jueves, 26 de noviembre de 2015

SHARÎSH





          Paz Fernández en su estudio sobre el Jerez islámico nos dice que por el geógrafo al-Himyarî sabemos de Sharîsh: "una ciudad mediana, fortificada y rodeada de numerosa plantaciones de viñedos, olivos, trigales e higueras". 

       Jerez bajo la dominación musulmana era una ciudad importante tanto en su aspecto mercantil como estratégico; dotada de una fuerte muralla y alcázar, calles, callejuelas, adarves, alcaicería, poseía además todos los elementos típicos de la ciudad islámica. Era una ciudad de tamaño mediano pero con una alta densidad de población. El tipo de vivienda era generalmente pequeña, y estaba formado por la casa y huerta, corral, establo, solar anejo, etc. lo que indica un cierto autoabastecimiento de las materias primas imprescindibles para la familia. El número de casas que podría haber en Jerez en la época islámica rondaría las 4364, pudiendo situarse su población unas 26184 personas, antes de la revuelta de 1264. En todas los collaciones existía variedad de servicios típicos de la ciudad islámica, abundando las referencias a alhóndigas, hornos, tahonas, molinos de aceite y harina, tiendas, baños, etc. La alhóndiga es precisamente el elemento que con mayor frecuencia aparece, lo que indica la popularidad de Jerez entonces, rasgo típico de su carácter marítimo y comercial; la alcaicería parece también rodeada de talleres, tiendas, almacenes y casas de hospedaje. En el siglo XII son notables en las letras los poetas árabes jerezanos Abulabbas Ahmad ben Abdelmuden, Abulabbas Ahmad ben Yaish y Abulhasan Alí. Pertenece en parte al siglo XIII el poeta Abu Omar ben Obaidalla ben Gasath, muerto en 1241. Todo esto nos hace pensar en una ciudad apacible con la bonanza del clima que caracteriza a esta zona y con unos medios naturales óptimos para el cultivo. Pero la Jerez musulmana, por su condición de plaza fuerte, padecía ya en el siglo XI los diferentes ataques y asedios que llegaban desde el norte de África. Años más tarde, gran parte del bajo Al-Andalus se rebela, pero Jerez se mantiene fiel al imperio almohade. Esta fidelidad se convierte en privilegios para la ciudad, tales como exención de impuestos, convirtiéndose en una de las principales poblaciones del siglo XII.

           Después de tantos siglos el Jerez de hoy conserva un buen número de costumbres heredadas de aquella Sharîsh musulmana, su trazado del casco histórico, el habla, la gastronomía, la raíz andalusí del flamenco, parte de nuestra cultura y muchas de las tradiciones nos vienen de aquellos tiempos. Todo ello nos hace recordar aquello que el escritor español Juan Goytisolo compuso para el prólogo de la obra "La arquitectura del Islam occidental": "Digámoslo bien alto: el complejo de inferioridad acerca del retraso histórico y nuestro pasado árabe ha perdido su razón de ser. En la Europa Comunitaria a la que nos hemos incorporado, nuestra diferencia no ha de ser ya un recordatorio penoso ni causa de frustración: la huella musulmana en nuestro suelo, visible en todos sus ámbitos, es expresión al contrario de una riqueza y originalidad únicas. Ningún país europeo cuenta con un patrimonio como el legado de Al Andalus y ello no redunda en mengua de nuestro europeísmo. Somos europeos distintos, europeos en más.”.

 Sharîsh también fue Jerez, pero un Jerez en paz bajo el lema de Al Zubaidi (muerto en 989), que fuera preceptor del califa cordobés al Hakam II y que ahora, tras los trágicos sucesos de París, cobra actualidad: "Todas las tierras, en su diversidad, son una. Y los hombres todos son vecinos y hermanos".
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo, 22 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ).
 
 
 
Ilustración de Jerez en el Códice Rico del Escorial
 

 

1 comentario:

  1. Creo que la afirmación del señor Velo sobre <> merece ser cuando menos puesta en duda. Verdad es que el aserto no es nuevo y que ha tomado una especie de carta de naturaleza, hasta el punto de que pocas son las personas que lo discuten. Pero un error no se constituye en verdad por mucho que se repita.
    Nada de cierto hay en esa pretendida genealogía andalusí del flamenco. A las claras lo demuestra el arabista Fanjul en su magnífica obra "Al-Andalus contra España. La forja del mito", libro del que seguro sacará buen provecho nuestro señor Velo.
    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar