En los últimos tiempos las órdenes religiosas han venido lanzando la voz de
alarma de las dificultades que vienen encontrando para seguir manteniendo esas
casas que por su antigüedad y elevados costes necesitan de unos ingresos que no
tienen. Todo esto unido a la edad tan avanzada de muchas de las religiosas que
necesitan incluso cuidados especiales y a una falta de vocaciones que dan pocas
esperanzas de futuro para mantener comunidades.
Se marcharon las dominicas del Espíritu Santo, quedando uno de los
monasterios más antiguo de la ciudad completamente vacío, con un magnífico
templo de lo mejor del arte renacentista local y con un futuro incierto; nos
dejaron las religiosas del Servicio Doméstico cuyo espléndido palacio es hoy
sede del Obispado de Asidonia-Jerez, se fueron las Hermanitas de los Pobres,
tras una ejemplar entrega a la ciudad de más de un siglo; nos dijeron adiós las
Siervas de María, otra loable institución entregada por entero a los enfermos e
impedidos; los Cartujos forman parte ya de la rica historia local y más
recientemente franciscanos, jesuitas y capuchinos ya no cuentan con comunidades
en Jerez. En el aspecto educativo las
congregaciones religiosas del Santo Ángel, Carmelitas y Compañía de María
también se marcharon, los Hermanos de La Salle han reducido sus tres
comunidades a una y si nos metemos en el pasado, podemos seguir recordando
cuantas comunidades pasaron por la ciudad y hoy son ya un remoto recuerdo del
ayer, Concepcionistas, Agustinos, Trinitarios, Franciscanos Alcantarinos,
Benedictinos, etc. forman el elenco de ese Jerez de celdas y hábitos que en el
mejor de los casos solo nos queda parte de su rico patrimonio monumental.
La última noticia que nos
llega nos habla de la marcha de nuestra ciudad de la comunidad religiosa de las
Hijas de San José, conocidas como Las Josefinas, que, al igual que ya hicieron
las religiosas de la Compañía de María, mantendrán su centro educativo y con el
mismo espíritu pero cediendo las instalaciones y su titularidad a nuevos
rectores.
El Instituto de las Hijas
de San José fue fundado por el Padre Francisco Butiña, llamado el Padre de los
pobres, y la Madre Isabel de Maranges, ambos gerundenses. Las Hijas de San José
recibió la aprobación pontificio el 14 de noviembre de 1902, sus primeras
fundaciones fueron en Cataluña y pronto extendieron su radio de acción por
España, Europa y América. A Jerez llegan el 17 de octubre de 1951 y se
establecen en una casa facilitada por el Ayuntamiento en la Barriada de la
Plata, donde comenzaron a impartir clases de preescolar y enseñanza primaria.
En diciembre de 1970 se inauguró el nuevo colegio de las Hijas de San José,
situado en la Avenida de los Marianistas. En 1973 abrieron otra casa en la
calle Santa Catalina de la Barriada de San José, con la dedicación a obras
apostólicas y sociales.
Desde entonces la congregación
ha seguido siendo fiel a los principios de sus fundadores, la evangelización y
la promoción de la clase obrera mediante la santificación del trabajo y las
actividades propias en el campo de la enseñanza, la labor sanitaria y la
promoción de las obras sociales. Unos principios que seguirán manteniendo en
Jerez gracias al acuerdo con la Fundación Xafer que hará posible que esa
pastoral que, durante tantos años, ha sido la seña de identidad cristiana de
Las Josefinas siga siendo su referente como centro educativo.
(Artículo que publiqué el pasado 8 de abril de 2018 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ. La comunidad educativa del colegio Hijas de San José, conocido popularmente como 'Las Josefinas', rindió homenaje en la tarde noche del pasado viernes 8 de junio a las hermanas de la Congregación por sus años de servicio, entrega, trabajo y compromiso social con los más desfavorecidos y su labor Pastoral en Jerez desde su llegada en 1951) .
Foto del ayer que recoge las Primeras Comuniones de alumnas de las Josefinas en la parroquia de Santa Ana, cuando aún no había sido levantado el actual colegio de la avenida de los Marianistas. |
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