domingo, 24 de diciembre de 2017

AQUELLOS BELENES DE LAS COFRADÍAS




 La historia del belenismo jerezano viene de antiguo. Si nos remontamos solo a la época de la posguerra ya encontramos distintos Belenes montados en Jerez, entre ellos el del Auxilio Social, el de la basílica de la Merced, el del colegio de San Ignacio, el del grupo escolar Menéndez Pelayo y el del Frente de Juventudes, instalado en la calle Eguilúz nº 6. Luego vendrían los del Buen Pastor, Las Angustias, el Beaterio, San José, Sagrado Corazón, Banco Bilbao, etc. En el año 1944 ya figura en prensa el Belén del Preventorio Municipal, instalado en el antiguo Balneario de San Telmo y el del Sanatorio de Santa Rosalía que en la referencia que se hace en el diario "Ayer" se especifica que es un Nacimiento que se viene montando desde hace años.

Fue la Hermandad de las Angustias la decana en los montajes de grandes Nacimientos en sedes cofrades, cuyo artífice principal era el recordado y añorado “Lete” que, con un equipo de personas se afanaba, año tras año, en que no faltara en su Hermandad la cristiana y hermosa tradición de montar el Belén con motivo de la Navidad. Un Belén que empieza a ganar premios en aquellos certámenes belenistas que en la pasada década de los setenta llevaba a cabo Radio Popular de Jerez desde 1967, recogiendo el testigo de los que anteriormente organizaba el Frente de Juventudes.

Este concurso anima a las cofradías a sumarse a la Hermandad de las Angustias. En el año 1977 ya aparecen como segundo y tercer premio, en el grupo de entidades, las Hermandades del Prendimiento y la de las Cinco Llagas, así como un accésits para la Hermandad de la Coronación.

En los siguientes años, sobre todo en las décadas de los ochenta y noventa, se suman otras más como las del Cristo del Amor, Huerto, Yedra, Nazareno, Perdón, Vera-Cruz, Amargura, Soledad, Transporte, Cristo de la Viga, Exaltación, Desconsuelo y la Hermandad del Rocío que aún mantiene su Belén en su sede de la calle Chancillería. Esto por mencionar únicamente los que en aquellos años recibieron premios porque fueron muchas más las que montaban su gran Belén e incluso la abrían al público. Uno de los últimos premios se lo llevó la Hermandad de las Tres Caídas y la de la Redención en 2006. Todo ello sin olvidar los que últimamente se han instalado en la sede de la Unión de Hermandades, gracias a la llegada a este organismo de dos destacados cofrades y belenistas, el mencionado “Lete”, José Alfonso Reimóndez López, y Juan Mateos Portillo.  

La desaparición de los certámenes de Belenes junto a otros factores como el costo y trabajo de meses que supone su montaje, el amplio espacio con el que hay que contar, la disponibilidad de personal para atender un horario de vigilancia y de apertura al público y también las modas, que afectan a muchas de las actividades que se organizan en asociaciones de todo tipo, han hecho decaer la presencia de estos grandes Nacimientos que, por Navidad, daban contenido a esas, también desaparecidas, Guía de Nacimientos y llenaban de público, en un reguero constante de visitas, las distintas Casas de Hermandad.

Ciclos que al igual que suben bajan, ahora las Hermandades, sin olvidar la presencia del Niño Dios en sus sedes, vuelcan todos sus esfuerzos, en estas fechas, en Zambombas y en campañas de Navidad para los más necesitados, señal inequívoca de que el mensaje nacido en Belén sigue hoy cosido a fuego en el corazón cofrade.
(Artículo que publiqué ayer sábado 23 de diciembre de 2017 en el periódico digital MIRA JEREZ)
 
