jueves, 25 de junio de 2015

TECNOCRACIA





Hace cuatro años el Partido Popular de Jerez incluía en la candidatura con la que concurrirá a las elecciones municipales a tres profesionales independientes en los diez primeros puestos de una lista encabezada por María José García-Pelayo. Entre ellos a Antonio Real Granados, director general entonces del Grupo Hoteles Andaluces con Encanto (Hace), un gran profesional de la materia que, al frente de la concejalía de Turismo, ha desempeñado en esta última legislatura una excelente gestión y a los números me remito, solo hay que echar la vista atrás y preguntar a los hosteleros jerezanos para valorar los frutos de su trabajo en beneficio de la ciudad. Tras el cambio de gobierno municipal Antonio Real deja ahora la política para volver al ejercicio de su profesión con la satisfacción del deber cumplido. Una opción a la que ya recurrió el PP local en las anteriores elecciones y que dieron buen resultado, no solo en el número de votantes sino también en la labor realizada, un ejemplo de ello, reconocido por todos, fue la incorporación del independiente de José Alfonso Reimóndez para la delegación de fiestas. Ahora, por otros motivos, la nueva alcaldesa ha manifestado que, por lo limitado del número de concejales que le acompañará en esta legislatura, tendrá que recurrir a los técnicos para llevar la ciudad hacia adelante, no hay mal que por bien no venga, ya que a diferencia de lo que supone la política a nivel estatal en los Ayuntamientos hacen falta expertos, técnicos, profesionales que sepan atender las necesidades ciudadanas por encima de ideales políticos.

¿Cómo serían nuestros Ayuntamientos gobernados por los mejores? Con gestores muy especializados que ocupasen los sillones consistoriales. Que tomasen las medidas más adecuadas para el funcionamiento de la ciudad, porque conocen bien lo que dirigen, sin acogerse a ideologías políticas que no sirven más que de barreras y condicionantes en la toma de decisiones. Aquí hace falta gente valiente si, como ha manifestado la nueva alcaldesa, pero también expertos en la materia y con muchos conocimientos sin que estén condicionados por unos principios para no poder aplicar medidas difíciles o poco rentables electoralmente.

            La tecnocracia es el gobierno llevado por un técnico o especialista en alguna materia.  La tecnocracia no es ninguna novedad, ni es un "gobierno de los mercados", es lo que siempre ha habido y lo que hemos perdido por el poder de los partidos y sus enchufismos. Se ha pasado de un mandato de especialistas a un mandato de los partidos políticos y sus afines. Es, en parte, la baja calidad de la clase política la que en una importante medida nos ha llevado a la situación actual. Hemos sido testigos de cómo hemos pasado de ser dirigidos por auténticos profesionales y que entraban en la política para un proyecto común, trabajar por la ciudadanía y nada más. Muchos de ellos renunciando a su ejercicio de éxito en su profesión e incluso sacrificando unos mayores ingresos. No como ahora, donde esos profesionales huyen de la política, y lo que hay son "profesionales de la política".

La tecnocracia es volver al sentido común, a gente competente que esté en política para sacarnos de este agujero porque saben hacerlo. Es la hora de buscar a los mejores en sus campos, en todos los estamentos y que tiren del carro.
            (Artículo que publiqué el pasado domingo 21 de junio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ  y al día siguiente en VIVA JEREZ)


El Ayuntamiento de Jerez en una imagen del ayer. 

miércoles, 17 de junio de 2015

PÍA UNIÓN


  
 

 
         Cada 13 de junio la Iglesia Católica celebra la festividad de San Antonio de Padua, un santo casamentero al cual han implorado, desde siempre, las mocitas y también mocitos, para encontrar pareja con quien casarse. Una costumbre que ya casi ha quedado obsoleta dado que esta posibilidad es hoy mucho más directa  por medio de un ordenador, una Tablet o del mismo teléfono móvil. La tecnología se ha puesto a la orden de Cupido y San Antonio. Miles de personas usan las redes sociales para estos fines y hoy San Antonio se ha quedado solo para las desesperadas o desesperados. San Antonio es el santo favorito de las mujeres y hombres esperanzados en conseguir el amor verdadero, al príncipe azul, el compañero ideal con el que piensan pasar el resto de su vida.

