Como
un faro luminoso que mira a las antiguas playas de San Telmo y a los viejos
embarcaderos de El Portal, se yergue
airosa, en la zona sur de Jerez, la antigua ermita del santo patrón de los
barqueros, San Pedro González Telmo. Aquel dominico español del siglo XIII que abandonó su
sobresaliente carrera dentro del sacerdocio para ingresar en la recién fundada
Orden dominicana y dedicar su misión apostólica a ayudar a los necesitados, y
de un modo especial en Galicia y Portugal, a la atención de los marineros. La gran devoción a él
de los hombres de la mar, con el nombre de San Telmo, se debe a que una
tormenta se calmó a la invocación del santo dominico. Con fama de santo, murió
en Tuy en el año 1246. Su culto inmemorial, como protector de los que corren
peligro en el mar, fue confirmado por Benedicto XIV en 1741.
Desde
el siglo XV hay referencias en Jerez del gremio de barqueros, barqueros
jerezanos que llevaban sus embarcaciones por el río Guadalete hasta El Puerto
de Santa María, Cádiz y Rota. Teniendo su fondeadero en El Portal desde donde
llegaban esas aguas que orillaban en los límites del viejo arrabal de San
Miguel. Allí, en aquellas playas, sobre el año 1575 se levanta una ermita que
se llamaba de Nuestra Señora del Valle y San Telmo. La misma ermita que unos
años más tarde, entre 1580 y 1588, acoge el periodo de fundación de la
Hermandad de la Santa Expiración, la cofradía que, con una rica historia,
aglutina múltiples fervores de todo la ciudad y es todo un referente de la
Semana Santa jerezana.
La
ermita actual, aunque muy transformada, debió de ser levantada entre los siglos
XVII y XVIII y tras su pintoresco exterior el templo presenta una sola nave con
bóveda de medio cañón con lunetos y un camarín cuadrado cubierto de media
naranja. Un templo que ha necesitado muchas actuaciones a consecuencia del paso
de los años y su peculiar emplazamiento al filo de la antigua hoyanca.
Hace
un año aproximadamente la seguridad en la ermita se vio agravada por una placa de termitas que se
cebó con la viguería de las cubiertas, extendiéndose a otras zonas del recinto.
En el informe realizado se señala la
gravedad del mal estado de las techumbres de la ermita, filtraciones de agua y
problemas estructurales en la cubierta de la nave central, debilidad de las
estructuras de los sótanos, detección de fisuras en del ábside, filtraciones de
agua en la nave lateral y problemas de aislamiento térmico. Esto obligó a su
cierre al culto y a emprender unas obras que ya están muy avanzadas y que aún
continúan dado la necesidad de acometer otras actuaciones también muy
necesarias.
Con
el fin de poder seguir sufragando los cuantiosos gastos que estas obras conllevan
la Hermandad del Cristo de la Expiración dio a conocer hace
unos días, en las instalaciones de la Bodegas Williams & Humbert, la
celebración de un recital flamenco el próximo 26 de noviembre, a partir de las
21.30, protagonizado por el artista jerezano Jesús Méndez. Es de desear que la
respuesta a esta nueva convocatoria sea masiva con el fin de que, muy pronto,
la histórica ermita del santo de los barqueros pueda abrir sus puertas a esas
brisas marineras y a cuantas devociones aglutina entre sus centenarios muros.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 2 de octubre de 2016 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Foto del ayer de la procesión con la imagen de San Telmo tras partir de la ermita de su nombre. |
La ermita de San Telmo en tiempos pasados |
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