martes, 31 de diciembre de 2019

FELICES AÑOS VEINTE


 
 
Se denominan años 1920 o años veinte a la década del siglo XX comprendida entre el 1 de enero de 1920 y el 31 de diciembre de 1929. Los denominados Felices Años Veinte o Años Locos se enmarcan en Estados Unidos y más concretamente entre 1922 y 1929 que dio lugar a un periodo de gran prosperidad en todo el país. De esta prosperidad se benefició toda la sociedad, haciendo que la economía siguiera creciendo a un ritmo que no se había visto anteriormente. No duró mucho este florecimiento, el 24 de octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, llegó el Crack del 29 que finalizaría con el acontecimiento de la Gran Depresión.

La causa de estos felices años para Estados Unidos fue el beneficio que le acarreó la Primera Guerra Mundial a consecuencia de los préstamos de guerra que había hecho a Europa, convirtiendo así al país norteamericano en la primera potencia de económica mundial. El crecimiento americano se prolongó durante toda la década, haciendo que la inversión creciera, el empleo aumentara y el mundo no sólo recuperara la tranquilidad sino que avanzaba hacia un bienestar incomparable. La reactivación iniciada en Estados Unidos en 1922 fue algo más tardía en Europa. Abrió las puertas a una etapa expansiva de la economía mundial que propició un clima de euforia y ciega confianza en el sistema capitalista.

En lo social y económico, España se caracteriza en estos años por el crecimiento tanto demográfico como de nivel adquisitivo. Las ciudades, principalmente Barcelona y Madrid, se convierten en grandes urbes a las que se dirige la masiva emigración campesina en busca del recién inaugurado sector industrial. Son precisamente estas clases proletarias las que impulsan la modernización del país, frente a los estamentos dominantes y la población rural. En lo cultural, los sucesivos cambios políticos y sociales propician una gran diversidad de estéticas. El gran número de escritores y artistas surgidos en los primeros años del siglo ha hecho que esta época se denomine La Edad de Plata de la cultura española.

A Jerez tampoco le fue mal. Dos ilustres jerezanos tuvieron un papel importante en el desarrollo de la ciudad. Por un lado Álvaro Dávila, marqués de Villamarta, nombrado alcalde en 1923 y por otro el general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, nacido en Jerez en 1870, designado por el rey Alfonso XIII para regir en aquellos años veinte los destinos de la nación. Durante los algo más de seis años que estuvo al frente del país favoreció grandemente a su ciudad natal, le concedió el derecho exclusivo de utilizar para sus vinos la denominación “Jerez”, apoyó el antiguo proyecto de ferrocarril de Jerez a Almargen, la construcción del teatro Villamarta, inaugurado en 1928 a iniciativa del marqués de Villamarta, impulsó la nueva estación de ferrocarril, cuya primera piedra se colocó el 30 de septiembre de 1929, el mismo día que se celebró la toma de posesión, por parte del Estado, del solar que serviría para edificar la nueva casa de Correos y Telégrafos. Además de todas estas iniciativas Primo de Rivera colaboró en distintas obras sociales que beneficiaron a muchos desfavorecidos.

Todo ello supuso que aquellos años veinte fueran también años de esplendor para Jerez. Ahora que iniciamos unos nuevos años veinte es de desear que todos los problemas actuales se solventen y podamos también pasar a la historia como Los felices veinte.     
       

                (Artículo que publiqué el pasado lunes 30 de diciembre de 2019 en VIVA JEREZ)


Miguel Primo de Rivera en una de sus visitas a Jerez.




martes, 12 de noviembre de 2019

GOBERNANTES DE ALTURA

 


Desde los años 80 se ha producido una paulatina turisficación de las ciudades y urbanización de la experiencia turística. En este marco, es necesario entender el boom del turismo urbano y de la propia ciudad como atractivo turístico. Jerez es fiel reflejo de ello, los nuevos hoteles que se vienen abriendo últimamente en el centro son muestra de la importancia que está tomando el turismo para la economía local. Entre las últimas apuestas está la que el Grupo Hotusa (Hoteles Turísticos Unidos S.A) ha anunciado, la compra del palacete donde nació Manuel Lora Tamayo, en el número 2 de la calle Naranjas y que hace esquina con Honda, para convertirlo en un hotel de lujo. Un inmueble de más de 1.000 metros cuadrados, que tiene una magnífica ubicación, con sótano y amplia azotea, en el que nació en 1904 el que fuera ministro de Educación y rector de la Universidad Complutense.

Manuel Lora Tamayo es una de las figuras jerezanas más destacada del mundo científico. Trabajó, en sus comienzos docentes, en el Instituto de Química Biológica de la Facultad de Medicina de Estrasburgo. En mayo de 1933 obtuvo la cátedra de Química Orgánica que desempeñó sucesivamente en Cádiz, Sevilla y Madrid. Tuvo responsabilidades en las principales instituciones españolas dedicadas a la investigación como la Junta de Energía Nuclear y la Comisión Asesora de Investigación Científica y Técnica de la que fue presidente. Destacado investigador en el campo de la Química Orgánica ocupó también el puesto de Vicerrector en las Universidades de Sevilla y de Madrid.  Fue catedrático de Ciencias Químicas en la Universidad Complutense, director del Centro Nacional de Química Orgánica, presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas entre los años 1962 y 1968, presidente del Instituto de España de 1972 a 1978, académico de Farmacia y académico de la de doctores y licenciados, así como presidente de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales desde 1970 a 1985. Su brillante trayectoria le avaló como Ministro de Educación para acometer, desde dicho cargo, importantes leyes sobre educación primaria y secundaria, tales como la de la escolarización obligatoria hasta los 14 años, la unificación del bachillerato y la elevación del nivel académico del magisterio. También creó la estructura departamental de la universidad y el cargo de Profesor Agregado. Fue miembro de diversas instituciones científicas internacionales y doctor “Honoris Causa” por la Universidad Carlos III, poseyendo numerosas condecoraciones tanto españolas como extranjeras. En definitiva una eminencia que su ciudad natal supo reconocer colocando una placa en su casa natal, nombrándolo Hijo Predilecto y dando su nombre a un centro educativo.

