martes, 23 de enero de 2018

EL ENTORNO DE SAN JUAN




El gobierno local tiene intención de destinar alrededor de 600.000 euros al proyecto de reordenación y urbanización del entorno de la iglesia de San Juan de los Caballeros, que afecta a las calles San Juan, Melgarejo o Siete Revueltas y a la plaza Melgarejo, un espacio urbano muy degradado que presenta un estado abandono y suciedad.

El espacio urbano que rodea a la iglesia de San Juan de los Caballeros pertenece a un Jerez que se pierde en la historia, con dos calles angostas, misteriosas y casi legendarias como Siete Revueltas y San Antonio que hoy permanecen cerradas.

            El callejón de las Siete Revueltas, llamado así por los diversos ángulos que forma, tiene acceso por la calle Canto, por un lado, y por la plaza Melgarejo, por otro. La plazoleta de Melgarejo se enmarca entre el templo alfonsí, la trasera del convento de las Agustinas, un antiguo casco bodeguero y el antiguo palacio de la familia de los Morlas y Melgarejos, descendientes de Pedro de Melgar, que vino a Jerez cuando la reconquista en 1264. Este palacio, situado en la calle San Juan, frente a esta plazoleta, podemos fecharlo a finales del siglo XVI o principios del siguiente, en 1900 el arquitecto Rafael Esteve Fernández-Caballero lo transformó respetando su elegante fachada en que podemos contemplar el blasón de los linajes que la habitaron, la cruz de Calatrava en campo rojo de los Melgarejos y el pino con leones de los Morlas. Su hermoso patio principal renacentista, que ha llegado hasta nuestros días, ha sido lamentablemente alterado recientemente. Entre los Melgarejos es de citar al célebre guerrero Diego de Melgarejo, héroe jerezano del siglo XVI, que prestó grandes servicios en Indias y en Flandes, a Alonso Fernández de Melgarejo, valeroso Alcaide de Zahara y Alvar de Melgarejo nombrado por los Reyes Católicos caballero jurado.

Junto al antiguo palacio Melgarejo existe, también tapiado, el callejón de San Antonio, entre las calles San Juan y Justicia.  En el otro lado el Callejón de las Siete Revueltas estuvo cerrado desde la Guerra Civil hasta los años 80, fecha en la que se abrió coincidiendo con la demolición de una construcción que había añadida a la Sacristía de la Iglesia de San Juan de los Caballeros. Tuvo que cerrarse pocos años después por el estado en que se encontraba. Quedó pendiente entonces de que se pudiera acometer la rehabilitación urbanística de esta zona, dejando libre el perímetro de la Iglesia y derribando todas las construcciones anexas a la misma que están expropiadas desde hace mucho tiempo.

El callejón de Melgarejo o de las Siete Revueltas posee un encanto especial que una vez reabierto y acondicionado sería un atractivo turístico más que añadir a todo el entorno, siempre y cuando se colocaran rejas que garanticen la seguridad.

La iglesia de San Juan Caballeros, con la loable labor de conservación que viene manteniendo la Hermandad de la Vera-Cruz, la noble fachada de los Morlas y Melgarejos, la capillita del Cristo del Amor, la recuperación del callejón de las Siete Revueltas junto al restaurante allí existente y los cercanos palacio de Pemartín y el convento de Santa María de Gracia, con la urbanización completa, la reurbanización de los viales existentes y la dotación de nuevas infraestructuras potenciará enormemente un enclave que está pidiendo a gritos, desde hace años, su recuperación.

           (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 21 de enero de 2018 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
La plaza Melgarejo en una fotografía del pasado. De izquierda a derecha: Casco bodeguero, hoy restaurante; al fondo el palacio de los Morlas-Melgarejos y a la derecha la portada de la iglesia de San Juan de los Caballeros antes de su remodelación.
 

viernes, 19 de enero de 2018

PERMUTAS DE PASO, UNA SOLUCIÓN DE FUTURO




Desde tiempos remotos las cofradías de Semana Santa han preferido la noche para sus salidas procesionales, la intimidad que ofrece la oscuridad ha invitado, desde siempre, a un mayor recogimiento. Esto era algo que se hacía posible en las procesiones con recorridos no demasiado largos y con pocas horas en la calle, lo que le permitía salir después de anochecer y recogerse, en las que salían en la Madrugada Santa, antes de la amanecida.

Cuando se establece la Carrera Oficial en 1938 la Semana Santa de Jerez apenas tenía una procesión por día, por lo que se mantuvo la organización de los días tal como se venía haciendo en los últimos años. A partir de los años cuarenta, con la llegada de nuevas cofradías y siguiendo el anterior criterio, la incorporación se fija al inicio de cada jornada salvo la Madrugada Santa que es al final, precisamente en busca de la desea oscuridad. Como curiosidad decir que las tres cofradías del Viernes Santo de entonces, Cristo, Soledad y Piedad, en los primeros años de la Carrera Oficial, fueron variando su orden de paso indistintamente.