Belén instalado en la sede de la Unión de Hermandades de Jerez en el año 2001
 
            

viernes, 22 de diciembre de 2017

CUANDO LA CARRERA OFICIAL NO ERA LA MISMA PARA TODAS LAS COFRADÍAS




Los hermanos mayores se vuelven a reunir en pleno extraordinario para hablar de la Carrera Oficial, principalmente para intentar darle solución al problema que plantea la Hermandad de la Oración en el Huerto por el rodeo que le supone llegar al palquillo de Toma de Horas en la plaza Aladro. Entre las propuestas que se han barajado hay una que ha llamado poderosamente la atención y que al parecer podría contar con el visto bueno del Obispado, se trata de que la cofradía dominica se incorpore a la Carrera Oficial en un lugar distinto al inicio de la misma, lo que acortaría su recorrido en varios aspectos. Esta propuesta que puede parecer chocante y que habría que estudiar si es viable dada la configuración actual de la Semana Santa en general, además del agravio comparativo que puede ocasionar, no es nueva ya que cuenta con precedentes en la historia de la Carrera Oficial jerezana. 

Hablábamos hace unos días de que fue en 1938 cuando se establece el itinerario común para todas las cofradías. No todas aceptaron esta disposición ya que en los primeros años la Hermandad  de Jesús Nazareno no quiso sumarse al itinerario oficial y continuó con su recorrido de siempre. También la del Cristo de la Expiración mostró su disconformidad aunque finalmente ambas se sumarían a la propuesta del Ayuntamiento y de la Unión de Hermandades.

En 1957 encontramos ya el primer cambio de Carrera Oficial en la ampliación llevada a cabo desde la Rotonda de los casinos a la zona de la Puerta de Sevilla, donde se estableció el primer control de horas.  Esta ampliación tuvo la peculiaridad que afectaba a todos los días de la Semana Santa salvo a la Madrugada del Viernes Santo que seguía manteniendo el inicio de Carrera Oficial en la Rotonda de los Casinos. Dos motivos justificaban esta decisión, por un lado la nula ocupación de usuarios de las sillas en la Madrugada y por otro el hecho que de las cuatros cofradías que procesionaban en la noche santa tres pertenecían a la feligresía de San Miguel, Santo Crucifijo, Cinco Llagas y Esperanza de la Yedra por lo que se veían obligadas a ampliar notablemente su itinerario desde su salida hasta la llegada al control de inicio, la cuarta, la del Nazareno, su ubicación en la Alameda Cristina no le afectaba este cambio.

            Fueron dos años solamente los que la Carrera Oficial de la Semana Santa de Jerez tuvo sus inicios, en la Puerta de Sevilla para todos los días y la Rotonda para la Madrugada, porque en 1959, principalmente por las quejas mostradas por la Hermandad de la Amargura dada la dificultad que le suponía la estrechez del barrio de San Pedro y también  por la disparidad que ello ocasionaba en el reparto de beneficios, la Carrera Oficial vuelve a su lugar tradicional de la Rotonda de los Casinos.

No ha sido éste el único caso en el que la Carrera Oficial de Jerez ha tenido, para las cofradías, inicios distintos en una misma Semana Santa.  En 1965 con los cambios litúrgicos que se producen aquellos años, se obliga a las cofradías que realizaban su salida el Sábado Santo a transitar por la Carrera Oficial en sentido contrario, es decir acudiendo primero a la entonces Iglesia Colegial para hacer la Estación Penitencial y luego continuar, en sentido inverso, por la Carrera Oficial. Así lo hace las Hermandades de la Vera-Cruz que en 1966 pasa ya al Jueves Santo, la de Santa Marta que  en 1981 se incorporaría al Miércoles Santo, aunque desde 1979 ya venía realizando el recorrido por la Carrera Oficial de forma habitual y la del Santo Entierro que por dispensa del cardenal Bueno Monreal deja de hacer Estación Penitencial en la Colegial para no  interferir en la preparación de la Vigilia Pascual, dada la lejanía de su sede y al ocupar el último lugar en la jornada.  Desde aquel año la cofradía del Calvario comienza la Carrera Oficial en la plaza de la Asunción, para continuar por el itinerario común y finalizar frente a Santo Domingo donde se realizaba la despedida oficial de representaciones y autoridades. En 1984 la procesión del Santo Entierro vuelve de nuevo al Viernes Santo haciendo Estación Penitencial en la catedral, por el mismo itinerario oficial que las demás cofradías del día.  En este sentido hay que mencionar también a la Hermandad del Perdón que 1973 se incorpora al Sábado Santo, siendo la primera y realizando la Carrera Oficial también al revés, es decir después de haber hecho Estación Penitencial en nuestro primer templo. Al año siguiente pasó a la tarde del Viernes Santo.