El prestigio académico y la capacidad organizadora de Manuel Lora Tamayo fue lo que le abrió la puerta de un Ministerio. Estamos en unos momentos de cambios de Ministerios con grandes retos por delante que habrá que afrontarlos con altura y preparación. En estos días ha salido a la luz el escaso curriculum de muchos de los candidatos que han concurrido a las elecciones. Es hora ya de que nos gobiernen los mejores, por su alto nivel de preparación académica para el área que van a dirigir y por su eficaz capacidad de gestión para sacar adelante al país. Como en los gobiernos de Platón se necesitan que junto a los políticos estén los sabios: “En un barco debería decidir los que conocieran el camino junto con los que conozcan métodos de navegación”.
(Artículo que publiqué en VIVA JEREZ el pasado lunes 11 de noviembre de 2019)
 
 
Manuel Lora Tamayo junto al Premio Nobel de Fisiología y Medicina Severo Ochoa
 

     

 

jueves, 24 de octubre de 2019

CATALANES EN JEREZ




Debido al ambiente tan complicado que se vive  en Cataluña y más concretamente en la capital barcelonesa muchos catalanes han optado por quitarse de en medio y buscar, al igual que vienen haciendo muchas de las empresas que allí se establecieron, otros lugares donde poder vivir tranquilos sin la presión independentista y menos aún sin la violencia que lamentablemente hemos visto estos días.

Entre Jerez y Cataluña ha existido desde siempre una relación fraternal, muchos jerezanos marcharon allí para buscarse el pan y la estabilidad, los mismos que tras finalizar su vida laboral volvieron a su tierra jerezana dejando un trocito de su corazón en aquella región del norte de España. El apellido Catalán aparece en Jerez desde la reconquista y el nombre de Catalanes figura en el callejero jerezano desde 1752, concretamente en la pequeña callejuela que, junto al edificio de la ONCE, tiene su entrada por la popular calle Porvera.

            Algunos jerezanos ilustres vivieron sus últimos días en Barcelona como el aviador Juan Manuel Durán González, tripulante del Plus Ultra, hidroavión que realizó el primer vuelo trasatlántico de la historia; o el almirante Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel, pionero de la navegación submarina en España. Catalán de nacimiento era  Adolfo Rodríguez de Rivero recordado archivero, bibliotecario e historiador jerezano. Jerezano fue Fray Domingo Canubio que siendo obispo de Segorbe (Valencia) fue propuesto para arzobispo de Barcelona, cargo que, por su sencillez y humildad, no aceptó. Siendo capitán general de Cataluña nuestro paisano Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, ante la dramática situación política y social en la que estaba sumida la nación española fue llamado por el Rey Alfonso XIII para, tras consultar a su gabinete, encargarle la formación de un gobierno que pusiera orden y estabilidad, nombramiento que contó en un principio con la aprobación de las Cortes Generales y de la inmensa mayoría de la población. Son algunos ejemplos de esa histórica relación de Jerez con Cataluña, una relación que también encontró caldo de cultivo en el negocio del vino.

            Joaquín Luna en un artículo publicado hace un par de años en La Vanguardia de Barcelona titulado Un catalán en Jerez y después de contar algunas experiencias vividas aquí llegaba a la siguiente conclusión : “He estado 72 horas en Jerez de la Frontera. ¡Qué gente! ¡Qué cosas ve uno! ¡Qué manera de vivir! Yo les cuento el panorama y juzgan. La gente de Jerez de la Frontera no es rara, es rarísima. Llega la feria y se visten de señoritos, pero no de señoritos de Sevilla con sus casetas infranqueables. No, aquí son hospitalarios y te dejan entrar libremente, digo yo que para dar envidia. –Catalán, baila una sevillana...Y encima, eso. Primero los jerezanos –y las jerezanas– hacen lo que les da la gana, le sueltan un euro al pobre en lugar de un discurso sobre la regeneración moral, disfrutan de las terrazas sin temor a ordenanzas municipales que enorgullecerían a don Miguel Primo de Rivera y terminan contando a la hora de bailar. Que si el paso dos, que si el paso tres...Jerez nunca será Copenhague”. Afortunadamente, porque Jerez siempre será Jerez con su forma de vivir y con sus virtudes y sus rarezas, porque  los de aquí seguimos orgullosos de ser como somos, un rincón singular de España, la gran nación que nos une a todos los españoles, también, por tanto, a los catalanes.
 
                (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo  20 de octubre de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
La angosta calle Catalanes en una fotografía del ayer.
 

