El pasado viernes se dio el pistoletazo de salida a las
fiestas navideñas en nuestra ciudad. El encendido del alumbrado, la puesta en
marcha del Mercado Navideño en la plaza del Arenal, la inauguración del
tradicional Belén Monumental de la Alameda Cristina y de la XXXVI Exposición de
Dioramas de Nacimientos de la Asociación de Belenistas de Jerez, junto a la
apertura del periodo oficial de celebración de zambombas, abren un ciclo
festivo que, un año más, harán única y sumamente atractiva a la Navidad en
Jerez.
Por su singularidad quizás sea la Exposición de Dioramas
de Nacimientos la que más público atrae, sobre todo entre los más pequeños,
dada la variedad y belleza de las escenas representadas. Cuentan los propios
belenistas que fue allá por el año 1979, cuando Manuel Valencia Iglesias,
recién elegido presidente de la Asociación de Belenistas de Jerez, pudo admirar
en un viaje profesional a Barcelona, una exposición de pequeños belenes
alojados en cajas de madera que, bajo el nombre de Dioramas, se mantenían expuestos de manera permanente en la
parroquia de Belén de la Ciudad Condal. Era por entonces esta modalidad
genuinamente catalana, absolutamente desconocida por los belenistas jerezanos y
por tanto en nuestra ciudad y su entorno.
Fue tal el entusiasmo que produjo en Manuel Iglesias este
tipo de belenes, de pequeño formato pero de minucioso y detallista acabado, que
la directiva entonces vigente no dudó en adoptarlo para difundir en nuestra
ciudad esta nueva posibilidad de construir un Nacimiento. Era entonces la época en que al amparo del argumento de
las reducidas dimensiones de las modernas viviendas, se solía renunciar a
sacrificar buena parte del espacio vital disponible para la instalación de un
Nacimiento tradicional, montaje que requería de mayores espacios.
Aún recuerdo aquella primera exposición en la entonces
sede de la Academia de San Dionisio, actual Sala Pescadería Vieja, y las largas
colas de visitantes para contemplar esta novedosa forma de montar un Belén. En
el año 1983 la exposición se traslada a los claustros de Santo Domingo que
habían pasado a ser gestionados por la recién creada Fundación Andrés de
Rivera, allí permanecería la exposición hasta el año 1987 que se muda a la sala
expositiva Callejón de los Bolos, donde se monta durante dos años consecutivos,
para en 1989 volver a los claustros de Santo Domingo que es lugar donde
continuó celebrándose hasta el cierre del recinto en 1999, volviendo entonces y
de nuevo al Callejón de los Bolos. Tras la reapertura del conjunto monumental
de los claustros de Santo Domingo la exposición ha vuelto a tan emblemático
lugar.
Hoy los Dioramas jerezanos son conocidos mundialmente
puesto que, a petición de numerosos organismos oficiales, entidades públicas y
privadas, comercios, asociaciones, etc., han sido expuestos en muchas localidades,
causando admiración y todo tipo de elogios por su lograda realización. En Jerez
los Dioramas han calado profundamente en las tradiciones navideñas jerezanas,
siendo esta anual exposición una cita obligada por la que desfilan año tras año,
decenas de miles de personas.
Sirvan
estas líneas de publico agradecimiento a cuantos artistas y artesanos belenistas
nos han deleitado cada Navidad con estas obras de arte que rememoran, en tan
pequeño espacio pero con maestría admirable, el acontecimiento más grande de la
humanidad, el que cambió la historia del mundo, un hecho transcendental y
único, sobre todo para la vida cristiana: EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 4 de diciembre de 2016 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Año 1999. Exposición de Dioramas de la Asociación de Belenistas de Jerez montada en la antigua bodega "Callejón de los Bolos", |
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