En resumen podemos decir que la Carrera Oficial de Jerez, en dos etapas de su historia ha tenido doble entrada, en los años 1957 y 1958 con unas cofradías que entraban por Puerta Sevilla y otras por la Rotonda de los Casinos, y en el periodo que va desde 1965 a 1983 en el que la mayoría de las cofradías se incorporaban a la Carrera Oficial en la Rotonda de los casinos mientras que las de Sábado Santo lo hacían o bien desde el primer templo de la ciudad o desde la plaza de la Asunción para hacer el recorrido a la inversa. Las circunstancias actuales han variado muchísimo pero como se hacía mención en el anterior artículo los problemas de hoy no son nuevos porque, como diría uno, en las cofradías está todo inventado.
(Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 19 de diciembre de 2017)
 
Hermandad de Santa Marta en el Sábado Santo de 1964, enfilando la calzada del Arroyo para hacer Estación Penitencial a la entonces Colegial y después hacer la Carrera Oficial a la inversa.
 

 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

SUSPIROS




           Voy a contarles a ustedes lo que a mí me ha sucedido, que es la emoción más profunda que en mi vida yo he sentido. Fue en Jerez en las vísperas de Nochebuena donde yo preparé una visita junto a mis paisanos, allí fuimos a pasar el puente de la Inmaculada para disfrutar de todo lo que ofrece esta tierra cuando se acerca la Navidad. Desde que tuve que emigrar no suelo faltar en este puente a mi tierra natal, sus magníficos Nacimientos, sus incomparables zambombas, el propio ambiente de la ciudad, con sus calles del centro llenas de gentes, con sus bares y tabancos tan concurridos, todo un atractivo turístico que los jerezanos que vivimos fuera  echamos mucho de menos.

            El día de la Inmaculada lo habíamos pasado de maravilla en una de esas ambientadas zambombas que te cautiva tanto que nunca ve el momento de irte. Al caer la tarde cuando ya volvíamos al hotel con la alegría de lo vivido nos paramos cerca del alcázar jerezano para, entre todos, entonar uno de esos villancicos que, unos minutos antes, habíamos estado cantando en la zambomba. Nada más arrancar con nuestros cantes a coro se escuchó, a lo lejos, una banda tocar, “callar todos”, dije yo y un pasodoble se oyó que nos hizo suspirar, cesó la alegría, ya todos callaban, ya nadie reía,  todos lloraban, oyendo una música que no nos era extraña, eran nuestros suspiros “Suspiros de España”. La Virgen de la Amargura volvía a los Descalzos tras presidir en la catedral el Pontifical del día de la Inmaculada y justo en el momento que transitaba por la Alameda Vieja, junto al alcázar, cerca de donde estábamos nosotros, sonó “Suspiros de España”. Eran esos suspiros de la nostalgia cuando se vive en tierra extraña, suspiros de tantos que han pasado la amargura de tener que dejar su tierra para buscarse el sustento, suspiros de esos jerezanos que cuando llega Navidad o Semana Santa añoran su tierra desde la lejanía, soñando con zambombas y panderetas por Navidad y pasos de palio cuando los azahares inundan la Corredera.