 

miércoles, 9 de octubre de 2019

JEREZ EN EL XIX

 


La semana pasada hablábamos en esta misma columna semanal sobre el rodaje en Jerez de la película El verano que vivimos. El pasado miércoles, 18 de septiembre, comenzó una nueva grabación teniendo como marco espacios jerezanos, se trata de la serie La Templanza, basada en la novela de María Dueñas. Unas labores que están programadas para siete semanas en distintos puntos del Casco Histórico de la ciudad. La Templanza transcurre en Jerez en el año 1850, asociada al Jerez bodeguero del siglo XIX. La acción se desarrolla desde la joven república mexicana a la espléndida Habana colonial, desde las Antillas al Jerez de la segunda mitad del siglo XIX, cuando el comercio de sus vinos con Inglaterra convirtió la ciudad en un enclave cosmopolita y legendario.

El siglo XIX supone una página riquísima para la historia jerezana. Jerez finaliza el siglo XIX con más de 60.000 habitantes. Su fisonomía urbana  sufrió grandes cambios de la mano del extraordinario aumento de las construcciones bodegueras que fueron ocupando todos los espacios libres en torno a los viejos barrios. También con el crecimiento de la población, gracias al despegue económico y urbanístico que la ciudad vive a lo largo del siglo XIX, surgen nuevas necesidades de espacios abiertos y de recreo, nuevos paseos y plazas arboladas creándose algunos de los parques públicos que hoy disfrutamos. A medida que Jerez crece, las clases más acomodadas optan, en muchos casos, por instalar sus viviendas en las cercanías de la ciudad, construyendo villas, haciendas y recreos en las zonas del extrarradio y otras cercanas a las bodegas de su propiedad. En el plano de la cultura es de destacar el Colegio de Humanidades de San Juan Bautista que será establecido en 1838 y que pasará a Instituto Local en 1842 y a Provincial en 1851. Pero también cuentan en este aspecto la inauguración de la Biblioteca Municipal, la primera de Andalucía, el 23 de abril de 1873; el funcionamiento ya en 1878 de una Academia Médico-Quirúrgica y de otras de Música y Bellas Artes, así como de una Sociedad de Ciencias, Artes y Letras, precedente de la Real Academia de San Dionisio de nuestros días; y ya en 1897, como remate cultural del siglo XIX, la fundación del Ateneo Jerezano.

La industria vinícola jerezana siguió incrementándose proyectándose la primea línea férrea en la España peninsular para dar salida comercial al famoso Sherry hacia Inglaterra y América, que eclosionaría con la instalación de la línea de ferrocarril que va desde El Portal hasta El Puerto de Santa María y el Trocadero en época de Isabel II (1854). También en las postrimerías del siglo la terrible filoxera, una plaga de insectos, devastará en 1896 los campos de la comarca.

El XIX fue un siglo muy importante en lo que a jerezanos ilustres se refiere. Hombres de bien que engrandecieron Jerez desde la política, las ciencias, las artes, las letras, la cultura o la religión con verdadero prestigio y entrega.

El conocimiento de la historia nos sirve de lección para valorar lo positivo e intentar no caer en los mismos errores del pasado. Y el siglo XIX, con sus luces y sus sombras, fue muy relevante para Jerez y su historia, aportando mucho de lo bueno que hoy disfrutamos en esta hermosa ciudad. La película será una buena oportunidad para situarnos en ese periodo tan significativo de nuestra historia.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 6 de octubre de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Estampa decimonónica captada en el palacio de Garvey, situado en la jerezana plaza de Rafael Rivero.
 

 

miércoles, 25 de septiembre de 2019

SANTO REPROCHE




La cofradía del Santo Reproche se ha introducido a todos los niveles, desde lo civil a lo religioso en lo que lo cofrade tiene tanta fuerza desde hace siglos. En Jerez lo hemos visto recientemente con el conflicto surgido entre la cofradía del Prendimiento y la Jerarquía Eclesiástica, un conflicto en el que los reproches no han faltado, algo que no es de extrañar cuando hablamos de instituciones que son sociedades vivas y están compuesta por personas por lo que es perfectamente lógico que, en ocasiones, surjan cuestiones que provoquen roces y que lleven al enfrentamiento, si bien a diferencia de las instituciones civiles los conflictos en la Iglesia, por su carácter cristiano, nunca llega la sangre al río y en un noventa y nueve por ciento de los casos éstos agravios terminan en concordias.

Hay quien afirma que de todas las cofradías que salen a la calle y no esperan a que sea Semana Santa, la más famosa es la del Santo Reproche, que describió genialmente Sabina en diecinueve días y quinientas noches. En la letra de ese poema con música, el de Úbeda, en un ataque de dignidad, decide comerse para dentro su tristeza y el despecho del abandono, y renuncia a hacer el ridículo lamentando las culpas ajenas:“Y eso que yo, paro no agobiar con flores a María, para no asediarla, con mi antología de sábanas frías y alcobas vacías, para no comprarla con bisutería ,ni ser el fantoche que va en romería, con la cofradía del Santo Reproche, tanto la quería, que tardé, en aprender a olvidarla, diecinueve días y quinientas noches.” Algo parecido ha ocurrido estos días con nuestros políticos, todos renuncian a hacer el ridículo lamentando las culpas ajenas, políticos que son incapaces de vivir sin echarle la culpa a otro de cualquier cosa que le suceda. La legislatura ha durado lo que duran dos peces de hielo en un güisqui on the rocks y de tantos tiras y aflojas, tanto fingir o, estrellarse en una copa de celos, se han quedado muchos ciudadanos con la miel en los labios y escarcha en el pelo. Ya hay quien augura que con la nueva convocatoria electoral, lo que nos espera es una precampaña y una campaña llenas de reproches en detrimento de propuestas.

