lunes, 18 de diciembre de 2017

JEREZ Y LA INMACULADA


 
 
 
 
 
Jerez ha clausurado brillantemente, el pasado jueves festividad de la Inmaculada Concepción, los actos conmemorativos del IV Centenario del Voto Concepcionista de la ciudad.

 Era el momento en el que la Iglesia sustituía en la liturgia la palabra “Santificación” por el término expreso de la “Concepción” de María cuando el franciscano Luis de Carvajal estaba metido de lleno en la fabricación de la suntuosa capilla de la Concepción del jerezano convento de San Francisco. Una capilla que consigue que se haga realidad a expensas de la ciudad y de números devotos. La misma capilla que en  1617 sirve de marco para que autoridades, religiosos de distintas órdenes y el pueblo jerezano, rompiendo diques, emiten en 1617 solemne juramento y voto de sangre de defender el glorioso privilegio de María, siglos antes que la propia Iglesia reconociera la Inmaculada Concepción de la Virgen como dogma de fe.

La historia de la devoción a la Inmaculada Concepción de María está, por tanto, vinculada a la historia de la ciudad de Jerez, muy enraizada, por otra parte, en la religiosidad popular que supo crear todo un elenco patrimonial de obras de arte para potenciar aún más esta creencia. Tallas de Martínez Montañés, Alonso Cano, Pedro de Mena, Roldán, Alonso Martínez o Pedro Duque de Cornejo, y las pinturas de El Greco, Cristóbal Gómez, Pedro Villegas Marmolejo, Francisco Pacheco, Juan de Roelas, Zurbarán y sobre todo Murillo, entre otros muchos, son la mejor muestra de la fe a la Virgen  Inmaculada de un pueblo que siempre se ha sentido profundamente sensibilizado con este misterio.

            Jerez puede presumir de contar con un rico patrimonio relacionado con la Inmaculada. Magníficas esculturas de la Pura y Limpia han sido veneradas durante siglos en iglesias y conventos. Algunas de ellas incluso presidiendo retablos mayores, como los de San Mateo, San Francisco o el convento de San José de la calle Barja; otros ya desaparecidos tales como el de la Vera-Cruz, cuya portentosa talla de la Inmaculada se conserva actualmente en la sacristía de Santo Domingo o el neoclásico de San Pedro con una escultura de la Purísima que hoy preside el templo de la aurora en la bella localidad serrana de Grazalema.

 Otras bellas imágenes de la Inmaculada Concepción presiden templos jerezanos, desde un lugar destacado de su presbiterio, como la Inmaculada Concepción de nuestra catedral, obra de Baccaro, la montañesina de San Pedro, la dieciochesca de San Dionisio o la conocida como Virgen de Nazaret de la parroquia de Madre de Dios, que hace patente, como ya hemos dicho anteriormente, esa defensa que los Jesuitas también hicieron del misterio y que, en Jerez, se hizo presente, durante años, en la Congregación de la Inmaculada de los Luises de la antigua residencia de la plaza de la Compañía, donde aún perdura ese azulejo con la Inmaculada sobre la puerta lateral de la que fuera iglesia de San Ignacio.

Podríamos mencionar muchas más, tallas de la Purísima que se reparten por iglesias y conventos de nuestra ciudad además de cuadros, pinturas, retablos cerámicos, leyendas, jaculatorias con el “Concebida sin pecado original” sobre mansiones y viviendas populares y hasta comercios con el nombre de La Concepción que forman parte ya de nuestra historia local. Una ciudad que no olvida su pasado y que sigue empeñada, a pesar de los nuevos tiempos, en mantener todo este patrimonio material e inmaterial que tanto nos enriquece.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 10 de diciembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Desaparecida capilla del colegio de las salesianas de la calle Pedro Alonso con entrada por calle Caballeros. En la fiesta de la Inmaculada la imagen de María Auxiliadora que presidía el templo era sustituída por la talla de la Purísima Concepción. En la cabecera del artículo el retablo cerámico de la Inmaculada de la antigua iglesia de la Compañía de Jesús.
 

 

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