martes, 2 de julio de 2019

INTERVENCIONES URBANAS

 



El pasado jueves quedó inaugurada en el Claustro de Novicios del antiguo Convento de San Agustín  la exposición ‘Intervenciones urbanas para Jerez’, en la que alumnos de 5º curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla muestran sus propuestas de regeneración urbana de dos espacios emblemáticos de Jerez: el antiguo casco bodeguero situado en la calle Cristal y los terrenos de la antigua fábrica de botellas.

El antiguo conjunto bodeguero de la calle Cristal mantiene en pie edificaciones que formaron parte del complejo conventual mercedario. La primera noticia documental que se tiene sobre este espacio urbano se remonta a 1716 en el que un texto referente a la comunidad mercedaria calzada de esta ciudad informa de la existencia de un molino junto al convento de la Merced. Este documento fue publicado por el doctor Fernando Aroca Vicenti en 'Arquitectura y Urbanismo en el Jerez del siglo XVIII'. Para los historiadores este espacio con sus jardines y lo que queda en pie de sus históricas edificaciones es un modelo único situado en pleno centro de la ciudad que evidentemente hay que poner en valor.

Por otro lado los terrenos de la antigua fábrica de botellas es otro espacio urbano de privilegio tanto por su situación como por su extensión. El PGOU contempla  destinar 130.000 metros cuadrados de este espacio a zona residencial. Fue el 22 de junio de 1895 cuando el ciudadano francés, D. Antoine Vergier Jeune, en representación del hacendado francés vecino de Lyon, D. Andrés Bocouze, mediante poder notarial expedido el 11 de junio de 1895, solicitaba permiso al Ayuntamiento de Jerez para establecer una fábrica de vidrio en el lado izquierdo del kilómetro 109,30 del ferrocarril Sevilla-Cádiz, próximo a la estación de ferrocarriles de Jerez. Con los años lo que fueron las vidrierías jerezanas pasaron de mano en mano por diferentes empresas nacionales hasta que, finalmente, la más potente de ellas la compró. Se trataba de las Vidrieras de Castilla Sociedad Anónima, que nombradas así quizás no suenen a nada, pero cuyo acrónimo, Vicasa,  supuso un referente en la ciudad durante sus años al frente de la fábrica. Es más, aunque su propietario fuera la gran compañía vidriera francesa Saint Gobain, en la ciudad se le seguía nombrando como Vicasa hasta que llegó el día en que, también, la fábrica de botellas cerró y hoy solo nos quedan sus amplias instalaciones y esas tres chimeneas que son todo un símbolo del glorioso pasado industrial de la ciudad de Jerez.

Dos espacios urbanos que llevan ya demasiados años en desuso y con distintos proyectos que no han llegado a cuajar. Ahora las nuevas propuestas están sobre la mesa y habrá que estudiar cuál de ellas se adaptan mejor a las necesidades actuales de los jerezanos y a su economía. La importancia de los dos espacios urbanos merece una adecuada actuación. Desde el próximo lunes y durante dos semanas la exposición de las propuestas de los alumnos de arquitectura estará al alcance de los ciudadanos. Una exposición que, sin duda, vendrá a dar un carácter multidisciplinar y participativo a la intervención urbana que allí se realice y creará en la sociedad jerezana un positivo debate sobre estos dos espacios públicos.   Lo importante es que no quede en meras propuestas y que, definitivamente, las intervenciones en estos dos espacios urbanos sean, en el menor tiempo posible, una feliz realidad.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 30 de junio de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Primeras instalaciones de la fábrica de botellas jerezana
 
Históricas edificciones que aún permanecen en pie en el recinto bodeguero de la calle Cristal.