Al final lo que queda es un neceser con agravios. Agravios de la cofradía del Santo Reproche a los que estamos ya demasiado acostumbrado a nivel nacional, regional o local, incluso cuando se toman los micrófonos para hacer declaraciones. Una norma acusatoria que se ha hecho extensiva a toda tertulia televisiva y a toda conversación sobre nuestros mandatarios.

 La mayoría de los reproches que acaban en conflictos vienen motivados por la tentación del poder. Y no podemos olvidar que la autoridad existe y subsiste en la medida en que no guarda para sí lo recibido ni se encierra en una suficiencia prepotente utilizándola para sus propios fines porque se hace entonces autoritaria y abusiva. La autoridad plenamente responsable descentra el pensamiento y la acción del amor propio y utiliza el poder que ha recibido al servicio ajeno para no ocasionar frustración.

 Los reproches surgen como una respuesta a una frustración. La frustración política hará que la cofradía del Santo Reproche, de aquí al 10 de noviembre, esté aún más presente, el peligro es que esa frustración provoque urnas tan vacías como las alcobas de Joaquín Sabina. 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 22 de septiembre de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Fotografía antigua del "paso" de la Hermandad del Prendimiento de Jerez.
  

martes, 17 de septiembre de 2019

CONSERVACIÓN PATRIMONIAL


 
 
El Ayuntamiento jerezano ha dado a conocer los Premios Ciudad de Jerez del presente año, unos premios que serán entregados el próximo 9 de octubre, festividad de San Dionisio, patrón de Jerez, y aniversario de la reconquista cristiana de la ciudad. El Premio Ciudad de Jerez a la Conservación Patrimonial, ha recaído en el recientemente inaugurado Hotel Casa Palacio María Luisa, Cinco Estrellas Gran Lujo. Un alojamiento situado en una majestuosa casa palaciega del siglo XIX, sobre el que se ha realizado un trabajo impecable de recuperación y conservación del patrimonio, que ha mantenido la solemnidad como palacio al tiempo que se ha adecuado técnicamente a las exigencias de confort.

Enclavada en la histórica y céntrica calle Tornería, la que fuera parte limítrofe de la antigua judería jerezana y que debe su nombre a los menestrales dedicados al oficio de torneros, la espléndida casa palaciega que hoy acoge éste señorial establecimiento hotelero fue habitada primeramente por los señores González, siendo adquirida a principios del siglo pasado por Domecq y Díez que la legó a sus descendientes. En sus muros aún queda el recuerdo del jerezano Juan Pedro Domecq, Ingeniero químico, bodeguero, poeta y ganadero de reses bravas, segundo hijo, primer varón, de los seis que tuvo el matrimonio formado por Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio y María Díez Gutiérrez. Ilustre ciudadano que aparte de los negocios bodegueros y de su labor como ganadero de reses bravas, destacó también en el ámbito de la poesía. Muy influido por la obra de Fernando Villalón, publicó a lo largo de su vida distintos libros de poesía campera entre los que destaca Sobre el Arzón de la Silla o Poesías Camperas. Fue fundador de la Academia Jerezana de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras y del Patronato de Escuelas Rurales Católicas, siéndole otorgada la Cruz de 1.ª clase de Alfonso X el Sabio.

Su imponente e histórica casa palaciega de principios del siglo XIX, que representa la época de mayor esplendor de la ciudad con su fachada de piedra y ladrillo, su trabajada forja, sus frontones enmarcados por pilastras adosadas, su interesante patio interior de arcos y columnas y su jardín trasero con fachada de Aurelio Gómez Millán, pasó, posteriormente, a ser sede del Casino Jerezano hasta su reconversión en éste hotel de lujo que ahora recibe el reconocimiento por su exquisita restauración. Como se señala en la página oficial del establecimiento la Casa Palacio María Luisa encarna el espíritu característico de la ciudad jerezana, uno de los destinos con más solera de España, y es la expresión de la ciudad, de su historia, de su entorno y de su cultura.

La calle Tornería y la plaza de plaza de Rafael Rivero, enclave del Hotel Casa Palacio María Luisa,  son todo un ejemplo de  conservación patrimonial. En la plaza el palacio de Garvey, hoy reconvertido también en establecimiento hotelero; el de Domecq de la Riva, antiguo de Villacreces, que continúa en manos de sus descendientes o el de Pérez-Luna o Rivero, siguen conservando su nobleza y su esplendor de siempre. Igualmente en la calle Tornería son varias las casonas burguesas que se han ido restaurando en estos últimos años con acertado criterio. La conservación patrimonial es una obligación de todos, tanto de instituciones como de particulares. Estos premios anuales son un claro ejemplo de que la apuesta por el patrimonio siempre ofrece recompensas.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 15 de septiembre de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
El ganadero Juan Pedro Domecq y Díez, junto a su hijo y nieto, en su mansión de la calle Tornería actuamente Hotel Casa Palacio María Luisa.
 

viernes, 6 de septiembre de 2019

VOLVER A EMPEZAR


 
 
 
          Con la llegada del mes de septiembre todo vuelve a empezar, se recobra la vida cotidiana con sus horarios y hábitos, las ciudades retoman su actividad normal y, aunque las temperaturas siguen altas, todo parece volver al ritmo que perdimos con la entrada del tiempo estival.

