La
sombra de la Giralda es alargada y Jerez siempre se ha mirado mucho en el
espejo sevillano. En sus costumbres, sus
gustos y en especial en sus ferias y fiestas se refleja claramente esa sombra
de la Giralda tan alargada y tan influyente.
La Semana Santa es
donde ha sido más evidente esa influencia. En
el libro "La Semana Santa de Jerez y sus Cofradías" el Padre Repetto
nos dice que hay que remontarse al siglo XV para hallar en Jerez no la
existencia de dos cofradías sino la presencia de dos bacinadores o encargados
de pedir para la corporación respectiva, uno de la cofradía sevillana de San
Lázaro y otro de la cofradía de la Merced, ligada a la Orden de su nombre. El
primero recogía limosnas para el Hospital de San Lázaro, destinado a la
recogida de leprosos y el segundo para redimir cautivos.
Si bien en el siglo XV consta la existencia en Jerez de
varias cofradías, casi todas asistenciales, no es hasta el siglo siguiente
cuando se fundan asociaciones puramente para el culto. Es el siglo donde los
arzobispos sevillanos, guiados por el espíritu del Concilio de Trento,
establecen una serie de normas que se ven plasmadas en los Sínodos hispalenses de 1572, 1575 y
especialmente el de 1604 convocado por el cardenal Niño de Guevara y que vienen
a garantizar el buen funcionamiento de todas las cofradías existentes en la
archidiócesis y, por tanto, también en Jerez.
El profesor García Romero nos indica que no podemos olvidar
que para Jerez y para otros muchos lugares el peso de Sevilla, como sede
arzobispal (con sus disposiciones y normas a lo largo de la historia) y como
supuesta capital de Andalucía, ha sido lógicamente muy grande; y así se refleja
en múltiples aspectos. Las noticias, por ejemplo, de los periódicos en los años
cincuenta hablan por sí solas: “El paso de... es uno de los más suntuosos de
Jerez que puede parangonarse con cualquiera de los más destacados de Sevilla”
Pero quizás lo que ha influido, en los últimos tiempos, en
la Semana Santa jerezana con más fuerza ha sido la universalidad de la
Esperanza Macarena. La Esperanza de la Yedra, que conserva el antiguo misterio
de la Sentencia de Sevilla, cumple en la Semana Santa jerezana un papel similar
al de la Macarena en Sevilla, saliendo de Madrugada y recogiéndose por la
mañana entre multitudes. Son también de aires macarenos: La corona de la Virgen
de la Encarnación, la del Dulce Nombre, la anterior de la Virgen del Valle, la
de la Soledad y sobre todo el paso de palio de la Virgen del Desamparo. La
Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción lleva “mariquillas” y tiene una diadema
como la que llevó la Macarena para ser coronada. La Virgen de la Confortación
tuvo los antiguos varales de la Macarena y la Virgen del Patrocinio está
claramente inspirada en Ella. No sin fundamento el historiador Juan Martínez
Alcalde afirma que Jerez es el sitio donde lo macareno y –por extensión- lo
sevillano, ha tenido una interpretación más amplia, más cabal y más afortunada.
La Hermandad de la Macarena acaba de cerrar de forma
apoteósica el cincuenta aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen,
miles de personas se han trasladado a Sevilla para participar en estos actos
finales, entre ellos muchos jerezanos, sobre todo cofrades de esta tierra tan
necesitada de esperanzas. Un Esperanza Macarena que está ungida con un carisma
tan fuera de serie que traspasa todas las fronteras para ser la Esperanza de
todos.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 1 de junio de 2014 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Fotografía del ayer del paso de palio de la Virgen de Confortación de la Hermandad de la Oración en el Huerto con los antiguos varales de la Esperanza Macarena. |
Paso de la Sentencia de la jerezana Hermandad de la Esperanza de la Yedra cuando aún procesionaba con el antiguo misterio de la Hermandad de la Macarena. |
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