Es a partir de 1945 cuando se establece el orden que nos ha llegado hasta hoy, con algunas excepciones como la Hermandad de la Yedra que entonces procesionaba el Jueves Santo entre la Oración del Huerto y el Mayor Dolor o la de la Piedad que aún sacaba al Cristo del Calvario en el Miércoles Santo entre Tres Caídas y Flagelación.

En 1952 ya tenemos a las cofradías más antiguas ubicadas en los días y orden actuales: Borriquita, Coronación y Angustias en el Domingo de Ramos; Cristo de la Viga y Amor y Sacrificio el Lunes Santo; Cristo del Amor y Desconsuelo el Martes Santo; Tres Caídas, Flagelación y Prendimiento el Miércoles Santo; Lanzada, Oración y Mayor Dolor el Jueves Santo; Santo Crucifijo, Cinco Llagas, Nazareno y Yedra en la Madrugada Santa y Cristo, Soledad y Santo Entierro el Viernes Santo.

Este orden de paso por Carrera Oficial, con las que fueron posteriormente sumándose y cambiando de día de salida, unas al inicio y otras al final de cada jornada, es el que se ha mantenido con la premisa de ser la Hermandad de la Borriquita la que abre la Semana Santa.

Esto es, en líneas generales, el criterio seguido hasta ahora con respecto a la ubicación de cada cofradía en la propia estructuración de los días pasionales. Ha sido en los últimos años cuando las propias cofradías han empezado a plantearse la permuta de paso por Carrera Oficial entre unas y otras con el fin de beneficiarse mutuamente.

En el año 1987 la Hermandad de Amor y Sacrificio, que cerraba el Lunes Santo, vio conveniente procesionar por delante de la del Cristo de la Viga con el fin de evitar la multitudinaria recogida de la cofradía catedralicia. Esta permuta dejó de realizarse desde el año 2000 al 2004, volviendo en 2005 y 2006, los años siguientes tampoco se hizo la permuta y es a partir de 2014 cuando se vuelven a intercambiar los puestos.

En el año 2005, por las obras de la plaza del Arenal, la Hermandad de Loreto permuta con la Hermandad de la Exaltación su segundo lugar del Viernes Santo, un cambio que se vuelve a repetir en el siguiente año de 2006. Ese mismo año de 2005 se produce otra permuta en la Madrugada Santa, la de las Hermandades de la Yedra y de la Buena Muerte, cambio que aún se mantiene.

 En el año 2007 la Hermandad de la Buena Muerte pasa a ser la segunda de la Madrugada, entre Santo Crucifijo y Cinco Llagas y la Hermandad de Loreto la última del Viernes Santo, un cambio que no resultó volviendo al año siguiente la de la Buena Muerte al penúltimo lugar de la Madrugada y la de Loreto a su tradicional segundo lugar del Viernes Santo.  

En 2016 las Hermandades de la Defensión, Clemencia y Humildad y Paciencia cambiaron su orden de paso. Las últimas permutas han venido de la mano de las Hermandades de las Cena y la Candelaria el Lunes Santo y Vera-Cruz y Redención el Jueves Santo.

Para este año se esperan nuevas permutas, la que más suena es la del Jueves Santo aunque probablemente no sea la única. Una nueva fórmula que puede dar muchas sorpresas y hasta alguna solución a eternos problemas.
 
(Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 14 de enero de 2018)
 
Foto del ayer de la procesión de la Virgen del Amor y Sacrificio, primera que permutó su orden de paso.
Arriba solicitud de venia de paso por parte de la Hermandad de la Buena Muerte a la de la Esperanza de la Yedra.
 

 

lunes, 15 de enero de 2018

RENOVACIÓN EN LA DIRECCIÓN DE LA ARCHICOFRADÍA DOMINICA DEL ROSARIO


 
 
Desde el siglo XVI hay constancia de la existencia de la Archicofradía de la Virgen del Rosario establecida en el convento de Santo Domingo de Jerez. Una historia llena de periodos florecientes y otros de baja actividad pero siempre con la devoción al Santo Rosario como bandera. En el año 1.700 se habían asociado los montañeses bajo el manto de Ntra. Sra. del Rosario. En 1.735 toma posesión la nueva junta de gobierno de este nuevo periodo a mano de santanderinos o montañeses comenzando un etapa de gran esplendor hasta el punto de levantar su suntuosa capilla.

 La última reorganización se llevó a cabo en  1.851, curiosamente, sin la presencia ni dirección de los dominicos, que tras la ley de desamortización del ministro Mendizábal se habían visto obligados a abandonar el convento, nombrándose, en este año, la primera junta de Gobierno de ésta nueva etapa.

