El Renacimiento
es un movimiento cultural que
surge en Italia en torno al
1400. Marca el salto de la época Medieval a la Edad Moderna y trae consigo una gran transformación cultural, no
sólo de las artes, sino también de las ciencias, de las letras y de las formas
de pensamiento. Se caracteriza por el rechazo de muchos de los principios del
conocimiento medieval y por la admiración de antigüedad grecorromana. Pretende
recuperar el saber clásico, en el que busca una nueva escala de valores para el
individuo.
El arte renacentista girará en torno al ser humano, pero eso
no significa que deje de ser religioso, sino que además de la Iglesia,
aparecerán nuevos mecenas como, por ejemplo, los ricos comerciantes o la
monarquía, construyéndose palacios, ayuntamientos, universidades, etc.
En España se desarrolla en tres fases. El Plateresco,
caracterizado por una abundante ornamentación muy minuciosa de influencia
florentina y lombarda. El periodo greco - romano, durante el reinado de Carlos
I, que da mayor relevancia a lo arquitectónico, a las estructuras y elementos
constructivos empleados en Grecia y Roma. Y el periodo Herreriano, que se centra
en la estructura y deja de lado todo tipo ornamentación.
Los promotores de los
programas renacentistas fueron, inicialmente los nobles y se manifestó en el palacio;
el primer palacio renacentista español es el de Cagolludo, en Guadalajara y
sobre este modelo parece trazado el jerezano de Riquelme. Su existencia
constataba ya en 1535; las obras del edificio actual parecen iniciarse en 1542.
Sobre la casa-palacio de Riquelme ya
se ha hablado en varias ocasiones en esta columna semanal y no hay que olvidar
que en el momento de su construcción, fue el edificio civil más importante de
Jerez. Debido a la rivalidad que los Riquelme tenían con otras familias
jerezanas, como la Casa de Ponce de
León
o los Villavicencio, la fachada de la
casa se erige como símbolo de poderío. La Casa-Palacio Riquelme emerge en el
principal salón medieval de la ciudad y edificada en un estilo más moderno que
las casas de las familias rivales. Es, por tanto, uno de los edificios claves
de Jerez en el aspecto histórico-artístico, un monumento que en cualquier
ciudad sería motivo de orgullo y de cuido, magnífica sede para instituciones de
prestigio, museos o para uno de tantos hoteles con encanto, pero
lamentablemente ha estado a punto de venirse abajo por la desidia y el
abandono.
La alarma de desplome surgió hace unos días y parece que, por
fin, se van a acometer obras de mantenimiento y mejora en este noble palacio
jerezano. El renacimiento del palacio parece que es una realidad y esas
imágenes mitológicas de su fachada podrán relajarse en su lucha para no ser
derribadas. [] Hércules seguirá
luchando contra el león de Nemea y el rapto de Ueyanira por el centauro Neso
pero sin el temor a verse caído sobre el suelo de la plaza del Mercado. La
familia Riquelme volverá a mostrar su poderío en su escudo heráldico y el
emperador Constantino, los gemelos Rómulo y Remo, al rey Nabucodonosor y a la reina Camila de la Eneida de los cuatro
medallones volverán a renacer con fuerza del olvido.
A ver si estas obras
que el Ayuntamiento de Jerez va a acometer en breve en este palacio supone un
auténtico renacimiento, no solo para este edificio sino también para todo el
patrimonio histórico-artístico de la ciudad que, en definitiva, por cuenta
reporta, no es más que el renacer del Jerez de siempre.
(Artículo publicado el pasado domingo 11 de enero de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Imagen del palacio de Riquelme cuando aún estaba habitable. |
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