miércoles, 8 de julio de 2015

LA CALLE ALGARVE


 
 
La relación de Jerez con el sur de Portugal viene de la época de la Reconquista cuando Alfonso el Sabio repartió fincas a caballeros del Algarve portugués que le acompañaron en su gesta frente al ejército musulmán. El barrio primitivo del Algarve jerezano debió ser más extenso de la calle que hoy lleva este nombre, añadiéndole incluso las callejuelas adyacentes, ya que en el repartimiento de 1266, se inscriben en él un total de 85 cabezas de familia. Su origen se sitúa en un extremo del casco histórico medieval, localizado intramuros. Dentro de la muralla que rodeaba a la ciudadela, la calle Algarve hacía a su vez frontera con el muro que separaba a la judería jerezana del resto de la ciudad. En esta calle nació el actor y dramaturgo jerezano Antonio Vico y Pintos.

A raíz del auge de la calle Larga como principal calle comercial de la ciudad, la calle Algarve también fue un eje dinámico de comercios, contando esta calle por ejemplo con el primer asentamiento de comerciantes chinos a comienzos del siglo XX.  El recordado Juan de la Plata, en uno de sus ilustrativos artículos, decía que las primeras noticias que se tienen de chinos en Jerez se remontan allá por los años veinte del pasado siglo, especialmente como vendedores ambulantes de corbatas, siendo su lugar de venta en la vía pública, en la confluencia de la calle Algarve con Larga, frente al Gallo Azul. La calle Algarve junto con la calle Remedios, calle Nogales, la plaza del Progreso y la calle Consistorio conforma un encantador conjunto de vías peatonales, salpicada de comercios tradicionales. Concretamente la confluencia con la calle Remedios siempre fue un lugar emblemático. La papelería que perduró hasta hace pocos años en una esquina y en la otra el noble edificio donde estuvo la afamada y prestigiosa Eureka y antes Jesús Vaca, frente a la Concepción, la tienda de Quevedo, formaban un triángulo del comercio más castizo.

          Todo esto se fue perdiendo para dar paso a nuevas tiendas de moda que siguieron dando vida a esta popular y céntrica calle jerezana, pero esta semana nos llegan la noticia de que, una vez más, un comercio del centro de Jerez se marcha para siempre. Tras más de dos décadas anclada en la calle Algarve, en el histórico local de Eureka, Springfield ha sido la última víctima de la clausura de establecimientos en el centro de la ciudad. A pesar de tratarse de una franquicia (grupo Cortefiel) con comercios en 57 países distintos y 883 puntos de venta, la tienda se ha visto obligada a desaparecer. Un cierre que se une al de Suinve, otros de los comercios ya clásicos de la calle Algarve, una muestra más de la metamorfosis que está sufriendo todo el centro de Jerez en cuanto al comercio tradicional se refiere, donde, por otro lado, se ve un auge de la hostelería siguiendo la tendencia que se viene observando en los últimos años en las grandes ciudades españolas.

Son ciclos de la historia que hay que afrontar y que nos traen nuevos tiempos para el centro. Esperemos que la calle Algarve que, por su nombre, nos traslada a la activa región comercial y turística del sur de Portugal, no decaiga en el empeño de seguir, siendo, lo que siempre fue, un enclave comercial de primer orden, con el encanto del Jerez de siempre, porque fórmulas hay para ello.
 
(Artículo que publiqué el pasado domingo 5 de julio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ) 
Fotografía del ayer de la calle Algarve en la zona que confluye con la calle Remedios.
 
Antigua postal de la calle Algarve, denominada entonces Antonio Vico, con "La Concepción" en primer término.



 
 

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