San Antonio de Padua fue un monje franciscano, predicador, teólogo muy importante en sus tiempos y con una carrera sacerdotal muy extensa que a nadie le interesa en estos momentos porque la mayoría sólo lo utiliza para implorarle que atraiga urgentemente al amor. No obstante en torno al santo, sus fieles se han organizado en las llamadas Pía Unión de San Antonio, una figura jurídica que, bajo las enseñanzas del santo franciscano, se dedicaban, y aún se dedican porque siguen existiendo, al apostolado y a las obras de caridad. Jurídicamente, las ‘’Pías Uniones” son asociaciones de fieles, pero en algunos casos eran un paso intermedio antes de convertirse en alguna otra figura de las pertenecientes al estado de perfección (órdenes religiosas, sociedades de vida en común sin votos, etc.).[ En el jerezano templo de San Francisco radica la Pia Unión de San Antonio que sigue manteniendo el culto al santo de Padua y realizando sus obras caritativas.

Salvando las enormes distancias, en este 13 de junio de 2015, después de tres semanas de incertidumbre y búsquedas de novios y novias, el día de San Antonio nos ha traído nuevos matrimonios municipales, algunos han conseguido el amor verdadero, el principe azul, el compañero ideal; otros, a la desesperada, se han casado con el primer pretendiente que ha llegado, sin tener mucha seguridad del futuro que le aguarda pero que, como ocurre en muchas parejas, esperan ir cambiándolo con forme pase el tiempo. También los ha habido que se han casado por poderes, por venganza o por “llevármelo yo antes que se lo lleve otro”, e incluso hay quien por casarse y sacar los beneficios que ese matrimonio les puede acarrear pasa por todo aún conscientes de que más de dos siempre serán multitud.

Pías uniones, integradas más que por fieles, algunos de sus votantes tildarán de infieles, ateniéndose a lo que prometieron en la campaña electoral. Pías uniones en las que la fidelidad no están garantizadas del todo. Pías uniones que, como en las religiosas, también suponen un paso intermedio antes de convertirse en otra figura de mayor importancia.  Como en todo matrimonio lo difícil no es casarse, el reto empieza después, en el día a día, en la vida en común, en saber afrontar los problemas y en darles la solución adecuada y para eso hace falta mucha compenetración y complicidad, anteponiendo los interes de la familia a los particulares, de lo contrario toda unión por muy pía que sea está condenada al fracaso. Como diría la jaculatoria: “Bendito San Antonio, con fe te pido, que no me des un novio. ¡Dame un marido!”
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 14 de junio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ)
 
 
 
 
 
 
 
 

 

miércoles, 10 de junio de 2015

SÁNCHEZ


 
La vida del rey Sancho IV el Bravo de León y Castilla estuvo marcada por cierto signo trágico visible en la mala relación que mantuvo con sus familiares más cercanos, en su matrimonio con María de Molina, considerado ilegítimo por la Iglesia, o en su prematuro fallecimiento, acaecido días antes de cumplir treinta y siete años. Desde el punto de vista político, su reinado significó el fin de una época. Tras el vertiginoso avance que conoció la reconquista en tiempos de sus antecesores, Alfonso VIII, Fernando III y Alfonso X, se produce, a partir de ahora, una considerable ralentización de la misma y da comienzo una fase de la historia castellana protagonizada por monarcas que emplearán grandes esfuerzos en garantizar la paz interior.

Sancho IV de Castilla, fue el cuarto de los diez hijos habidos en el matrimonio entre el rey Alfonso X el Sabio y doña Violante, hija del rey Jaime I de Aragón. Era el segundo de los hijos varones, tras el infante don Fernando. Su vida estuvo llena de enfrentamientos y pactos. En 1270, poco antes de cumplir los doce años de edad, Alfonso X pactó el matrimonio de Sancho con Guillerma de Montcada, hija de Gastón VII, vizconde de Bearne y señor de Montcada y Castellvell. Este matrimonio, que será también motivo de disensión entre padre e hijo, fue el único que gozó del reconocimiento de la Iglesia en vida de Sancho. Sin embargo, nunca llegó a consumarse, detrás de lo cual, una vez más, podría situarse la influencia ejercida sobre el infante por el monarca aragonés, preocupado por los derechos que un miembro de la familia real castellana podría adquirir en territorios tan afines a la Corona de Aragón.

Cuenta la leyenda que el 12 de abril de 1285 hallándose la ciudad de Jerez sitiada, temiendo por la suerte y destino de la población, los caballeros jerezanos se reunieron en la iglesia de San Juan, concretamente en la capilla de La Jura, y decidieron firmar con su propia sangre una carta pidiendo ayuda al rey Sancho IV, tras cinco meses de cerco sin tener socorro ninguno, a la cual le respondió el rey que se sustentasen y en ningún modo desamparasen la ciudad, a cuya defensa estaban obligados por la confianza que el rey, su padre, había hecho de su nobleza. Estas palabras infundieron tanto valor en nuestros jerezanos, que comenzaron la resistencia en medio de las mayores fatigas, como si aquel fuera el primer día de cerco y se sustentaron hasta que el rey vino a socorrerlos.

