Esteban Ruiz Ballesteros, Doctor
en Antropología y profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, en su
trabajo ''Ingleses, minería y cultura. Un ensayo
a contracorriente” menciona, como no podía ser menos hablando de influencia inglesa, a
Jerez. En Jerez
de la Frontera lo británico ha estado siempre presente en la propia calle, y
aún hoy lo sigue estando: carteles y nombres sobre los muros de las bodegas, las
etiquetas de las botellas, la denominación de los tipos de vino (cream, pale
cream), la propia cultura ecuestre, la anglofilia estética, algún que otro
vocablo de uso habitual, incluso una traducción admitida del nombre de su vino
-sherry- que se utiliza habitualmente para un sin fin de objetivos; todo ello
es una muestra de la presencia viva de lo británico. La mayoría de las familias locales con intereses
vinateros terminaron emparentando con británicos, en una suerte de alianza
entre productores y comercializadores que terminó revolucionando la producción
vinatera.
Recientemente con motivo del 400 aniversario del escritor
inglés Shakespeare, el académico y experto en el estudio de nuestros vinos José
Luis Jiménez pronunció una conferencia en la bodega Williams & Humbert
titulada “El Jerez en tiempos de Shakespeare”, aportando como referencia los
documentos que se guardan en el Archivo Municipal de Jerez, donde se conservan
entre sus protocolos notariales de los siglos XV y XVI documentos de
transacciones comerciales de nuestros vinos con ciudades como Plymouth,
Bristol, en Inglaterra, o Galway, en Irlanda; sirviendo de intermediarios
comerciantes extranjeros de las Islas Británicas instalados en
Jerez. Sin olvidar, claro está, que en 1587 Francis Drake abastecería a las
tabernas de Inglaterra con las 2.900 botas de jerez capturadas en el puerto de
Cádiz. No cabe duda alguna, por tanto, que sin el papel histórico de lo
británico en la ciudad y en el vino hoy Jerez no podría ser lo que es.
Motivo por el cual el
referéndum celebrado el pasado jueves dando como resultado la salida de Reino
Unido de la Unión Europea (UE), nos toca muy de cerca, no solo históricamente
sino también por ser Reino Unido uno de los grandes importadores de los vinos
del Marco. El secretario general de COAG-Cádiz, Miguel Pérez, ha dejado claro
que el denominado Brexit “no es bueno ni para el vino de Jerez ni para la
agricultura”, ya que los acuerdos que regulan las relaciones comerciales entre
los países de la UE dejarán de tener validez. Es probable que los aficionados
británicos a nuestros vinos de Rioja, Jerez, etc., busquen ahora alternativas
entre los productos de países miembros de la antigua Commonwealth, como
Australia y Sudáfrica. Se calcula que los precios de vinos españoles (y
franceses, italianos, etc.) puedan registrar aumentos de precio de hasta el 32%
como consecuencia del 'Brexit', aunque podría haber acuerdos entre la UE y Gran
Bretaña para rebajar esta cifra. Pero negociar este tipo de acuerdo tardaría
varios años, y mientras tanto, los productores españoles perderían su cuota de
mercado.
Estudios
recientes afirman que a mediados del siglo XVIII los grandes empresarios
ingleses llegaron prácticamente sin capital. Fue el gran potencial de la zona y
la pericia británica en líneas de comercialización las que supusieron el
despegue del sector. Los vinos se criaron según los gustos británicos,
sustituyendo a los mostos y vinos en claro, y se creó una nueva regulación. A
ver qué pasa ahora.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 26 de junio de 2016 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Ilustración de una revista londinense donde podemos ver la zona de la Puerta de Rota de Jerez y las bodegas de Domecq. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario