Septiembre
es el noveno mes del año en el calendario gregoriano. Su nombre, que viene de
la misma raíz latina de "séptimo", se debe a que era el séptimo mes
en el calendario romano. Como dato curioso hemos de indicar que cada año,
septiembre comienza el mismo día de la semana que diciembre y que la Segunda
Guerra Mundial empezó y terminó en septiembre (1939-1945).
Un 6
de septiembre de 1465, el rey Enrique IV concede a Jerez de la Frontera el
privilegio de titularse Muy Noble y Muy Leal Ciudad. Diez años después, un 30
de septiembre de 1475, D. Álvaro Obertos de Valeto compra una heredad de viña y
arboleda de la ermita de Nuestra Señora de la Defensión para levantar el
monasterio de la cartuja de Jerez. Un 17 de septiembre de 1479 el jerezano
Pedro de Estopiñán, al frente de cinco mil soldados de Jerez y la provincia,
conquista para España la ciudad de Melilla. También un mes de septiembre de
1846 se funda el recordado hospital de Santa Isabel en las antiguas
dependencias del convento mercedario de Jerez. En septiembre de 1902 se
inaugura solemnemente el parque González Hontoria y en el mismo mes de 1929 el
monumento ecuestre al general Primo de Rivera en la plaza del Arenal. No cabe
duda de que el mes de septiembre está unido a Jerez y a su historia, ese
septiembre vendimiador y mercedario que tanto han exaltado poetas y escritores.
Pero
el septiembre que se nos presenta en este 2012 es bien distinto, un septiembre
que según manifiestan los analistas se presenta con España paralizada. Se
negocian rescates, ayudas, bonos especiales, y demás gaitas que tocar y
escuchar. El año pasado fue malo. El actual será el remate y dicen que el año
que viene será el Gran Remate. Las calles están llenas de locales vacíos, en
venta o en alquiler. Las listas de desempleo crecen al mismo tiempo que crece
la desesperación de jóvenes y viejos. Los negocios muestran un pulso
imperceptible. A muchos empresarios y autónomos las cuentas no les salen. Sin
capacidad de respuesta a la crisis, sin margen de maniobra, porque el crédito
sigue sin fluir, con el aliento de los ricos del norte de Europa en la nuca de
los pobres del Sur, el estado de bienestar es una reliquia. La gente se
manifiesta, ahora que los recortes serán mayores y la carga impositiva difícil
de soportar. Empeoran las expectativas y, conforme pasa el tiempo, cunde el
desánimo, la percepción de que la Crisis Global va para largo. Ni uno ni dos
años más: muchos años más. Salvo los que siguen confiando en el milagro y
mirando para otra parte, el sentimiento general es que hay crisis para rato.
Jerez
enfila este mes de septiembre con la vista puesta en poder salir lo antes
posible de esta situación y con la esperanza de que tantas subidas y tantos
recortes sirvan para algo positivo. La alcaldesa lo ha dicho recientemente:”
Jerez es una ciudad que está enferma pero estoy convencida de que tiene
curación”. “Lo primero que hay que hacer, además de poner orden en el
Ayuntamiento, es recuperar la credibilidad como ciudad. Jerez no va a despegar
si entre todos no somos capaces de cambiar su imagen”. ”Tenemos el
convencimiento de que somos una ciudad grande, con mucho potencial y con mucho
que ofrecer al mundo. Y eso es lo que nos va a hacer salir adelante lo antes
posible”. A ver si es verdad y este mes de septiembre que ahora iniciamos no
pase también a la historia como el peor de que se haya vivido en esta ciudad.
Ya es hora de que Jerez recobre su normalidad de antaño y los meses de
septiembre vuelvan a ser aquellos días de fiesta y alegría que nos llegaban
tras el verano, el mes vendimiador y mercedario de siempre. Llegado el mes de
septiembre comienza un nuevo curso y a
este Jerez enfermo, que tanto ha aportado al mundo, hay que curarlo antes que
sus padecimientos se hagan ya crónicos.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 2 de septiembre de 2012 y ayer en VIVA JEREZ)
Cartel de la primera Fiesta de la Vendimia jerezana celebrada en septiembre de 1948. |
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