Sánchez es un apellido español. Como apellido patronímico, significa «hijo de Sancho». Está extensamente difundido en España y América, siendo de los más populares. Curiosamente el apellido Sánchez está de actualidad entre los socialistas, su líder lleva este apellido, Sánchez era la anterior alcaldesa de Jerez y Sánchez, todo apunta, que será la futura. Los “hijos de Sancho” siguen relacionados con el poder, con las familias políticas, con el final de una época, con la reconquista, con los pactos, con matrimonios ideológicos y con situaciones difíciles. Lo que es de esperar que esas similitudes con el rey Sancho no nos traigan también una considerable ralentización y una falta de paz interior hasta tal punto que, de nuevo, haya que reunirse en San Juan de los Caballeros y esperar a que venga el rey a socorrernos.

          (Artículo que publiqué el pasado domingo 7 de junio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Detalle del interior de la iglesia de San Juan de los Caballeros en tiempos pasados. Arriba Sancho IV con Alfonso X el Sabio, por Morayta. Dibujo del siglo XIX.  
 

miércoles, 3 de junio de 2015

MIRAR DE FRENTE


 
 
Cuentan los historiadores que a finales de la Edad Media eran muy frecuentes las disputas entre familias ilustres o de la aristocracia de Jerez. Discusiones y peleas muy relacionadas con la política y con los distintos matrimonios, que se veían tanto en el Ayuntamiento o como un duelo al sol en la propia calle, ante todos los vecinos. Debates que nacían en el mismo Consistorio, ya que estas familias tenían voz y voto en él, y que en muchas ocasiones la cosa acababa en grandes dramas. Broncas inmortalizadas en las Actas Capitulares de Cabildo o en los Protocolos Municipales con las cartas de dotes o enlaces matrimoniales, testamentos en los que las familias dejaban detalles personales que reflejaban a quién querían y a quién odiaban. Fuentes todas ellas que están en el Archivo Municipal.

Las elecciones municipales han puesto sobre la mesa afectividades y odios, pretendientes a cargos y matrimonios mal avenidos dentro de las mismas familias, bandos que han ganado batallas en las urnas pero no la guerra, debates que pueden acabar en broncas y broncas que hoy, porque interesan, se convierten en debates.

Y mientras esos duelos al sol en la propia calle se producen, los ciudadanos asisten impactantes a la espera de saber que se va a hacer con su voluntad mayoritaria. Con el deseo de que se anteponga lo que une por encima de lo que separa, de que se hable más de Jerez y de cómo afrontar su futuro que de diferencias políticas. Esperan que se den respuestas a las necesidades y expectativas de los ciudadanos, de forma eficiente, por un equipo humano profesional y orientado a la excelencia y a la innovación; que se cuente con una atención personalizada y transparente, que se sea eficiente en la gestión de los recursos y que se apliquen medidas de respeto a las creencias y protección del patrimonio cultural e histórico, en definitiva que se atienda a la ciudad y a todo lo que ella significa por encima de ideologías o intereses partidistas de una u otra tendencia.

Los conceptos de izquierda y derecha -nacidos con la Revolución Francesa- como analizadores de la posición política, luego de dos siglos han caído en una franca confusión de sus referentes. Tanto la izquierda tradicional, que pretende moderar su discurso para ser aceptable por los sectores medios y altos del electorado, como la derecha histórica que ha lavado sus textos en una suerte de populismo para lograr adeptos entre el proletariado. En estos momentos en el que tanto se mira a izquierda y derecha el pueblo cada vez tiene más claro que no hay que mirar a un lado ni a otro sino  al frente para poder avanzar, marcarse metas y sacar la ciudad adelante, más aún cuando de Ayuntamientos se trata.

Yo, mientras se ponen de acuerdo, me quedo con esta canción de nuestros paisanos “A dos velas”. Tan a “A dos velas” como muchos municipios. “Me gusta la gente que cuando saluda te aprieta la mano con fuerza y sin dudas. Me gusta la gente que cuando te habla te mira los ojos, te mira de frente, te dice a la cara aquello que siente y nada se calla y no tiene dobleces; me gusta esa gente”. Son gentes que existen incluso en los sillones de la política.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 31 de mayo de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ  y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
Caballeros jerezanos en la plaza del Arenal. Siglo XVII.