La
relación de Jerez con el sur de Portugal viene de la época de la Reconquista
cuando Alfonso el Sabio repartió fincas a caballeros del Algarve portugués que
le acompañaron en su gesta frente al ejército musulmán. El barrio primitivo del
Algarve jerezano debió ser más extenso de la calle que hoy lleva este nombre,
añadiéndole incluso las callejuelas adyacentes, ya que en el repartimiento de
1266, se inscriben en él un total de 85 cabezas de familia. Su origen se sitúa
en un extremo del casco histórico medieval, localizado intramuros. Dentro de la
muralla que rodeaba a la ciudadela, la calle Algarve hacía a su vez frontera
con el muro que separaba a la judería
jerezana del resto de la ciudad. En esta calle nació
el actor y dramaturgo jerezano Antonio Vico y
Pintos.
A
raíz del auge de la calle
Larga como principal calle comercial de la ciudad,
la calle Algarve también fue un eje dinámico de comercios, contando esta calle
por ejemplo con el primer asentamiento de comerciantes chinos a comienzos del
siglo XX. El recordado Juan de la Plata,
en uno de sus ilustrativos artículos, decía que
las primeras noticias que se tienen de chinos en Jerez se remontan allá por los
años veinte del pasado siglo, especialmente como vendedores ambulantes de
corbatas, siendo su lugar de venta en la vía pública, en la confluencia de la
calle Algarve con Larga, frente al Gallo Azul. La calle Algarve junto
con la calle Remedios, calle Nogales, la plaza del Progreso y
la calle Consistorio conforma un encantador conjunto de vías peatonales,
salpicada de comercios tradicionales. Concretamente la confluencia con
la calle Remedios siempre fue un lugar emblemático. La papelería que perduró
hasta hace pocos años en una esquina y en la otra el noble edificio donde
estuvo la afamada y prestigiosa Eureka y antes Jesús Vaca, frente a la
Concepción, la tienda de Quevedo, formaban un triángulo del comercio más
castizo.
Todo esto se fue perdiendo para dar
paso a nuevas tiendas de moda que siguieron dando vida a esta popular y
céntrica calle jerezana, pero esta semana nos llegan la noticia de que, una vez más, un comercio del centro de Jerez se
marcha para siempre. Tras más de dos décadas anclada en la calle Algarve, en el
histórico local de Eureka, Springfield ha sido la última víctima de la clausura
de establecimientos en el centro de la ciudad. A pesar de tratarse de una
franquicia (grupo Cortefiel) con comercios en 57 países distintos y 883 puntos
de venta, la tienda se ha visto obligada a desaparecer. Un cierre que se une al
de Suinve, otros de los comercios ya clásicos de la calle Algarve, una muestra
más de la metamorfosis que está sufriendo todo el centro de Jerez en cuanto al
comercio tradicional se refiere, donde, por otro lado, se ve un auge de la
hostelería siguiendo la tendencia que se viene observando en los últimos años
en las grandes ciudades españolas.
Son ciclos de la historia que hay que afrontar y que nos
traen nuevos tiempos para el centro. Esperemos que la calle Algarve que, por su
nombre, nos traslada a la activa región comercial y turística del sur de
Portugal, no decaiga en el empeño de seguir, siendo, lo que siempre fue, un
enclave comercial de primer orden, con el encanto del Jerez de siempre, porque
fórmulas hay para ello.
(Artículo que publiqué el pasado domingo 5 de julio de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Fotografía del ayer de la calle Algarve en la zona que confluye con la calle Remedios. |
Antigua postal de la calle Algarve, denominada entonces Antonio Vico, con "La Concepción" en primer término. |
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