El 23 de agosto del
año 1700 el rey Carlos II otorgaba el título nobiliario de marqués de
Villapanés a favor de Juan Lorenzo Panés y Condan, un cargador de Indias de
origen genovés, nacido en Cádiz en 1671 que contrajo matrimonio con la
sevillana Micaela María Viganego y Alemán. Su hijo Tomás heredó el marquesado
de Villapanés y casó con Petronila Pavón de Fuentes y Verdugo, hija de los
marqueses de Casa Pavón. Este matrimonio
se estableció en Jerez donde nace Miguel Andrés Panés y Pavón, III marqués de Villapanés. Petronila Pavón quedó pronto viuda y es ella
quien inicia la construcción del palacio de la calle Empedrada ampliado después
hacia la Cruz Vieja. Su hijo Miguel Andrés Panés y Pavón, casó tres
veces y sólo de su segunda mujer Ana González de Quijano y Vizarrón tuvo
descendencia. Miguel María Panés y González de Quijano, IV marqués de Villapanés, nacido en
Jerez n 1751, siendo muy conocido por ser un hombre con ideología y obras
propias de la corriente de la Ilustración.
Miguel María Panés no
solo se encargó de finalizar su suntuoso palacio, en el que los ricos mármoles
se mezclaban con los artísticos frescos de techos y paredes, las barrocas
yeserías con trabajados artesonados, los valiosos cuadros con admirable
mobiliario y los elegantes carruajes con los exquisitos olores a vinos de sus propias
bodegas, sino que lo llenó todo de ambiente culto y selecto, principalmente,
por esa impresionante biblioteca de más de once mil volúmenes que llenaban
estantes de caoba adornados con pilastras jónicas y que abría todos los días al
público. En su época el palacio de Villapanés era un foco indiscutible del
pensamiento ilustrado, prueba de ello era su presidencia de la Sociedad
Económica de Amigo del País, aquellas asociaciones surgidas en la segunda mitad
del siglo XVIII
cuya finalidad era difundir las nuevas ideas y conocimientos científicos y
técnicos de la Ilustración.
A la muerte del
marqués de Villapanés en 1828 todo el esplendor se apagó, el palacio quedó
deshabitado y su esplendida biblioteca se la tragó el Mediterráneo al naufragar
el barco que la transportaba por sus herederos a Génova. Llegaron los años de
decadencia, de pasar de palacio a casa de vecinos o a casa cuartel de la
Guardia Civil, de discutibles restauraciones en una parte de la misma y de
desolación y destrucción en la zona de la calle Empedrada. Volvió la actividad
cultural de la mano de la Universidad San Pablo-CEU al espacio restaurado
mientras el olvido seguía haciendo estragos en las dependencias más nobles del
palacio. Ahora, tras un tiempo sin actividad, el Ayuntamiento anuncia que
Villapanés acogerá la sede de Fundarte, la
nueva fundación que gestionará el Teatro Villamarta, además de poder llevar a
cabo en sus instalaciones todo lo que son cursos de formación, exposiciones,
presentaciones de libros, e incluso estará disponible para los particulares que
quieran alquilar salas. Una interesante iniciativa que volverá a darle al
palacio de Villapanés esa función cultural que tanto quiso para él el último
marqués que lo habitó, aunque siga siendo una contradicción que mientras en un
lado se potencie la educación y la cultura justamente detrás, en la otra parte
del palacio, la historia y el arte se den la mano con el más lamentable de los
abandonos.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 19 de junio de 2016 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
El palacio de Villapanés en los años que pasó a ser casa de vecinos. |