viernes, 15 de junio de 2012

LOS FIELES POR LOS SUELOS



La jornada del tradicional Jueves de Corpus buscando alguna cadena televisiva nacional que diese información sobre las solemnes procesiones Eucarísticas de Sevilla o Granada encontré unas imágenes del Corpus de Sevilla, de la magnificencia de la procesión emitieron poco, o más bien nada, casi todo el reportaje se basó en el calor y en algún que otro desmayo debido a las altas temperaturas, pero lo que más me llamó la atención fue la frase final del comentarista "Una vez más el Corpus de Sevilla acabó con los fieles por los suelos”, antológica sentencia que merece el premio nacional de periodismo. Magnífico titular para resumir una de las manifestaciones religiosas más grandiosas, con más categoría y de más abolengo de las que se celebran en el mundo. Cinismo aparte, este desafortunado comentario o es producto de la llamada campaña de desprestigio a la Iglesia Católica o más bien fruto de una ignorancia total de lo que significa en Andalucía y más concretamente en Sevilla la procesión del Corpus.

Hay que tener muy poca sensibilidad para quedarse con un simple desmayo ante el esplendor de una festividad cargada de historia, arte y sobre todo de fe religiosa. Las procesiones del Corpus, además de cumplir con su principal fin, el culto eucarístico, son una explosión de arte en todos los sentidos, desde sus magníficas custodias hasta los más pequeños detalles cargados de tradición y fundamento, pasando por los elementos que la integran y aquellos otros que embellecen los itinerarios.

En Jerez la procesión del Corpus es la gran manifestación del pueblo católico, con su carga de tradición que se pierde en los anales de la ciudad, y con la importancia que ofrece las cosas hechas con belleza y arte. Sólo su custodia con más de 350 kilos de plata, tres metros de altura y su ejecución por el orfebre sevillano Manuel Gabella, bajo diseño de Cayetano González, es signo evidente para dar una imagen de cuanto aporta nuestra ciudad a esta celebración y ello sin olvidar todo ese Jerez íntimo que sale ese día a la calle para rendir tributo al Santísimo.

Los carteles que viene editando la Unión de Hermandades, con el patrocinio del Ayuntamiento, son muestra de cuánto tesoro oculto existen en torno a la Eucaristía.

Y no hablemos del Corpus de Sevilla pues necesitaríamos más de una enciclopedia para detallar la suntuosidad que encierra. Tres mil cien personas integraban la procesión el pasado año y sólo dos horas en la calle, todo ello perfectamente organizado. Representación de 111 hermandades, portando 125 insignias, 539 representantes de otras entidades y organismos; nutrida representación política, militar y religiosa; 8 pasos y un recorrido repleto de flores, arquitectura efímera y de fieles. Hoy cuatro gatos con una pancarta es una importante manifestación y encabeza los titulares de cualquier medio de comunicación, lo sucedido en Sevilla el pasado jueves de Corpus sólo es noticia porque hizo calor y hubo algún desmayo, la manifestación religiosa que colapsó el centro de la ciudad no es noticiable.

 Sigo pensando que lo que verdaderamente quedó por los suelos, con tan impropia conclusión, no fueron los fieles y menos aún el Corpus de Sevilla, sino fue el propio periodismo por obra y gracia de un informador y de una cadena privada de televisión que se lo permitió. Quizás, como tantas veces ocurre con nuestra Andalucía, lo difícil no es informar, sobre lo que aquí ocurre, sino saber llegar y poder trasmitir la esencia de sus cosas y además saberlo contar con arte y categoría, y no por lo que aparenta. Como diría Aristóteles “la finalidad del arte es dar cuerpo a la esencia secreta de las cosas, no el copiar su apariencia". La esencia secreta de las cosas se ve que para algunos medios ya no es información.
(Artículo publicado en Información Jerez el 4 de junio de 2005 con motivo de la Festividad del Corpus)

Fieles arrodillados al paso de la custodia en una fotografía del Jerez de antes.



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