Cuentan
los historiadores que en la tarde del sábado 18 de julio de 1936 la corporación
municipal jerezana frentepopulista se reunió con carácter de urgencia para
analizar la situación después de tener noticias de la sublevación de las
guarniciones del Protectorado español en Marruecos. En ese mismo instante se
produce una reunión de oficiales en el
cuartel de caballería Fernando Primo de Rivera, que liderados por el
comandante de caballería Salvador de Arizón Mejías deciden sumarse a la
mencionada sublevación. En la madrugada del 18 al 19 de julio de 1936, seis
soldados de caballería, ocupan el Ayuntamiento y obligan al Alcalde, Antonio
Oliver Villanueva, a entregar el poder. El Alcalde accede con la promesa de que
no se derramaría sangre.
Este
18 de julio de 1936 marcaría la historia no solo de nuestra ciudad sino de toda
España. En Jerez la fecha quedó perpetuada en una clínica de uso público, la
Clínica 18 de Julio, ubicada en el lugar donde hoy se encuentra el edificio de
los sindicatos en la plaza del Arenal, además se cambió el nombre de la calle
Ávila por el de 18 de julio de 1936, nombre que apenas fue utilizado por los
jerezanos para denominar esta calle del barrio de la Albarizuela.
Con
el paso de los años la fecha del 18 de julio, para el pueblo llano, era
esperada más por cuestiones económicas que políticas. Era el día de la paga de
verano lo que suponía para muchas familias el poder permitirse el lujo de
acercarse a las playas cercanas. El
origen de estas pagas extras se remontan a la década de los años 40 del pasado
siglo. En un momento
en el que España intentaba salir del bache económico que había supuesto la Guerra Civil, y a nivel global la IIGM, el gobierno del General Franco decidió compensar
a los trabajadores por el encarecimiento del nivel de vida
y la caída de salarios que habían sufrido. Para ello se ideó una gratificación extraordinaria en Navidad que percibirían todos los trabajadores
en diciembre de 1944. A partir del año siguiente desde el Ministerio de Trabajo se aprobó
que dicha paga tuviera un carácter general y se realizase anualmente
coincidiendo con tan señaladas fechas. Esta paga extraordinaria alcanzó tal popularidad, que en 1947, desde el
gobierno, se pensó en realizar una
segunda gratificación anual, pero esta vez como conmemoración a uno de
los días grandes señalados en el calendario de la época: ‘el Alzamiento Nacional’ o lo que
venía a ser lo mismo, ‘la paga del 18
de julio”.
Lejos fue quedando aquellos años de la
contienda y el 18 de julio era más el nombre de una paga que de una
conmemoración. Con el cambio de régimen se acabó la conmemoración del 18 de
julio pero esta prerrogativa se mantuvo. Una de las pocas medidas del anterior
régimen que permaneció en democracia y hasta nuestros días, pero desplazada al
mes de junio. Solemos
decir que la verdadera conversión no se verifica hasta que llega al bolsillo.
Entonces sí que no hay duda. La paga extraordinaria de verano es heredera de
aquel 18 de Julio, por lo que hay voces que invitan a todos los que desean
borrar esas páginas de nuestra historia que tengan el gesto de no aceptar esa paga
como medida de presión y como gesto muy significativo en la recuperación de la
Memoria Histórica. Cuestión de coherencia y también de ahorro público.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 19 de julio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Antonio Miguel Oliver Villanueva era el alcalde de Jerez de la Frontera el 18 de julio de 1936. |
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