miércoles, 9 de enero de 2013

MAÑANA DE REYES


 

 
"El alma tiene ilusiones como el pájaro tiene alas; es lo que la sostiene." Víctor Hugo.

No desean acostarse ni dormir para verlos llegar. Sus padres, al final, les convencen. Los zapatos puestos junto al árbol, soñando con el despertar…, les puede el sueño de la ilusión, un sueño alimentado para preservar su inocencia. La mañana de Reyes pone punto y final a la Navidad, una forma de ponerle final por todo lo alto. Es la mañana de las prisas, de los nervios, de los pequeños de la casa, una noche en la que los nervios no nos habrán dejado dormir bien pero que  la mañana llega de una forma distinta, luminosa aunque estuviese lloviendo o con niebla y expectante por muy seguro que se esté de los regalos que se van a recibir.

La mañana de Reyes comienza en el dormitorio, en el momento que abrimos los ojos y recordamos el día que ha amanecido, los más pequeños suelen correr en busca de los padres para compartir tan mágico momento o directamente hacia el lugar en el que los Reyes hayan dejado los regalos, para ver con qué les sorprenden este año.

Es el único día del año en el que los niños madrugan sin protestar. En el que todos dan por hecho que se han portado bien y por lo tanto los Reyes Magos le van a traer todo lo que han pedido.

También a los mayores, si hemos sido buenos, probablemente encontraremos que debajo del árbol de Navidad los Reyes Magos nos han dejado algún regalito… aunque la verdad es que quienes salen ganando siempre con sus Majestades suelen ser los niños. Pero lo que sí es verdad es que hay en esa ilusión de unos y otros un trasunto de la inocencia infantil que no se puede herir, ni menos matar, porque ellos, los niños, son los verdaderos reyes de la casa, donde otros Reyes les visitarán en la noche de los sueños fugaces. Quitar a un niño la posibilidad de soñar, es como despertarlo de un sueño fantástico. Y lo más grave del caso, es hacerlo molestos porque nosotros, los mayores, hemos perdido la capacidad de imaginar ilusiones. La realidad o la irrealidad de un sueño, no depende de lo soñado, sino de la aptitud de quien sueña. Por eso, para los niños los sueños siempre son reales...

Mañana de Reyes, la casa es un hervidero de idas y venidas, abriendo paquetes hasta deshacerlos y ver de nuevo su carita de ilusión para luego salir a la calle a jugar y enseñar los juguetes a vecinos y amigos. Mañana de Reyes exclusiva de los niños y para ellos. Los juguetes cumplen la ilusión de la inocencia no perdida, de los sueños todavía no rotos, la ilusión guiada por una estrella llena de felicidad.

 

Los Reyes Magos han pasado por Jerez, como por tantos otros lugares, aunque aún haya quien no se lo crea. Seguirán viniendo mientras encuentren la mirada ilusionada de un niño, mientras la mañana de Reyes siga manteniendo su magia, mientras sepamos darle la majestad que como reyes de la ilusión merecen. Mientras exista la ilusión.

 

Ahora se inicia la cuenta atrás para un nuevo 5 de enero, para ir pensando en la carta  que el próximo año se habrá de entregar al Gran Visir.  Trescientos sesenta y cinco días fabricando ilusiones que se harán realidad en la mañana de un nuevo día de Reyes, la mañana donde todos somos un poco más felices.
 
  (Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 6 de enero de 2013 y ayer en VIVA JEREZ)
 
 
 Adoración de los Reyes Magos.
Altorelieve de la catedral jerezana.
 
 
 
 

 

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