En 1897 vuelven los dominicos y retoman la dirección espiritual de esta histórica Archicofradía imprimiendo a la corporación de toda la impronta y espiritualidad de la orden de predicadores.

En los últimos años la corporación ha venido mostrando un nuevo resurgir en su actividad bajo la presidencia de Manuel Vallejo Vázquez, un hermano mayor que ahora, por edad, ve su largo periplo cumplido y ha dado paso a una nueva junta de gobierno que encabeza Juan Francisco Carrión Pina como hermano mayor y se completa con los siguientes cofrades del Rosario: José Gallego Márquez (Teniente de hermano mayor), Salvador Barberá Villar (Mayordomo), Javier E. Jiménez López de Eguileta (Secretario), Francisco Javier Villanueva Caballero (Tesorero), Enrique Barberá Villar (Fiscal de reglas), Lorenzo Otero Castillo (Diputado mayor de gobierno). Adolfo Bejarano Estacio (Diputado de cultos y formación).

La jura de cargos tendrá lugar este jueves 11 de enero en el transcurso de los cultos semanales a Nuestra Señora del Rosario, dando comienzo con el rezo del Santo Rosario a las 19:30 horas, con posterior Misa y canto de la Salve a la Virgen del Rosario en su capilla.
 
(Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 10 de enero de 2018)
 
Año 1904. Convivencia de la Archicofradía del Rosario de Santo Domingo tras la celebración de la Fiesta de la Rosa.
 

 

jueves, 11 de enero de 2018

HERMANO MAYOR Y REY MAGO




Uno de los eventos señalados del calendario festivo que más podemos relacionar con nuestra Semana Santa es la Cabalgata de Reyes. Se conmemora un hecho religioso en el que el protagonista es Jesucristo, existe una representación plástica del misterio de la Epifanía en la adoración con el que culmina la cabalgata, la cabalgata se estructura, salvando las distancias de fondo, de forma parecida a una procesión (cortejo, antorchas, tronos, estandartes, atuendos, bandas…). Todo ello ha atraído al mundo cofrade a su participación de forma activa en esta fiesta tan cristiana como tradicional.

Son incontables las cofradías que organizan actos con ocasión de la fiesta de los Reyes Magos, bien con la recogida de regalos y cartas o bien con la visita del Cartero Real o de los propios Reyes Magos. Una vinculación que viene de antaño y que tiene un claro exponente en la gran implicación que, desde siempre, han tenido los cofrades en todo lo que suponga llevar la ilusión a niños y mayores.

Un claro exponente de esta implicación es la cantidad de hermanos mayores que han tenido también el honor de encarnar a uno de los Reyes Magos en la cabalgata oficial de cada 5 de enero, algunos incluso coincidiendo con el ejercicio de su cargo al frente de la cofradía.

Uno de los más antiguos hermanos mayores que se tiene constancia de haber encarnado a los Magos de Oriente en la cabalgata oficial es Aurelio Madroñal Flores, miembro de las recordadas Milicias Angélicas del convento de Santo Domingo y del equipo de Los Descalzos que tanto aportaron a la cabalgata a mediados del pasado siglo XX. Aurelio Madroñal fue, con el paso de los años, hermano mayor de la cofradía de la Oración en el Huerto. En 1962 sería Fermín Bohórquez Escribano, hermano mayor que fuera de la Hermandad del Desconsuelo, quien desempeñara el papel de rey en la cabalgata del 5 de enero. En 1968, uno de los Reyes Magos sería José Belmonte Fernández, hermano mayor de la Hermandad de la Coronación. En 1973 en la terna de los tres Magos encontramos a Jesús Mantaras García-Figueras que posteriormente sería alcalde de Jerez y unos años más tarde presidente de la junta gestora de la Hermandad de las Angustias. Dos años después, en 1975, José Estévez de los Reyes, hermano mayor de la cofradía del Transporte, sería uno de los que encargados de encarnar a S.M. Al año siguiente Manuel Piñero Vázquez, presidente que fue de la Unión de Hermandades y hermano mayor de la Hermandad de la Coronación, sería uno de los designados para tal representación. Los siguientes años, 1980 y 1981, también contarían con hermanos mayores para encarnar a algunos de los Reyes Magos, Juan Cervilla Ortíz (Hermandad de la Sagrada Cena) y José Bohórquez Mora Figueroa (Hermandad del Desconsuelo y del Rocío) fueron dos máximos dirigentes cofrades que tuvieron el honor de asumir el papel de reyes de la ilusión.

La Hermandad del Rocío es la que más hermanos mayores ha aportado a la representación de los Magos de Oriente. Álvaro Domecq Romero en 1963, Antonio León Manjón en 1974, José Bohórquez Mora Figueroa en 1981, Antonio Camacho Molina en 1991, Francisco Bocarando Chacón en 1996 y Francisco Gómez García en 2005.

