La historia del belenismo jerezano viene de antiguo. Si
nos remontamos solo a la época de la posguerra ya encontramos distintos
Belenes montados en Jerez, entre ellos el del Auxilio Social, el de la basílica
de la Merced, el del colegio de San Ignacio, el del grupo escolar Menéndez Pelayo y
el del Frente de Juventudes, instalado en la calle Eguilúz nº 6. Luego vendrían
los del Buen Pastor, Las Angustias, el Beaterio, San José, Sagrado Corazón,
Banco Bilbao, etc. En el año 1944 ya figura en prensa el Belén del
Preventorio Municipal, instalado en el antiguo Balneario de San Telmo y el
del Sanatorio de Santa Rosalía que en la referencia que se hace en el diario "Ayer"
se especifica que es un Nacimiento que se viene montando desde hace años.
Fue la Hermandad de las Angustias la decana en los montajes de
grandes Nacimientos en sedes cofrades, cuyo artífice principal era el recordado
y añorado “Lete” que, con un equipo de personas se afanaba, año tras año, en
que no faltara en su Hermandad la cristiana y hermosa tradición de montar el
Belén con motivo de la Navidad. Un Belén que empieza a ganar premios en
aquellos certámenes belenistas que en la pasada década de los setenta llevaba a
cabo Radio Popular de Jerez desde 1967, recogiendo el testigo de los que
anteriormente organizaba el Frente de Juventudes.
Este concurso anima a las cofradías a sumarse a la Hermandad de
las Angustias. En el año 1977 ya aparecen como segundo y tercer premio, en el
grupo de entidades, las Hermandades del Prendimiento y la de las Cinco Llagas,
así como un accésits para la Hermandad de la Coronación.
En los siguientes años, sobre todo en las décadas de los ochenta
y noventa, se suman otras más como las del Cristo del Amor, Huerto, Yedra,
Nazareno, Perdón, Vera-Cruz, Amargura, Soledad, Transporte, Cristo de la Viga,
Exaltación, Desconsuelo y la Hermandad del Rocío que aún mantiene su Belén en
su sede de la calle Chancillería. Esto por mencionar únicamente los que en
aquellos años recibieron premios porque fueron muchas más las que montaban su
gran Belén e incluso la abrían al público. Uno de los últimos premios se lo
llevó la Hermandad de las Tres Caídas y la de la Redención en 2006. Todo ello
sin olvidar los que últimamente se han instalado en la sede de la Unión de
Hermandades, gracias a la llegada a este organismo de dos destacados cofrades y
belenistas, el mencionado “Lete”, José Alfonso Reimóndez López, y Juan Mateos
Portillo.
La desaparición de los certámenes de Belenes junto a otros
factores como el costo y trabajo de meses que supone su montaje, el amplio
espacio con el que hay que contar, la disponibilidad de personal para atender
un horario de vigilancia y de apertura al público y también las modas, que
afectan a muchas de las actividades que se organizan en asociaciones de todo
tipo, han hecho decaer la presencia de estos grandes Nacimientos que, por
Navidad, daban contenido a esas, también desaparecidas, Guía de Nacimientos y
llenaban de público, en un reguero constante de visitas, las distintas Casas de
Hermandad.
Ciclos que al igual que suben bajan, ahora las Hermandades, sin
olvidar la presencia del Niño Dios en sus sedes, vuelcan todos sus esfuerzos,
en estas fechas, en Zambombas y en campañas de Navidad para los más
necesitados, señal inequívoca de que el mensaje nacido en Belén sigue hoy
cosido a fuego en el corazón cofrade.
(Artículo que publiqué ayer sábado 23 de diciembre de 2017 en el periódico digital MIRA JEREZ)
Belén instalado en la sede de la Unión de Hermandades de Jerez en el año 2001 |