miércoles, 17 de septiembre de 2014

HERMANA MAYOR


 
 
El pasado año la directora del Departamento de Geografía, Historia y Filosofía de la Universidad Pablo Olavide, Silvia María Pérez González, ofreció una conferencia en el Obispado de Jerez sobre 'Las cofradías jerezanas de la Baja Edad Media y los orígenes de la Semana Santa', dentro de los actos del 525 aniversario de la recepción canónica de la Hermandad del Mayor Dolor. En esta conferencia habló de cofradías jerezanas y su gobierno, mencionando a una Hermandad integrada sólo por mujeres, Santa María de las Candelas Amarillas, con una función social "muy importante", desaparecida a finales del siglo XVI.

La misma investigadora en un interesante artículo sobre mujeres y cofradías en la Andalucía de finales de la Edad Media,  nos dice que para la ciudad de Jerez de la Frontera hay documentada una cofradía, la de Santa María, que tenía su ad­vocación en la iglesia de San Salvador, cuyo prioste o, mejor dicho, cuya priosta era una mujer, Elvira Alfonso, viuda. Recordemos que el prioste de una cofradía era el cargo más importante para la época estudiada dentro de su junta de gobierno. Sería el equivalente a los actuales hermanos mayores.

La Semana Santa es un fenómeno importante por su calado social, por su dimensión religiosa, por su atracción cultural. Y ello, porque se trata de una expresión fundamentalmente popular; esencialmente religiosa, necesariamente cultural. Además nos encontramos ante un acontecimiento susceptible de ser analizado y considerado desde muy distintos puntos de vista, y con planteamientos no necesariamente convergentes. Efectivamente, al tratarse de una realidad que bebe de todo aquello de lo que se nutre la propia sociedad que le da vida, las cofradías, sus manifestaciones y posicionamientos sociales serán, inevitablemente, un reflejo de ese mismo pueblo.

Hay que tener en cuenta que las propias cofradías se encuadran históricamente en su sociedad en la que el papel de dirigentes estaba reservado a los hombres, solo hay que repasar el listado de alcaldes, presidentes del gobierno o de entidades y organismos de importancia para comprobar que la mujer brilla por su ausencia.

En nuestra ciudad solo la Hermandad de Jesús Nazareno fue abanderada de la mujer en su ya larga historia, pues en su Estatutos de 1865, año de su reorganización, ya permitía el ingreso tanto de hombres como mujeres y no se señala que las mujeres no vayan en la procesión o no figuren en la junta de gobierno, debiendo suponer que en esto se remitían a las normas existentes.

Pero esto era un hecho aislado pues no es hasta 1996 cuando el Obispo Bellido Caro equipara, por decreto, la igualdad de derecho de hombres y mujeres en nuestras Hermandades. Sin embargo no ha sido hasta el pasado miércoles cuando la mujer ha dado el paso definitivo de su integración total en el universo cofrade jerezano. Eva Castañeda, es su nombre y desde dicho día es ya la Hermana Mayor electa de la Hermandad del Perdón, una corporación que rompió moldes cuando se creó desde el mundo obrero, con un Crucificado muy distante de los modelos barrocos y que, ahora, con esta elección, vuelve a hacer historia en la ciudad.

 La primera Hermana Mayor de esta nueva era de las cofradías, que, como todo en la vida, ha necesitado su tiempo, un tiempo en el que la mujer ha demostrado cuanto pueden aportar a unas instituciones antiguas, celosas de su rico legado pero a su vez abiertas a los nuevos tiempos. Un logro más a favor de la igualdad.
(Artículo publicado en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 14 de septiembre de 2014 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Las hermanas de Jesús Nazareno, una tradición de siglos de participación de la mujer en la Semana Santa de Jerez.
 

 

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