lunes, 9 de octubre de 2017

EL FRACASO DEL CANTONALISMO


 

“Si España se rompe por Cataluña, una fila de fichas de dominó la seguirá por todo el continente”, declaró esta pasada semana el eurodiputado del Partido Popular  Esteban González Pons.  Incluso el analista internacional Miguel Ángel Rodríguez Mackay  ha considerado que una eventual independencia de esta comunidad autónoma ocasionaría un efecto dominó en el interior de España: "No veo una España en escisión que pueda provocar un efecto dominó al interior de España, que repito es una consecuencia de una unidad política regionalista que comienza en 1492, eso es un gran riesgo". Un efecto dominó que, en el peor de los casos, podría derivar incluso al extremo del cantonalismo.

El cantonalismo fue un movimiento insurreccional que aspiraba a dividir el Estado nacional en cantones casi independientes. Tuvo lugar durante la Primera República Española entre julio de 1873 y enero de 1874 y fue protagonizada por los republicanos federales "intransigentes" que querían instaurar inmediatamente la República Federal de abajo arriba sin esperar a que las Cortes Constituyentes elaboraran y aprobaran la nueva Constitución. De un federalismo de carácter radical, su objetivo era establecer una serie de ciudades o confederaciones de ciudades (cantones) independientes que se federarían libremente. El cantonalismo fue eminentemente un fenómeno de la pequeña burguesía, que además tuvo una gran influencia sobre el naciente movimiento obrero, y constituyó un precedente para el anarquismo en España.

            El Cantón de Cádiz se proclamó el 19 de julio de 1873, secundando de esta forma el movimiento cantonal iniciado en Cartagena y declarándose la república independiente de Cádiz.  Se unieron al cantón gaditano algunas localidades, como Puerto Real, La Línea de la Concepción y Vejer, pero otras importantes tomaron un camino distinto. Jerez intentó adherirse al movimiento, pero la intervención conjunta del Ejército, Guardia Civil y Carabineros lo impidió. Por su posición entre tres de las ciudades acantonadas, Cádiz, San Fernando y Sevilla, Jerez, aunque aislada, se convierte en el baluarte defensivo frente al movimiento cantonal, por lo que se produce un fuerte incremento de su guarnición, a lo que habría que añadir tres mil voluntarios civiles armados y organizados. El 4 de agosto del mismo año se disolvió el Cantón de Cádiz al entrar en la ciudad las tropas del General Pavía, desarmando a las fuerzas cantonales de los pueblos importantes de la provincia y ordenando un consejo de guerra a los jefes y oficiales que se habían sumado a la rebelión.

Cuando hay quienes siguen empeñados en hacer de España un Estado federal no debemos olvidar que, por ese efecto dominó, el federalismo del siglo XIX derivó en cantonalismo con un fracaso rotundo. El asunto de Cataluña urge de solución para dar paso a una nueva Restauración, como la que siguió al cantonalismo, pero de la legalidad y del orden.   
(Artículo que publiqué ayer domingo, 8 de octubre de 2017, en INFORMACIÓN JEREZ)
 
 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario