lunes, 22 de febrero de 2016

LOLA, JEREZANA ETERNA



        Ay España de mi alma. / Mi sangre mora de jerezana de la frontera. / Entre vítores y palmas fui embajadora del oro y grana de tu bandera. / No es la Lola con su cante la que pone al mundo en pie. /Es que España está delante donde quiera que yo este. /  No hay piropo ni hay arrullo como el eco de las palmas. / Que bien suena y que orgullo. / Presumir con lo que es tuyo. / Ay España de mi alma.

         Esta es una de las letras de tantas canciones como nos deleitó nuestra simpar Lola Flores, la misma que esta semana hubiese cumplido 93 años pero que, como todo genio, no solo no ha desaparecido de la memoria colectiva sino que su figura única e irrepetible se ha ido agigantando con el tiempo. Después de más de dos décadas de su fallecimiento, su figura se sigue rememorando con admiración, sigue siendo la Lola de España, la España de siempre, la España de todos, la España de su alma. Ella sigue siendo La Lola, señores, La Lola que todos seguimos esperando aunque sabemos que ya nunca volverá, la del traje o bata de cola, La Lola de Jerez de la Frontera. Jerezana, soy jerezana, en sus coplas lo repetía, una y otra vez, “Jerezana que trasminas desde lejos a limón y a mejorana. Jerezana, que al andar vas repicando con más son que las campanas. No me tengas en la esquina  que mi sed no tiene espera, amapola y clavellina de Jeré de la Frontera.”

       Sus éxitos se siguen recordando, sus canciones siguen resonando, sus actuaciones siguen siendo buscadas por Internet, sus admiradores siguen siendo multitud y los  imitadores siguen intentándolo sin conseguirlo. Muestra de que su arte y su genio sigue vivo. Sus manos siguen siendo palomas cuando vuelan y sus ojos zarzamora cuando esperan.

       La Lola que toreó al toro de la vida y que cantó una nana por bulería, que amó dejándose el alma en un suspiro, que luchó dejándose la piel en el camino, que lloró un adiós con sabor a despedida y que probó el sabor agridulce de la vida, sigue 93 años después viva en el corazón de esta España de su alma. Un aniversario que no ha pasado desapercibido y que se ha recordado en muchos de los medios de comunicación nacionales, en especial en esta tierra jerezana, donde es tan apreciada y querida. Un cumpleaños que hasta Google se ha encargado de recordar al mundo entero dado la importancia de su figura universal y eterna.

      Lola Flores fue única, inigualable e irrepetible, su embrujo y su arte es eterno como eterno es todo lo que trasciende al tiempo y al espacio. Lola es intemporal porque en ella se unieron una serie de factores difíciles de explicar. Suena el eco de su voz y  para que sigan sonando las palmas, como continúan por ella sonando ahora y siempre, hay que tener en el alma empaque de faraona. Tener la sangre morena y el corazón canastero, para que sepan las penas a sopa de hierbabuena y a gallina en el puchero. El mundo es un redondel que te aplaudió entre clamores. Y para que eso se dé hay que nacer en Jerez y llamarse Lola Flores.


          (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 24 de enero de 2016 y al día siguiente en VIVA JEREZ )


Lola Flores a las puertas de la capilla de la Yedra en una de sus visitas a Jerez.


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