            Este mes de agosto he tenido la oportunidad de visitar la hermosa ciudad de Gijón,  llamada por algunos "el Jerez del Norte". Una ciudad que se mueve en la misma disyuntiva con la capital de la provincia que se da en Jerez y que también vemos en otras provincias como la dicotomía existente entre las ciudades de Murcia y Cartagena, Pontevedra y Vigo, La Coruña y Santiago de Compostela o Badajoz y Mérida. Mi amigo el profesor de historia Gonzalo María Fernández Hernández, con fuertes lazos jerezanos, vive en Gijón y me cuenta que allí los problemas son muy parecidos a los de Jerez. En Gijón existían hasta los años 80 cuatro astilleros que se cerraron. Antiguos palacios de la nobleza gijonesa hoy se han reconvertido como restaurantes para bodas de lujo. En el centro tiendas de toda la vida cierran. La élite de Gijón, hasta los 80 vinculada a la minería de Asturias o al mar por medio de empresas fletadoras o consignatarias de buques, ha visto como muchos de sus miembros más jóvenes tenían que dedicarse al sector de la Banca o de otro género de empresas pero fuera de Gijón y bastantes de ellos en el extranjero.

Si una película retrata la ciudad de Gijón con emoción es la oscarizada “Volver a empezar” (1982) de José Luis Garci.  En 1981, Miguel Albajara (Antonio Ferrandis), un famoso escritor que vive en Estados Unidos, está a punto de recibir el Premio Nobel de Literatura. Tras recibir la noticia que sólo le quedan seis meses de vida, decide hacer su último viaje a su ciudad natal, su Gijón del alma. Allí se rencuentra con su amor de juventud, Elena (Encarna Paso). Juntos recorren la ciudad y otros bellos lugares de Asturias. Ya lo diría Garci, “Gijón tiene cierto veneno, cierto encanto en el paisaje y en el clima, que va muy bien con el marco para la melancolía de la historia”. También añadiría, “Gijón posee algo difícil de explicar, un carisma especial”. Así lo pensamos muchos, a pesar de que la Capital de la Costa Verde no es la más monumental, engancha como pocas.

Algo parecido pasa con este “Gijón del Sur” que es Jerez, con sus antiguas industrias que cerraron, sus palacios que se caen o, los que han tenido mejor suerte, reconvertidos, su comercio tradicional en extinción y sus jóvenes más preparados buscando futuro fuera de Jerez o en el extranjero. Jerez, como Gijón, tiene un cierto encanto en su paisaje y en su clima que va muy bien para la melancolía de la historia, para mirar a nuestro pasado y volver a empezar en todo aquello que se ha ido distorsionando. Solo hay que analizar muchos de esos problemas que siguen vigentes en la ciudad y que no solo no se le han dado solución sino que se han complicado aún más. Quizás con la llegada de septiembre sea el momento de plantearse afrontar los problemas aún existentes empezando de nuevo porque, como en la película de Garci, hay cosas en Jerez que necesitan volver a empezar para recobrar su amor de juventud.
         (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 1 de septiembre de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)





Una mirada al pasado industrial de Jerez.

jueves, 1 de agosto de 2019

NOCHES VERANIEGAS JEREZANAS





El investigador local y flamencólogo Juan de la Plata dijo en su necrológica sobre Benito Pérez-Barbadillo Rodríguez que  no fue solo un excelente poeta sino también un cultivador del sentimiento popular, expresado muy especialmente a través de su amor al costumbrismo andaluz, en todas sus facetas. Sanluqueño de nacimiento ejerció la abogacía en su ciudad adoptiva, Jerez de la Frontera, a donde se vino a vivir a los nueve años. Manolo Liaño, el recordado periodista, le llamó “Jurispoeta” un apelativo que Benito Pérez aceptó gustosamente y le acompañaría de por vida.   En 1970 fue premiado con la Flor Natural de la Fiesta de la Vendimia Jerezana; siendo galardonado también con el premio periodístico del VIII Concurso Nacional Literario de la Caja de Ahorros de Jerez, convocado con motivo de la Semana del Caballo de 1974. Fue director del programa Tertulia Literaria de Radio Jerez y, a lo largo de su vida pública, pronunció numerosas conferencias, pregones, fue mantenedor de juegos florales y dio brillantes recitales de su propia poesía. Su obra publicada es extensa, iniciada con aquella primera antología poética,  titulada "Adviento de amor" que viera la luz en 1960; dejando inéditos otros muchos trabajos a su fallecimiento.

En 1984 prologa la segunda edición de “Rincones típicos de Jerez” cuyo autor es Diego Campoy y Miró, presidente que fuera del Grupo Literario Sherry. Afirmando que no hay nada más tranquilizante y tranquilizador que pasear en las noches veraniegas por las calles jerezanas, que las calles de Jerez son dignas de recorrer observadoramente en solitaria soledad, es decir, cuando en las noches de agosto se encuentran solitarias, y en soledad silenciosa se discurre por ellas pensativamente, en actitud o ejercicio de “peregrino andante”. Añade que, por el éxodo estival, las calles de Jerez se disfrutan más en verano, hay más uso y disfrute personal, menos compartimiento, más soledad pensante. Sentenciando que el mar está muy cerca de Jerez por carretera y Jerez lo suficientemente lejos del mar desde sus calles…para no marearse.  Y acaba diciendo que todo lo que ha dicho no es lo que le habían dicho que tenía decir, sino lo que se le había ocurrido, sin dimes y diretes, una noche cualquiera de agosto por las plácidas calles de Jerez. Genial conclusión como muchas de las genialidades que escondían las poesías de ese jurispoeta sanluqueño-jerezano de tan grata memoria.

