Los grandes espíritus son como las nubes: recogen para derramarse.
José Torreglosa Solano acaba de recibir el título de “Hijo adoptivo de Jerez”, fue una ceremonia entrañable y emotiva, más que justificada, sobre todo para este Jerez tan poco dado a los reconocimientos en vida.
Pepe Torreglosa ya es jerezano, se lo ha ganado a pulso. Una vida dedicada a hacer feliz a los demás, así lo reconocieron sus propios trabajadores en el homenaje que le tributaron al cumplirse cinco décadas desde la apertura de su negocio. José Torreglosa, quien fuera Hermano Mayor de la cofradía de la Soledad y embajador del Rey Melchor, ha recibido el reconocimiento y el homenaje de los jerezanos, que le han reconocido su labor social, su humanidad, su dedicación y su compromiso con la ciudad por medio de su empresa dedicada al mármol y a la construcción. Un empresario ejemplar que, haciendo gala de aquello que diría Charles Dickens, ha tenido claro que “La verdadera grandeza de la persona consiste en hacer que todos se sientan grandes”.
José Galvín, instructor de la concesión, destacó, a la apertura del expediente, que esta distinción se concede por “el esfuerzo realizado desde que con 21 años abrió su primera empresa en nuestra ciudad, por su dedicación constante por los más necesitados, por la magnificencia de su figura en diversos sectores de la ciudad, por su carácter amable, dialogante y afable, por su defensa de nuestras tradiciones más genuinas, por ser un hombre bueno, buen padre de familia y buen amigo”. Fundador de la empresa familiar Mármoles Torreglosa, que cuenta con una importante nómina de trabajadores y ha contribuido a la transformación económica de Jerez y a la puesta en valor de nuestro patrimonio histórico-artístico. En definitiva por sus excepcionales valores humanos y profesionales.
Hace unos años fui a buscarle para pedirle asesoramiento sobre la colocación de un retablo cerámico en la iglesia de San Pedro, le faltó tiempo para ofrecerse a hacerme la obra. A los pocos días ya había mandado los andamios y el personal necesario para que, lo antes posible, la obra estuviese realizada y todo ello de forma gratuita. En una entrevista que se le realizó en este mismo medio afirmaba: “Mire, yo hago cosas que no quiero que se entere nadie”.”Esto parece la casa de Jesús. Como ejemplo, vino una señora, María, una vez para que le pagase el recibo de la luz. Le di el dinero y a los dos días volvió porque se lo había gastado y no había pagado el recibo. Me dejó el recibo y ya me lo deja todos los meses”. Una muestra de su desprendimiento y generosidad para con sus amigos, con las Hermandades, con la Iglesia, con los desfavorecidos y en general con todo lo que Jerez necesita de él. En estos tiempos difíciles en los que es tan necesario que nos ayudemos unos a otros, en los que la solidaridad está haciendo posible solventar muchas necesidades, en los que son los propios ciudadanos los que, ante la falta de soluciones por quienes nos gobiernan, están haciendo frente a los graves problemas de los que más necesitan, hacen falta, cada vez más, empresarios con corazón, hombres buenos como José Torreglosa Solano, sevillano de nacimiento pero jerezano de adopción, por derecho y por méritos propios.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 16 de diciembre de 2012 y ayer en VIVA JEREZ)
Estampa del pasado de la Virgen de la Soledad en su paso de palio. Hermandad que presidió durante varios años D. José Torreglosa Solano. |
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