            No lo cantó así Concha Piquer pero podría ser verdad por las circunstancias excepcionales que se dieron en Jerez en el pasado día de la Inmaculada. Un Jerez viviendo ya la Navidad y otro Jerez adelantándose a la Semana Santa. En la calle San Agustín marchas procesionales y en el mismo momento, a pocos metros, en la plaza del Arenal coplas de Nochebuena, olor a incienso en la delantera del paso mezclado con olor a pestiño del obrador de las monjas clarisas, resplandor de la candelería del palio fundido con la luminosidad del alumbrado extraordinario de la calle Medina. Dos acontecimientos cristianos entrelazados, dos celebraciones selladas al sentimiento del pueblo; contrastes de dos periodos festivos que se viven intensamente desde hace siglos. Tiempos que se funden como los silencios previos al nacimiento y posteriores a la muerte, como la propia vejez cuando se hace infantil. Los que en el pasado puente de la Inmaculada tuvieron la oportunidad de ver, viniendo de fuera, una muestra de nuestra Navidad y de nuestra Semana Santa sólo con ir de una calle a otra no se les olvidará nunca lo vivido porque pasaron del nacimiento a la muerte en un suspiro. Vida y muerte con un solo protagonista, el Niño Dios, el que llena siempre de suspiros todas las amarguras.    
 
             (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 17 de diciembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 

 

lunes, 18 de diciembre de 2017

JEREZ Y LA INMACULADA


 
 
 
 
 
Jerez ha clausurado brillantemente, el pasado jueves festividad de la Inmaculada Concepción, los actos conmemorativos del IV Centenario del Voto Concepcionista de la ciudad.

 Era el momento en el que la Iglesia sustituía en la liturgia la palabra “Santificación” por el término expreso de la “Concepción” de María cuando el franciscano Luis de Carvajal estaba metido de lleno en la fabricación de la suntuosa capilla de la Concepción del jerezano convento de San Francisco. Una capilla que consigue que se haga realidad a expensas de la ciudad y de números devotos. La misma capilla que en  1617 sirve de marco para que autoridades, religiosos de distintas órdenes y el pueblo jerezano, rompiendo diques, emiten en 1617 solemne juramento y voto de sangre de defender el glorioso privilegio de María, siglos antes que la propia Iglesia reconociera la Inmaculada Concepción de la Virgen como dogma de fe.

La historia de la devoción a la Inmaculada Concepción de María está, por tanto, vinculada a la historia de la ciudad de Jerez, muy enraizada, por otra parte, en la religiosidad popular que supo crear todo un elenco patrimonial de obras de arte para potenciar aún más esta creencia. Tallas de Martínez Montañés, Alonso Cano, Pedro de Mena, Roldán, Alonso Martínez o Pedro Duque de Cornejo, y las pinturas de El Greco, Cristóbal Gómez, Pedro Villegas Marmolejo, Francisco Pacheco, Juan de Roelas, Zurbarán y sobre todo Murillo, entre otros muchos, son la mejor muestra de la fe a la Virgen  Inmaculada de un pueblo que siempre se ha sentido profundamente sensibilizado con este misterio.

            Jerez puede presumir de contar con un rico patrimonio relacionado con la Inmaculada. Magníficas esculturas de la Pura y Limpia han sido veneradas durante siglos en iglesias y conventos. Algunas de ellas incluso presidiendo retablos mayores, como los de San Mateo, San Francisco o el convento de San José de la calle Barja; otros ya desaparecidos tales como el de la Vera-Cruz, cuya portentosa talla de la Inmaculada se conserva actualmente en la sacristía de Santo Domingo o el neoclásico de San Pedro con una escultura de la Purísima que hoy preside el templo de la aurora en la bella localidad serrana de Grazalema.