Ciertamente es una delicia el pasear por el Jerez intramuros en la época estival, sus estrechas calles, sus recoletas plazoletas y sus bellos rincones son una auténtica explosión para los sentidos. Son calles casi exentas de ruidos, sin apenas bullicios, donde solo la cal de sus casas populares o la noble cantería de emblemáticos y monumentales edificios enmarcan la postal de un Jerez antiguo, quizás menos adaptado a los nuevos tiempos, pero sin duda, más peculiar y genuino.

Las calles jerezanas en general siguen teniendo en época estival ese embrujo del que nos hablaba Benito Pérez, entre solitarias y cautivadoras, entre silentes y evocadoras de tiempos pretéritos. Pasear por ellas en las noches veraniegas jerezanas nos pueden hacer presente esos versos suyos de su poema Bohemio que, con aires lorquianos, hablaba de ese sentimiento popular que le unió a la tierra jerezana y que decía así: “5i me quedo dormido/una noche en la calle /que no me despierte el gallo, /que no me despierte el aire”.
           (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 28 de julio de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)


Portada del libro mencionado en éste artículo

 

martes, 2 de julio de 2019

INTERVENCIONES URBANAS

 



El pasado jueves quedó inaugurada en el Claustro de Novicios del antiguo Convento de San Agustín  la exposición ‘Intervenciones urbanas para Jerez’, en la que alumnos de 5º curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla muestran sus propuestas de regeneración urbana de dos espacios emblemáticos de Jerez: el antiguo casco bodeguero situado en la calle Cristal y los terrenos de la antigua fábrica de botellas.

El antiguo conjunto bodeguero de la calle Cristal mantiene en pie edificaciones que formaron parte del complejo conventual mercedario. La primera noticia documental que se tiene sobre este espacio urbano se remonta a 1716 en el que un texto referente a la comunidad mercedaria calzada de esta ciudad informa de la existencia de un molino junto al convento de la Merced. Este documento fue publicado por el doctor Fernando Aroca Vicenti en 'Arquitectura y Urbanismo en el Jerez del siglo XVIII'. Para los historiadores este espacio con sus jardines y lo que queda en pie de sus históricas edificaciones es un modelo único situado en pleno centro de la ciudad que evidentemente hay que poner en valor.

Por otro lado los terrenos de la antigua fábrica de botellas es otro espacio urbano de privilegio tanto por su situación como por su extensión. El PGOU contempla  destinar 130.000 metros cuadrados de este espacio a zona residencial. Fue el 22 de junio de 1895 cuando el ciudadano francés, D. Antoine Vergier Jeune, en representación del hacendado francés vecino de Lyon, D. Andrés Bocouze, mediante poder notarial expedido el 11 de junio de 1895, solicitaba permiso al Ayuntamiento de Jerez para establecer una fábrica de vidrio en el lado izquierdo del kilómetro 109,30 del ferrocarril Sevilla-Cádiz, próximo a la estación de ferrocarriles de Jerez. Con los años lo que fueron las vidrierías jerezanas pasaron de mano en mano por diferentes empresas nacionales hasta que, finalmente, la más potente de ellas la compró. Se trataba de las Vidrieras de Castilla Sociedad Anónima, que nombradas así quizás no suenen a nada, pero cuyo acrónimo, Vicasa,  supuso un referente en la ciudad durante sus años al frente de la fábrica. Es más, aunque su propietario fuera la gran compañía vidriera francesa Saint Gobain, en la ciudad se le seguía nombrando como Vicasa hasta que llegó el día en que, también, la fábrica de botellas cerró y hoy solo nos quedan sus amplias instalaciones y esas tres chimeneas que son todo un símbolo del glorioso pasado industrial de la ciudad de Jerez.

Dos espacios urbanos que llevan ya demasiados años en desuso y con distintos proyectos que no han llegado a cuajar. Ahora las nuevas propuestas están sobre la mesa y habrá que estudiar cuál de ellas se adaptan mejor a las necesidades actuales de los jerezanos y a su economía. La importancia de los dos espacios urbanos merece una adecuada actuación. Desde el próximo lunes y durante dos semanas la exposición de las propuestas de los alumnos de arquitectura estará al alcance de los ciudadanos. Una exposición que, sin duda, vendrá a dar un carácter multidisciplinar y participativo a la intervención urbana que allí se realice y creará en la sociedad jerezana un positivo debate sobre estos dos espacios públicos.   Lo importante es que no quede en meras propuestas y que, definitivamente, las intervenciones en estos dos espacios urbanos sean, en el menor tiempo posible, una feliz realidad.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 30 de junio de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Primeras instalaciones de la fábrica de botellas jerezana
 
Históricas edificciones que aún permanecen en pie en el recinto bodeguero de la calle Cristal.



