jueves, 19 de noviembre de 2015

CATALUÑA Y EL JEREZ




El portal especializado www.turismodevino.com asegura que más de 15 millones de españoles han visitado alguna vez una bodega, siendo el Marco de Jerez, Cataluña y La Rioja las regiones preferidas por los turistas.

Este dato, impresionante por la cantidad de personas en sí, confirma que las bodegas son una parte sustancial de la cultura de España, primer país del mundo en extensión de viñedo y el tercer país productor del mundo tras Francia e Italia.

“La cifra es alta pero no nos ha sorprendido”, comenta Luis Lechuga, responsable de www.turismodevino.com. “Hay bodegas en prácticamente todas las partes de España, en lugares de vacación como la Costa Catalana, Rías Baixas, o en el sur gaditano, además de en multitud de localidades de tamaño medio y pueblos que son también destino vacacional por cuestiones familiares o por escapadas de fin de semana”, explica. Para el portal, el desafío realmente del sector bodeguero frente al enoturismo no está tanto en aumentar el número de personas que alguna vez han visitado una bodega, sino en asegurar visitantes asiduos a las mismas, pues si son 15 millones las personas que han visitado una bodega en algún momento de sus vidas, la cifra anual de visitantes se sitúa en torno al millón y medio según cifras de Acevin.

Hace pocos meses los vinos de Jerez celebraron en Barcelona su semana grande en el Sherry Festival, con un despliegue sin precedentes de actividades que incluyó el estreno del documental “Jerez y el misterio del Palo Cortado”, de José Luis López Linares. El Sherry Festival contó con catas, experiencias gourmet y promociones con los vinos del Marco de Jerez como protagonistas y supuso la primera gran puesta de largo de las bodegas jerezanas en Cataluña.

Esto, en lo que a nuestra ciudad incumbe, es solo una muestra de los beneficios que se obtienen de mantenerse unidas las distintas regiones de España. El gobierno ya advirtió de las consecuencias negativas de la independencia para la autonomía catalana ya que sin España, Cataluña no podría financiarse por sí misma. No se podrían pagar las pensiones, no habría ayudas suficientes para fomentar el empleo ni dinero para becas, la sanidad quedaría gravemente dañada o algunas inversiones en la industria del automóvil desaparecerían porque han contado con el apoyo explícito de préstamos del Estado para ponerse en marcha. Incluso Cataluña no podría tener suministro energético, de gas y de hidrocarburos suficiente si se desconecta de España. Las relaciones de la industria vinatera también se vería afectada ya que, sin el Estado, la industria catalana saldría muy perjudicada. El apoyo dado por el Gobierno a Barcelona sería difícil que continuara  y las ayudas de la Oficina Española de Patentes y Marcas, de las que Cataluña es la más beneficiada, también se perderían. También desaparecerían los incentivos de Aena hasta 2025, que podrían ayudar al aumento sensible del tráfico aéreo en Cataluña.

 Aunque a día de hoy todavía es un escenario de política ficción que Cataluña pueda convertirse en el corto plazo en un país independiente, el Gobierno se ha tomado en serio el desafío soberanista frenando de inmediato las aspiraciones de los que intentan romper la unidad de los pueblos de España. Por lo que nos toca esperemos que esos millones de personas que han gozado de las excelencias de nuestros vinos puedan seguir confirmando que la bodega sigue siendo una parte sustancial de la cultura de toda España sin excepción de región alguna.
              (Artículo que publiqué el pasado domingo, 15 de noviembre de 2015, en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ)


Jerez Dulce que se elaboraba en Jerez expresamente para Barcelona.

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