El
portal especializado www.turismodevino.com
asegura que más de 15 millones de españoles han visitado alguna vez una bodega,
siendo el Marco de Jerez, Cataluña y La Rioja las regiones preferidas por los
turistas.
Este
dato, impresionante por la cantidad de personas en sí, confirma que las bodegas
son una parte sustancial de la cultura de España, primer país del mundo en
extensión de viñedo y el tercer país productor del mundo tras Francia e Italia.
“La
cifra es alta pero no nos ha sorprendido”, comenta Luis Lechuga, responsable de
www.turismodevino.com. “Hay bodegas en prácticamente todas las partes de
España, en lugares de vacación como la Costa Catalana, Rías Baixas, o en el sur
gaditano, además de en multitud de localidades de tamaño medio y pueblos que
son también destino vacacional por cuestiones familiares o por escapadas de fin
de semana”, explica. Para el portal, el desafío realmente del sector bodeguero
frente al enoturismo no está tanto en aumentar el número de personas que alguna
vez han visitado una bodega, sino en asegurar visitantes asiduos a las mismas,
pues si son 15 millones las personas que han visitado una bodega en algún
momento de sus vidas, la cifra anual de visitantes se sitúa en torno al millón
y medio según cifras de Acevin.
Hace
pocos meses los vinos de Jerez celebraron en Barcelona su semana grande en el Sherry Festival,
con un despliegue sin precedentes de actividades que incluyó el estreno del
documental “Jerez y el misterio del Palo Cortado”, de José Luis López Linares.
El Sherry Festival contó con catas, experiencias gourmet y promociones con los
vinos del Marco de Jerez como protagonistas y supuso la primera gran puesta de
largo de las bodegas jerezanas en
Cataluña.
Esto,
en lo que a nuestra ciudad incumbe, es solo una muestra de los beneficios que
se obtienen de mantenerse unidas las distintas regiones de España. El gobierno
ya advirtió de las consecuencias negativas de la independencia para la
autonomía catalana ya que sin
España, Cataluña no podría financiarse por sí misma. No se podrían pagar
las pensiones, no habría ayudas suficientes para fomentar el empleo ni dinero
para becas, la sanidad quedaría gravemente dañada o algunas inversiones en la
industria del automóvil desaparecerían porque han contado con el apoyo
explícito de préstamos del Estado para ponerse en marcha. Incluso Cataluña no
podría tener suministro energético, de gas y de hidrocarburos suficiente si se
desconecta de España. Las relaciones de la industria vinatera también se vería
afectada ya que, sin el Estado, la industria catalana saldría muy perjudicada.
El apoyo dado por el Gobierno a Barcelona sería difícil que continuara y las ayudas de la Oficina Española de
Patentes y Marcas, de las que Cataluña es la más beneficiada, también se
perderían. También desaparecerían los incentivos de Aena hasta 2025, que
podrían ayudar al aumento sensible del tráfico aéreo en Cataluña.
Aunque a día de hoy todavía es un escenario de
política ficción que Cataluña pueda convertirse en el corto plazo en un país
independiente, el Gobierno se ha tomado en serio el desafío soberanista
frenando de inmediato las aspiraciones de los que intentan romper la unidad de
los pueblos de España. Por lo que nos toca esperemos que esos millones de
personas que han gozado de las excelencias de nuestros vinos puedan seguir
confirmando que la bodega sigue siendo una parte sustancial de la cultura de
toda España sin excepción de región alguna.
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 15 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)Jerez Dulce que se elaboraba en Jerez expresamente para Barcelona. |
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