 Otras bellas imágenes de la Inmaculada Concepción presiden templos jerezanos, desde un lugar destacado de su presbiterio, como la Inmaculada Concepción de nuestra catedral, obra de Baccaro, la montañesina de San Pedro, la dieciochesca de San Dionisio o la conocida como Virgen de Nazaret de la parroquia de Madre de Dios, que hace patente, como ya hemos dicho anteriormente, esa defensa que los Jesuitas también hicieron del misterio y que, en Jerez, se hizo presente, durante años, en la Congregación de la Inmaculada de los Luises de la antigua residencia de la plaza de la Compañía, donde aún perdura ese azulejo con la Inmaculada sobre la puerta lateral de la que fuera iglesia de San Ignacio.

Podríamos mencionar muchas más, tallas de la Purísima que se reparten por iglesias y conventos de nuestra ciudad además de cuadros, pinturas, retablos cerámicos, leyendas, jaculatorias con el “Concebida sin pecado original” sobre mansiones y viviendas populares y hasta comercios con el nombre de La Concepción que forman parte ya de nuestra historia local. Una ciudad que no olvida su pasado y que sigue empeñada, a pesar de los nuevos tiempos, en mantener todo este patrimonio material e inmaterial que tanto nos enriquece.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 10 de diciembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Desaparecida capilla del colegio de las salesianas de la calle Pedro Alonso con entrada por calle Caballeros. En la fiesta de la Inmaculada la imagen de María Auxiliadora que presidía el templo era sustituída por la talla de la Purísima Concepción. En la cabecera del artículo el retablo cerámico de la Inmaculada de la antigua iglesia de la Compañía de Jesús.
 

 

miércoles, 13 de diciembre de 2017

RECUPERADA LA INMACULADA DEL VOTO DE LA CATEDRAL





Jerez ha conmemorado la Solemnidad de la Inmaculada Concepción con una celebración en la Santa Iglesia Catedral que contaba este año con la referencia de un aniversario que ya se ha venido haciendo presente con diversos actos a lo largo de este otoño: el IV Centenario del Voto Inmaculista de la Ciudad. El Cabildo Catedral ha querido también sumarse a esta efeméride recuperando para el culto la imagen de la Inmaculada del Voto del templo catedralicio que, una vez ha sido restaurada, quedará a partir de ahora a la exposición de los fieles en lugar aún no especificado de la Santa Iglesia Catedral.

Esta interesante imagen pertenece a la escuela sevillana de finales del siglo XVI o más bien principios del XVII, se la llama Concepción del Voto y fue donada por el canónigo Alonso Caballero de los Olivos en 1615 con motivo del Voto Inmaculista realiza por el entonces Cabildo Colegial. Sobre esta talla hubo no poca discusión a comienzos del siglo XX a propósito del III Centenario del Voto Inmaculista de Jerez y al respecto de la imagen ante la que se realizó aquel primer voto de los jerezanos. La imagen presidía el actual retablo de San José, anteriormente de San Juan Grande y originariamente altar de la Inmaculada, lugar donde también estuvo ubicada la Inmaculada Concepción que hoy se encuentra en uno de los pilares del presbiterio catedralicio y que es obra de Jácome Baccaro. Es probable que fuera en 1907 cuando abandonara su originario retablo para situarse presidiendo el templo en el baldaquino que en aquel año diseñara el arquitecto Francisco Hernández Rubio, realizado en mármol de Carrara como retablo mayor de la Colegial y que vino a sustituir uno anterior de madera. El baldaquino de Hernández Rubio fue retirado en 1967 con motivo de una de las reformas efectuadas en el primer templo de la ciudad pasando la Inmaculada del Voto a las dependencias interiores.

Al cumplirse el IV Centenario del Voto Concepcionista de Jerez esta histórica y valiosa talla de María Inmaculada, hoy felizmente recuperada, ha hecho presente la importancia que tuvo el Cabildo Colegial de Jerez en la defensa de la Inmaculada Concepción de María. No hay que olvidar que fueron los años 1615 a 1617 los del gran fervor a la Inmaculada en Jerez, con la activa presencia del Cabildo Colegial, como documentalmente consta, que hizo voto de profesar y defender la Inmaculada Concepción de María, concurriendo desde entonces el Cabildo a la fiesta de la Concepción en el convento de San Francisco, cada 8 de diciembre. Y quedó, desde entonces la inveterada y jamás alterada costumbre de que nadie tomara posesión de una prebenda en nuestra antigua Colegial sin previamente jurar defender el hoy dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Bienvenida sea, tras su restauración, esta histórica talla que tanto significado tiene para la vinculación de Jerez con el misterio de la Pura y Limpia Concepción de María. 
 