 
 

 

miércoles, 12 de junio de 2019

ZASCAS




La palabra zasca se ha popularizado en las redes sociales e internet como acortamiento de ¡zas, en toda la boca! Zasca es una palabra que no existe como tal en el diccionario, pero sí zas, que el Diccionario de la Real Academia define como una onomatopeya para imitar el sonido que hace un golpe, o el golpe mismo. Y eso es lo que viene a significar zasca: como si te dieran un tortazo figurado, para dar un corte a alguien o avergonzarlo. También se utiliza para resaltar un hecho sorprendente e inesperado. Se define como refutación brusca, normalmente ingeniosa, de un argumento contrario, o presentando evidencia contraria.

La jornada del pasado 6 de junio el rey Felipe VI, prosiguiendo en su ronda de consultas con los partidos que han obtenido presencia en el Congreso de los Diputados, recibió a Laura Borrás representante de Juntos por Cataluña. La diputada, después de la recepción y la reunión con el soberano, confesó el zasca que el Rey le había propinado. Según Borràs, ella fue a hacerse la graciosa y le soltó a Felipe VI un recado en nombre de Puigdemont: “Dile que me gustaba mucho más como Príncipe de Gerona que como Rey de España”. La propia Borràs reconoció que el rey anduvo fino de cintura y replicó: “A mí también me gustaba más (Puigdemont) como alcalde de Gerona que como presidente de la Generalitat”. Genial la contestación del rey de todos los españoles, incluidos los catalanes.

En esto de las zascas el recordado Wiston Churchill, primer ministro que fuera de Reino Unido, fue todo un experto. Cuentan que en cierta ocasión Lady Astor, primera mujer que ocupó un escaño en la Cámara de  los Comunes del Parlamento Británico le dijo al carismático político inglés: “Si fuera usted mi marido, endulzaría su café con veneno”. A lo que él le replicó: “Nancy, y si yo fuera su marido, ¡me lo bebería! En otra ocasión, Winston le espetó: “Nancy, es usted una criatura horrible”. “Y usted está borracho, Winston” respondió ella. “Bueno”, fue la demoledora respuesta, “al menos mi estado habrá cambiado por la mañana”.  El dramaturgo, crítico y polemista irlandés Bernard Shaw envió a Winston Churchill dos entradas para la noche de estreno de Santa Juana “una para usted y otra para un amigo, si es que tiene alguno”. Churchill le contestó de inmediato, devolviendo las dos entradas, con una nota en la que lamentaba no poder asistir la primera noche: “Pero me gustaría tener entradas para la segunda” continuaba “si es que la hay…”
           En Jerez también hemos tenido auténticos expertos en esto de las zascas. Uno de ellos fue Mariscal, popular anticuario de la calle Ponce. En cierta ocasión se había dejado la perilla y paseando un día por la calle Arcos, uno que le conocía y que se encontraba acompañado de un grupo de amigos, para hacerse también el gracioso como la diputada catalana, le dijo alzando la voz para que todo el mundo se enterara y en referencia a su perilla: ¡Mariscal, solo te faltan los cuernos para parecer un chivo! A lo que Mariscal, con la gracia y espontaneidad que le caracterizaba, le replicó con voz potente: ¡Pues a ti, nada más que te falta la perilla! Nunca más se le ocurrió a nadie de los que estaban allí hacerse el gracioso a costa de Mariscal. Lo mismo le habrá ocurrido a Puigdemont.  
 
 
             (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo  9 de junio de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Pepe Mariscal, barbero de la jerezana calle Ponce y anticuario. Fotografiado en la peña Los Cernícalos demostrando su arte.
 

jueves, 6 de junio de 2019

UNED JEREZ




          Realicé parte de mis estudios en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), entonces acudiendo todas las semanas a su centro de Cádiz en la plaza de San Antonio. Con el paso de los años se abrió el nuevo centro de la UNED en Jerez de la Frontera, concretamente en el gran caserón isabelino de la calle San Cristóbal 8, un alto y esbelto edificio burgués de mediados del siglo XIX, construido por el arquitecto Valentín Domínguez en 1851 dentro de un estilo ecléctico que combina elementos neoclásicos en sus grandes pilastras jónicas, adornos barrocos en las ménsulas del balcón principal y cierros, así como reminiscencias islámicas en los motivos estrellados que decoran la parte superior de la puerta principal.

            Este noble edificio de la céntrica calle San Cristóbal, que se asoma también con su romántico jardín a la plaza del Progreso, recuerda sus tiempos de vinculación al ducado de Montemar, que cuenta entre sus miembros al héroe jerezano Garci Gómez Carrillo. Perteneciente a la familia Jacome fue donada a la Iglesia por la marquesa de Méritos, Beatriz Manjón y Zarategui, esposa de José Luis Jacome y Ramírez de Cartagena, hijo de Juan Jacome y Pareja, V marqués de Real Tesoro y ministro de Marina. Pasando, posteriormente, el edificio, a la administración civil. El Ayuntamiento jerezano es quien sede las instalaciones a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que realizó hace unos años una notable intervención para su adaptación a su fin docente. Tras varios años acogiendo a alumnos en estos días se daba a conocer que la UNED está a punto de desmantelar su centro de Jerez, en el que ya no queda personal y que apenas está haciendo funciones de centro de estudios.

