martes, 28 de enero de 2014

LA CALLE ANCHA


 
 
En estos días hemos visto como la popular calle Ancha se quedaba sin árboles en una de sus aceras. Esto se debe a que el área de Infraestructuras de nuestro Ayuntamiento está acometiendo trabajos de reparación de varios alcorques de esta calle que se encontraban en mal estado debido al levantamiento del acerado por efecto de las raíces de los árboles. El objetivo de estos trabajos es adecentar el acerado deteriorado, mejorar la accesibilidad y eliminar el peligro que supone para el paso de peatones. Para poder acometer esta actuación, ha sido necesario proceder, de forma previa, a la tala de estos árboles que estaban provocando este deterioro en todo el acerado.

Aunque la calle no siempre contó con arboleda, ya nos habíamos acostumbrado a esa frondosa vegetación que la cubría y que ahora se ve mermada por la extracción que se ha llevado a cabo en estos días.

No hay que olvidar que la extracción del arbolado deteriora la calidad ambiental porque para que un nuevo árbol tenga el follaje adecuado y brinde sus beneficios, entre ellos amortiguar las excesivas temperaturas, disminuir los ruidos y el impacto de los vientos, y aportar calidad al aire que respiramos, le lleva varios años.

Los árboles juegan un rol importante en la  ecología de los hábitats humanos de muchas maneras: filtran aire, agua, luz solar, ruidos; enfrían el ambiente y dan sombra. Además embellecen, moderan el clima urbano y ayudan a conservar energía reduciendo las potencialmente peligrosas capas del ozono, que azotan las ciudades, especialmente, en los meses de verano.

La calle Ancha, antes Ancha de la Victoria, la de los viejos torreones de la muralla, la de la torre albarrana frente al viejo convento Mínimo, la de la “Maquinilla” bodeguera transitando por aquellas vías que recorría toda la calle. La misma calle que se llamó un tiempo Canalejas, no por el cantaor puertorrealeño, descendiente de una familia de cantaores gitanos de Jerez llamados los Paquirri, raíces que tuvo para destacar en los cantes festeros, el cantaor al que acompañó siempre el guitarrista Vicente el Granaino, ciego de nacimiento; sino por el abogado y político regeneracionista y liberal español que siendo Presidente del Consejo de Ministros, murió asesinado en un atentado terrorista. Y esa misma calle Ancha sirvió para que pasaran por ella reyes de España como para barricadas en aquel “Motín de Quintas” de trágicas consecuencias.   Esa calle ancha por sus dimensiones, donde Jerez recuerda a su hijo, descubridor de La Florida, Alvar Núñez Cabeza de Vaca y a grandes saeteros en mañana de Viernes Santos junto al bar Canalejas, la están arreglando y esperemos que para mejor. Para reparar lo que estaba mal sin desfigurar la belleza de la calle y de toda su verde arboleda.

Viendo los restos de estos árboles enfermos en medio de la calle se me vienen a la mente aquellos versos de Alfonso Albada “Vuestro tronco era esbelto y verdecía, sorbiendo soles allá en el cerro alto: os arrancaron del paisaje un día, para dar sombras sobre el negro asfalto. Estáis aquí, anclados en la acera, para manchar de verde el gris urbano; se alarga en vano vuestra larga hilera por ver el monte en el azul lejano. ¿Qué cruda mano os puso en estas calles sin secreto, de ruido atormentadas? ¿Por qué os hurtaron a los hondos valles llenos de dulces tardes sosegadas? Yo estoy como vosotros, prisionero, hambriento de altos cielos y paisajes; soñando siempre estoy con un sendero
que haga eterna mi sed honda de viajes”.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 26 de enero y ayer lunes en VIVA JEREZ).
La calle Ancha sin apenas vegetación viendo pasar un cortejo real


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La calle Ancha con naranjos


La calle Ancha con frondosos árboles.

 
 

 

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