglo XX. |