jueves, 18 de abril de 2019

CULTURA Y COFRADÍAS





Al igual que ocurre en las jornadas previas a las grandes fiestas los colegios se disponen, estos días, a organizar distintos actos celebrativos en los que los más pequeños suelen ser protagonistas. La Semana Santa es una de ellas, que se vivirá especialmente en los colegios religiosos y en algunos públicos por el carácter tradicional y cultural de la celebración. Estas procesiones infantiles de Semana Santa en los colegios públicos andaluces han dado lugar a protestas laicistas, la Junta de Andalucía ha salido al paso poniendo en valor su naturaleza cultural y de defensa de las tradiciones, apoyando la celebración de la Semana Santa en los colegios públicos siempre que sea una actividad que tenga el respaldo del claustro y del Consejo Escolar. 

La antropóloga Gema Carrera Díaz afirma que la Semana Santa, como otras fiestas andaluzas, es reflejo de diversidad, complejidad y riqueza cultural. Para comprenderla se deben aceptar sus múltiples dimensiones: religiosa, estética, social, urbana. Su permanencia es reflejo de la capacidad de socialización de los andaluces; sus iconos, cercanos y humanos, de la capacidad de relativizar lo que otros consideran verdades absolutas. La Semana Santa permite ilustrar un concepto integral de patrimonio cultural que engloba manifestaciones materiales e inmateriales relacionadas entre sí y un conjunto de actividades, procesos, saberes, técnicas y conocimientos transmitidos de generación en generación, que producen un sentimiento de identidad y continuidad a gran parte de los andaluces de todas las clases sociales, creyentes y no creyentes.

El Consejo de Ministros, a propuesta del entonces ministro de Educación, Cultura y Deporte, Iñigo Méndez de Vigo aprobó la declaración de la Semana Santa como Manifestación Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial. En el documento oficial se especifica que la Semana Santa, como conmemoración de la Pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, comprende en España toda una serie de celebraciones, entre las que destacan las procesiones. El real decreto reconoce que la Semana Santa en España condensa una gran diversidad de valores culturales desde su función como forma de expresión de la religiosidad popular a su papel como marcador identitario, pasando por su importancia como vehículo de conocimientos tradicionales y su relación con oficios artesanos, así como con las múltiples obras muebles e inmuebles de valor artístico. Y continúa argumentando que desde la época medieval las procesiones de Semana Santa se han convertido en un fenómeno plural y cultural en el que participan todos los géneros y capas sociales, en muchos casos al margen de la práctica religiosa.

Hay expertos que incluso catalogan a la Semana Santa como la principal manifestación cultural española, un Bien de Interés Cultural que merece ser explicado y comprendido debidamente, siendo un vehículo para enseñar y aprender otras disciplinas, como el Arte, la Geografía, la Sociología, la Historia, la política, etc. Un fenómeno religioso y también social, que es historia viva, arte, patrimonio y cultura. Una interesante materia de estudio para maestros, profesores y educadores, de cualquier de los ámbitos, formales, no formales e informales, no para adoctrinar sino para educar frente a la ceguera de los fanatismos intolerantes y ante los que pretenden ignorar la historia y nuestra identidad.

. En los colegios se adquiere cultura y la Semana Santa forma parte indiscutible de ella. Las procesiones escolares no es más que la manifestación de las entrañas del propio pueblo. Un niño con una pequeña trompeta y un tambor es la prueba evidente.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ  el pasado domingo 7 de abril de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Entrañable fotografía de Pereiras que refleja como la condición cofrade es algo unido a nuestra cultura y a nuestra condición desde que nacemos.
 

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