domingo, 22 de julio de 2012

DE TRAJES Y CORBATAS



          La noticia de la semana ha sido, sin lugar a dudas, la dimisión del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, como “sacrificio personal” por el bien de su Comunidad, de España y del PP, declarándose “completamente inocente” del delito que se le imputa en la llamada “causa de los trajes”. Por otro lado el pasado miércoles, el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, recriminó a su compañero de partido el ministro de Industria, Miguel Sebastián, por acudir al hemiciclo sin corbata. Una polémica que viene de lejos, concretamente desde julio de 2008 cuando el presidente de la Cámara regaló al ministro una corbata porque acudía a los plenos del verano sin ella, y Sebastián le correspondió con un termómetro para que midiera la temperatura del hemiciclo.

            Ya en este mismo recuadro semanal, en julio del pasado año, hacíamos referencia, en un artículo titulado “Los calcetines no son para el verano”, a las recomendaciones de los especialistas sanitarios sobre el uso de ropa ligera y transpirable para evitar la deshidratación y los golpes de calor, así mismo se hacía ver que, a estas alturas, el exigir, por cuestiones de trabajo y, con altísimas temperaturas, tanto para los que carecen de aire acondicionado en su lugar de trabajo como para los que su labor profesional se desarrolla principalmente en la calle, llevar chaqueta, corbata y calcetines es quizás tan cruel como el obligar a ponerse otras prendas u atuendos por cuestiones morales. Otra cosa es, tal como defiende el presidente Bono, el mantener “La disciplina del vestido” en el hemiciclo, respetando básicas normas de protocolo.

            Lo cierto es que los trajes y las corbatas se han puesto de actualidad precisamente en un periodo estival donde ya apenas nadie usa estas prendas ni siquiera para trabajar, quedando relegada para acontecimientos sociales y poco más.

            Jerez para eso siempre ha sido muy exigente, la influencia de la cultura inglesa impuesta por los grandes vinateros del siglo XIX, el cuidado en el vestir de la nobleza y las formas de una sociedad agroindustrial, en la que muchos se miraban e intentaban imitar, permitió, formar todo un estilo en cuanto al uso del traje y la corbata en el jerezano. Renombradas sastrerías llenaban el centro de la ciudad a principios del pasado siglo XX. Solo en la calle Larga había cuatro la de Eduardo Pardal en el 22, la de Rafael Cáceres en el 34, la de Manuel Moreno Gaona en el 53 y la de Jerónimo Muñoz Ronda en el 67. Ya a mediados de siglo son cerca de una veintena las sastrerías las que se ubicaban en el centro con nombres que cogerían fama por su abundante clientela tales como la familia Díaz de Cos, Majúval y Ángel Morán en la calle Honda, Andrés Sevilla en la calle Arcos, Enrique Otero en Bizcocheros, Juan Luis en Caracuel, Armando, Fernando Cruz, Antonio Orgambides, Ripalda, Alonso, Jordi, Serrano, Saldaña, Sollero, Amara, Juva, Mera, etc. etc.

Cuando hoy la moda va por otros derroteros el que el presidente Bono reivindique la corbata para las Cortes españolas es, en cierta forma, un homenaje a todos aquellos que hicieron del bien vestir una profesión y sobre todo un arte, una forma de imponer no solo “la disciplina del vestido” sino también la disciplina de un partido que, de momento, representa al gobierno de España, por muy progre que se quiera uno presentar o incluso por mucha calor que haga en el hemiciclo.

 Por la buena imagen del país, Sr. Sebastián, siga usted el ejemplo del presidente Camps, dimita de su actitud, siga las pautas del sabio refrán “donde fueres haz lo que vieres” y aunque también le suponga un “sacrificio personal” póngase la corbata y empecemos ya a ahorrar energía no perdiendo más el tiempo en asuntos como este.
(Artículo publicado en Información Jerez el 23 de julio de 2011)

Año 1890. Factura del sastre jerezano Domingo Argüelles.


   

1 comentario:

  1. ¡Hola!
    Me llamo Macarena y hace poco comencé a hacer mi árbol genealógico. En este artículo mencionas a mi bisabuelo, Jerónimo Muñoz Ronda, que tenía una sastrería. Me gustaría saber algo más sobre él o donde encontrar más datos.
    Muchas gracias y felicidades por tu blog, es muy interesante.

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