Acaba el mes de Agosto pero no por ello dejamos atrás
el verano, aún nos quedan días de mucho calor sobre todo en lo que se suele
llamar el “veranillo del membrillo” o “veranillo de San Miguel” por coincidir
con la fiesta del arcángel. Jerez cuenta con un impresionante templo dedicado a
San Miguel, joya del arte jerezano entre otras cosas por su magnífico retablo
mayor, cuya calle central se debe, nada más y nada menos, que al escultor Juan
Martínez Montañés, también conocido como el “Dios de la madera”.
Se cumple en el presente año el 450 aniversario del
nacimiento de este genial artista, distintos municipios vinculados a su obra
vienen celebrando actos conmemorativos de esta efeméride, entre ellos Alcalá la
Real, su ciudad natal. El insigne escultor e imaginero nació el 16 de
marzo de 1568 en Alcalá la Real y murió el 18 de junio de 1649 en Sevilla. El
Ayuntamiento alcalaíno contará para esta programa “Montañés 450” con la
colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la
Diputación Provincial de Jaén, la Diputación de Sevilla, la Universidad de
Jaén, la Universidad de Sevilla, la Universidad de Granada, el Ayuntamiento de
Sevilla, el Obispado de Jaén, el Arzobispado de Sevilla, el Arzobispado de
Granada, la Hermandad de Pasión de Sevilla, la Fundación Unicaja, Fundación La
Caixa y la Fundación Caja Rural. Ha sido un trabajo coordinado por diferentes
áreas municipales, para llegar a cerrar un programa como merece el evento.
Jerez le debe a Montañés una
de sus obras más valiosas de su elenco patrimonial. Ese retablo de San Miguel que,
levantado durante la primera mitad del siglo XVII, aglutina en la ciudad al
mayor número de artistas de importancia. Martínez Montañés, junto con otros
artistas, firmó el primer proyecto de
este retablo, proyecto que en 1613 replantea el mismo Montañés para darle la
configuración actual con la diferencia de que las calles laterales deberían ser
pictóricas. En 1641 toma las riendas del retablo su discípulo José de Arce que
sustituye el proyecto originario pictórico de las calles laterales por relieves
escultóricos que lleva a cabo entre 1641 y 1645, completando una obra de primer
orden en lo que al patrimonio artístico y monumental de Jerez se refiere. De
Montañés son también, además de los tres destacados relieves de la calle
central, las dos Virtudes de la parte superior, los dos Santiagos que se
veneran en hornacinas realizadas en el muro de piedra y los santos Pedro y
Pablo.
El profesor Hernández Díaz
calificó este retablo como uno de los más importantes del arte español del
Siglo de Oro. Solo su contemplación, decía el catedrático hispalense, merecería
la visita al “Emporio de Arte” que es Jerez, por muy alejado que se halle el
estudioso. Este impresionante retablo fue obra de larga historia y diversas
incidencias, y enlaza en cuanto a mentalidad y propósitos con el de Santiponce,
los dos más importantes de la producción del inmortal artista de Alcalá la
Real. Motivo más que suficiente para que también en nuestra ciudad surjan
iniciativas que conmemoren este 450 aniversario y ayuden a reivindicar la
figura de Juan Martínez Montañés, el trabajo y su obra jerezana, y, por
supuesto, una oportunidad única para arrojar luz y profundizar en el estudio y
conocimiento sobre cuánto ha significado este insigne andaluz para el mundo del
arte.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 2 de septiembre de 2018 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Retablo mayor de la iglesia de San Miguel en una fotografía de hace unos años cuando aún no se había reformado el presbiterio. |
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