“¿Dónde están las mujeres en Semana Santa? ¿Dónde están las mujeres en las hermandades? Las mujeres van con los niños a ver la Semana Santa y a sacarlos..., pero en lo que es en sí ese mundo tan fuerte, que tanta influencia tiene, que hay que reconocer que tiene muchísima influencia social y es algo incuestionable, ¿dónde están las mujeres?”. Estas han sido las palabras pronunciadas por la teniente de Alcaldesa y delegada de Igualdad, Acción Social y Medio Rural del Ayuntamiento de Jerez este pasado miércoles, relativizando el papel de la mujer en las hermandades, entre otras cosas porque no las ve “cargando pasos”.
La presencia y participación de la mujer en el ámbito cofrade no es algo nuevo. Conocemos numerosos testimonios que nos confirman que en hermandades y cofradías, incluso de aquellas ciudades que en la actualidad se muestran todavía algo reacias a la plena integración de la mujer en ellas, tenía en siglos anteriores un protagonismo directo en sus procesiones, confirmándonos, por ejemplo, que en la madrugada de Sevilla del siglo XVIII, la mitad de sus nazarenos eran mujeres o que desde los comienzos de la constitución de la Cofradía de Servitas de la ciudad de Murcia, fundada en 1755, siempre estuvo regida por una señora de esa ciudad. La jerezana cofradía de Jesús Nazareno es todo un referente histórico de integración femenina en lo cofrade.
Sin lugar a dudas podemos afirmar que, en la actualidad, la mujer participa intensamente en la Semana Santa, integrada en gran número de hermandades, cofradías e instituciones cofrades de nuestro país, desarrollando en ellas una plena participación tanto en su organización previa como en sus procesiones, aunque debemos ser conscientes de que todavía faltan por dar muchos “pasos” hasta llegar a conseguir que hombres y mujeres puedan realizar esta labor desde la igualdad en todas ellas, pero no más “pasos” que debe dar la sociedad en general. En nuestra ciudad se tardó muchos años en que una mujer formara parte de la junta de gobierno de una hermandad pero es que también tuvieron que pasar muchos años para que una mujer formara parte de la corporación municipal, y no ha sido hasta el siglo XXI cuando hemos contando con una alcaldesa, el mismo siglo en el que una mujer ha sido nombrada hermano mayor de una cofradía. Una lucha por igualdad que tampoco ha llegado del todo a esos partidos tan defensores de la misma, porque aún no hemos conocido ninguna secretaria general y menos aún presidenta del gobierno, lo que viene a decir que en este camino aún queda bastante por recorrer y no solo en lo que a la Semana Santa se refiere.
A los cofrades no nos hace falta reflexionar para afirmar que las mujeres están en las hermandades donde ellas quieren hoy estar, en puestos de gobierno, compartiendo responsabilidades, trabajando codo con codo con sus hermanos, participando y disfrutando cuando llega el momento, compartiendo tareas, bancos en los cultos, túnicas nazarenas e ilusiones durante todo el año. Y también cargando, si cargando, con el peso de unas corporaciones que tienen siglos de historia y que siempre han estado al servicio de la Iglesia y del pueblo que las vio nacer. Unidos en igualdad de la misma fe y siempre a la voz de ese Capataz que nos hace hermanos a la llamada de “Tos por igual”.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 28 de febrero de 2016 y el martes 1 de marzo en VIVA JEREZ )
Fotografía añeja de la Hermandad de Jesús Nazareno, con sus filas de hermanas , en su recorrido de por la calle Larga de vuelta a su sede. |
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