El Diccionario de la Real
Academia Española nos explica que la locución adverbial "entre pitos y
flautas" se utiliza para "expresar que algo se debe a diferentes
causas o motivos". Nada puede aportarse a ciencia cierta sobre el origen
de esta singular expresión aunque su uso es generalizado en nuestra lengua, al
menos en España. La expresión suele utilizarse para excusar un comportamiento
que requiere de alguna justificación, como llegar tarde o haber gastado más
dinero del previsto.
Entre
pitos y flautas viene a significar “entre unas cosas y otras”. Suele también
utilizarse en la forma “por pitos y flautas”, o sea, por un motivo o por otro.
Igualmente, con el término “pito” se construyen otros modismos, tales como:
“Tomar por el pito del sereno”, en el sentido de tratar a una persona con poca
o ninguna consideración. “Importar un pito (o tres)” coloquialmente utilizado
en el sentido de “nada”.
Bueno,
pues todo esto puede aplicarse a quienes, padeciendo despidos e impagos,
expresaron sus protestas en forma de pitadas en el acto de la pasada pisa de la
uva. Pocas veces, desde el año 1948, que se crea la Fiesta de la Vendimia en
Jerez y dentro de ella el acto principal del nacimiento del nuevo mosto, se
habían visto los accesos de la Catedral tan blindados como en esta última
edición, una presencia de agentes que no impidieron que los pitos y los gritos
de afectados por el ERE y de las trabajadoras de Acasa se hicieran oír
protestando por su situación, una situación que ellos consideran que se ha
tomado por “el pito del sereno”.
Desgraciadamente,
los pitos están siendo demasiado frecuentes en nuestro país, al Rey por los
antimonárquicos, a la bandera española por los independentistas, a los
presidentes del gobierno y sobre todo a cualquier dirigente si no es de nuestro
agrado. Hasta tal punto que incluso el Pleno del Congreso planteó, en su
momento, debatir una proposición de ley para impedir ultrajes a los símbolos
nacionales en los estadios de fútbol, incluyendo pitadas al himno o a la
Familia Real, y sancionar a los promotores de esas acciones, Parece que las
pitadas, con razón o sin ella, están de moda, y lo malo no es que se proteste,
que todo el mundo tiene derecho a ello, aún más cuando es el único método para
que se le escuche, sino que se protesta en el marco de un acto que nada tiene
que ver con lo que se revindica y todo ello por el mero hecho de la participación
en el mismo del destinatario de la pitada, perjudicando al resto del público y
a la imagen del país o de la ciudad.
La
pisa de la uva es uno de los actos más singulares y bellos del calendario
festivo jerezano y merece que se busquen las fórmulas para que no tenga que
celebrase de forma precipitada y entre gritos y ruidos de protestas. Son dos
años consecutivos en los que jerezanos y visitantes no han podido disfrutar del
acto simbólico de la salida del primer mosto por la piquera por cuestiones que
nada tienen que ver con la vendimia. El vino de Jerez, que tanta fama universal
le ha dado a esta tierra, requiere de otro tratamiento aunque solo sea por
respeto a la ciudad y a su historia. Lo cierto y verdad es que entre pitos y flautas,
por una cosa y por otra nuestras Fiestas de la Vendimia siempre se ven
enturbiadas por conflictos. A ver si como en la canción de Mecano:” Entre
gritos y pitos los españolitos hacemos por una vez algo a la vez….y a ver si
espabilamos los que estamos vivos y en el año que viene nos reímos” en vez de
pitar.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 16 de septiembre de 2012 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Estampa del ayer del instante en el que el primer mosto sale por la piquera dentro del tradicional acto de la "Pisa de la uva". |
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