La educación a distancia es promotora de una propuesta didáctica en la cual el alumno autorregula su aprendizaje, como un proceso de autodirección. La concepción de la educación a distancia o virtual ha cambiado con el auge de las telecomunicaciones digitales y las tecnologías de la información y la comunicación, esto ha permitido mejores y más rápidas formas para diseminar los conocimientos. Las redes de los sistemas de telecomunicaciones permiten que las personas y grupos tengan conexiones rápidas y confiables lo que ha posibilitado una mayor interrelación de información entre ellos. La integración de los campos de la informática, los medios audiovisuales y las telecomunicaciones ha causado impacto en la educación a distancia en el contexto de la globalización. Para muchos estudiantes el que se ofrezcan facilidades para poder estudiar en la UNED supone también otra serie de ventajas como hábito de estudio, la responsabilidad o la organización personal claves en cualquier puesto de trabajo. Es decir, cualquier persona para su empresa querría una persona que fuese responsable, organizada, que trabajadora por sí mismo… Obtener esa especie de entrenamiento para poder llevar un ritmo que luego vas a tener que desarrollar. Valores que, sin duda, aporta el estudiar en la UNED.

El cierre de la UNED-Jerez afecta directamente a muchos alumnos que, en adelante, deberán desplazarse a Cádiz para realizar cualquier trámite administrativo relacionado con estudios. Un servicio que perdemos para Jerez como tantos otros que  han estado relacionados con la propia historia de la ciudad. En la educación no caben restricciones y menos aún establecer más distancias de las que ya nos obligan las circunstancias personales.
           (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 2 de junio de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)

Juan José Jacome y Pareja
Marqués de Real Tesoro y Ministro de Marina

Evocadora fotografía de la plaza del Progreso en el pasado. De fondo la fachada lateral, con su jardín, del edificio de la calle San Cristóbal 8.


 

lunes, 27 de mayo de 2019

FRAY RICARDO




El documento de fundación del convento capuchino de Jerez de la Frontera está fechado en Sevilla el 22 de enero de 1661. A partir de entonces el convento de capuchinos jerezano posee una rica y abundante historia. El 6 de febrero de 166l se bendice la primera capilla con la gozosa asistencia del padre Francisco de Jerez, promotor de la fundación. En 1679 se inaugura una nueva iglesia y convento, gracias a las cuantiosas limosnas y trabajos voluntarios de los jerezanos.

Los capuchinos de Jerez han ofrecido a la ciudad, desde su fundación, esculturas y pinturas de reconocido mérito, destacando sobre todo, la portentosa imagen del Cristo de la Defensión; honrándose, en sus dependencias, con la presencia de destacados capuchinos como el beato Diego José de Cádiz. Destacado capuchino fue también el mencionado padre Francisco de Jerez, eminente por su sabiduría y sus virtudes, por sus excelentes dotes oratorias fue predicador en la corte de Felipe IV.

Digno heredero, como orador, del padre Francisco de Jerez fue el recientemente fallecido Fray Ricardo de Córdoba O.M.F.. Ricardo del Olmo López en la vida civil, fue  ordenado en Córdoba el 8 de diciembre de 1975. Estuvo destinado en diversos lugares entre ellos en la barriada de Alcolea de Córdoba, en el convento de capuchinos de Córdoba llegando a ostentar el cargo de Hermano Guardián, fue trasladado al convento que dicha orden tiene en Sevilla ejerciendo igualmente el mismo cargo, siendo su último destino en Jerez. Conocí a fray Ricardo hace más de tres décadas, un Sábado Santo en Sevilla, donde estaba entonces destinado, me acompañaban varios cofrades de la jerezana y franciscana cofradía de la Defensión, en la plaza del duque quedamos y allí departimos sobre lo divino y lo humano mientras pasaba ante nuestros ojos las solemnes corporaciones del Sábado Santo hispalense. Posteriormente empecé a conocer su faceta artística en el Simpecado que diseñó y pintó para la Hermandad de la Yedra y en aquella exposición sobre su extensa obra que tuvo lugar en los salones de la Diputación de Córdoba, muestra que visité a principios de la pasada década de los noventa. Con su llegada a Jerez nuestro trato fue más fluido, seguidor de esta columna semanal siempre que nos veíamos la conversación era inevitable sobre los temas artísticos y cofrades. Marchó hace poco a su Córdoba natal  y allí me ha sorprendido su adiós.

 Cuentan  que el fraile Ricardo siempre llevó impregnado en su espíritu el carisma franciscano, ejerciendo su pastoral mediante la predicación y el culto, complementado con su faceta de cofrade, pregonero, diseñador e impulsador de cofradías de Semana Santa, tanto en Córdoba como en toda Andalucía. Una actividad que la conjugó perfectamente como parte integrante de su labor pastoral.

El mismo día que muchos amigos de fray Ricardo, venidos de distintos puntos de Andalucía, se despedían de él en el convento de capuchinos de Córdoba, en la capital hispalense se coronaba canónicamente la Virgen de los Ángeles, la titular de la antigua cofradía de los negros de Sevilla, la Virgen que acompañó tantos años como director espiritual.  En los cielos que perdimos volvería entonces a sonar la voz de Machín cantando, en honor de aquel que pasó su vida entre su vocación franciscana y el lápiz de su legado artístico, su “Pintor nacido en mi tierra, con el pincel extranjero. Pintor que sigues el rumbo de tantos pintores viejos….”
(Artículo que publiqué ayer domingo, 26 de mayo de 2019, en INFRMACIÓN JEREZ  y hoy se ha vuelto a publicar en VIVA JEREZ) 
 
Fray Ricardo en una fotografía del ayer ante el popular Cristo de los faroles y el templo de los capuchinos de Córdoba.