En los últimos años la presencia de cofrades, que han sido hermanos mayores, representando a alguno de los Reyes Magos ha seguido siendo una constante. En 1981 Miguel Ruiz Ruiz  (Expiración), en 1983 José A. Reimóndez López (Angustias), en 1986 Carlos Orellana Cánovas (Amargura) y José Castaño Rubiales (Nazareno), en 1993 Francisco Fernández García-Figueras (Defensión) y Francisco Barra Bohórquez (Cinco Llagas), en 1994 Miguel Monje Marín (Borriquita), en 2002 Santiago Zurita Irigoyen (Desconsuelo) y en 2007 José Torreglosa Solano (Soledad).

Hermanos mayores que cambiaron, por un día, la vara dorada por el cetro de la ilusión, el capirote por la corona real y el terciopelo por el armiño para, en definitiva, poner en la calle, tanto en uno como en otro cometido, un mensaje de Salvación.
(Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 5 de enero de 2018)
 
Fotografía del ayer de la Cabalgata de Reyes Magos de Jerez. En la foto de arriba José A. Reimóndez (Rey Mago 1983 y Francisco Gómez (Rey Mago 2005) brindan en las vísperas del día de Reyes de 2005.
 

 

martes, 2 de enero de 2018

LA LOABLE LABOR SOCIAL DE LAS COFRADÍAS

 
 


Diego Ortiz de Zúñiga afirmaba rotundamente en 1506, que “en las cofradías se ve una de las mayores grandezas de la ciudad... que siendo cristiana devoción y lo ostentoso de la exterioridad, no puede desearse cosa de mayor ejemplo y de más cristiana grandeza".

Si bien las Hermandades realizan una loable labor social durante todo el año es en la Navidad donde se hace más patente esa ejemplar entrega a quienes más lo necesitan. Las noticias que nos llegan estos días hablan por sí solas de ese esfuerzo común del mundo cofrade por atender a las clases más desfavorecidas y regalar felicidad en estos días de conmemoración de la venida del Niño-Dios.

Las Hermandades desarrollan en la actualidad una labor asistencial vigorosa que va en aumento con los años. Son incontables los proyectos asistenciales a los que nuestras corporaciones prestan su apoyo, bien a través de una participación indirecta, bien mediante la implicación efectiva de sus miembros en algún proyecto específico. Una muestra de ello son las pujantes Bolsas de Caridad, la incesante colaboración con instituciones benéficas como el comedor del Salvador o el Hogar San Juan, con las residencias de ancianos y con las distintas Cáritas parroquiales o, incluso, la creación de varias iniciativas con fines asistenciales tales como el comedor benéfico creado recientemente por la Hermandad de la Esperanza de la Yedra con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen. Mención aparte merece, también, la ayuda de las Hermandades a los conventos de clausura, colaborando no solo en el cumplimiento de sus fines sino, incluso, en el mantenimiento de unos cenobios que, en la mayoría de los casos, acumulan siglos de historia jerezana y atesoran incalculables joyas artísticas y devocionales.

El auge que nuestras Hermandades han experimentado durante el siglo XX ha repercutido de forma notoria en la promoción de esta importante labor asistencial cuyo desarrollo sigue un ritmo creciente en las últimas décadas. Es innegable que la caridad ha desempeñado, históricamente, una importante misión en el seno de las Hermandades. Es segura en el siglo XV la existencia en Jerez de varias cofradías, casi todas ellas asistenciales,  las de San Antón, San Bartolomé, Santa María del Pilar, la Misericordia, la Sangre, la Concepción de las Viejas, Santa María del Alcázar y la Natividad de Nuestra Señora. Es interesante subrayar este aspecto asistencial de las cofradías jerezanas, máxime cuando ya en la antigüedad consta el gran esfuerzo que tenían que hacer las propias cofradías para mantener sus hospitalitos tan necesarios por aquellos tiempos.

 Hoy las circunstancias han cambiado: no solo por el progreso general de nuestra sociedad y porque nuestras Hermandades han venido consecuentemente a mejor fortuna, sino también porque el magisterio de la Iglesia, profundamente renovado tras el Concilio Vaticano II, urge a los laicos a una acción directa e inmediata en la propagación del Evangelio. Fruto de ello, los cofrades son cada vez más sensibles y más conscientes de que el culto necesita ser autentificado en el pergamino de la vida con la tinta del propio esfuerzo en pro de los que más necesitan de la ayuda de todos.
(Artículo que publiqué en MIRA JEREZ el pasado día 31 de diciembre de 2017)
 
Años 20 del pasado siglo XX. Comida ofrecida por la Hermandad del Cristo de la Expiración a los ancianos del barrio de San Telmo.