(Artículo que publiqué en la periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 10 de diciembre de 2017) 
 
 
Inmaculada de Voto cuando se exponía en el museo del primer templo jerezano
 
Desaparecido baldaquino de la entonces Colegial jerezana con la Inmaculada del Voto en su centro.



 
 

martes, 12 de diciembre de 2017

CARISMA VICENCIANO





Se cumplen en este año el cuatrocientos aniversario del Carisma Vicenciano. En la reunión anual que los representantes mundiales de las ramas de la Familia Vicenciana tuvieron en Roma durante el mes de enero de 2016, se anunció oficialmente la celebración de los 400 años del Carisma Vicenciano, con el siguiente lema: “Fui forastero y me recibisteis… Mt 25, 35)”. El actual Superior General de la Congregación de la Misión y de la Compañía de las Hijas de la Caridad, P. Tomaz Mavric, C. M., con ocasión de la fiesta de San Vicente de Paúl, volvió a recordar esta fecha como “una gracia especial que la Providencia nos ofrece”.

La Fundación de la Congregación de la Misión o Misioneros Paúles tuvo lugar el día 25 de Enero de 1617, día de la Conversión de San Pablo. El Carisma Vicenciano, es la intuición o visión profética de San Vicente de haber sabido captar los problemas acuciantes de su tiempo, en el contexto sociológico, cultural y religioso de su época y haber dado respuesta evangélica a esa problemática.

Las Hijas de la Caridad constituyen, sin duda, junto a los Misioneros Paúles,  la obra maestra de Vicente de Paúl. Su sola presencia, como institución dentro de la Iglesia, supone una verdadera revolución, algo que socaba los cimientos mismos de la concepción de la vida religiosa femenina, e incluso del papel de la mujer en la iglesia, de entonces, y aún de ahora, aunque en menor medida. Heredera de una ancestral tradición, que todavía hoy no ha sabido adaptar del todo a los nuevos tiempos, la institución eclesial ha reducido a la mujer, durante siglos a un papel secundario, a actuar entre bastidores. El claustro era el único camino válido en el pasado para aquellas que decidieran servir a Dios en cuerpo y alma. Otros habían intentado, antes que Vicente, romper este cerco, cada vez más angustioso, pero sus esfuerzos había resultado vanos. Vicente, en cambio, tras un forcejeo tenaz, llevará a cabo, con éxito, la empresa: a partir de él, la contemplación y el claustro dejarán de ser el único camino que se ofrecerá a la mujer para consagrarse a Dios. La Hija de la Caridad encontrará a Dios en el pobre y le buscará allí donde el pobre se encuentre.

La gran familia Vicenciana está presente en los cinco continentes con diferentes ministerios: desde las misiones, pasando por las obras de salud, la atención a las personas en situación de calle, a los refugiados, a los niños abandonados, y a las madres jefes de hogar, hasta la educación, la formación y las obras de promoción y desarrollo

Las Hijas de la Caridad que en nuestra ciudad han atendido centros como el Asilo de San José, en la antigua Residencia General Primo de Rivera, la Gota de Leche o la Casa Cuna posteriormente “Hogar de los Dolores, llegaron a Jerez en 1841, concretamente al antiguo hospital de Santa Isabel, posteriormente iniciaron en 1897 su labor en el colegio del Salvador, donde hoy mantienen el loable comedor benéfico y, años más tarde, concretamente en 1909, en las escuelas de Madre de Dios.

De este colegio de Madre de Dios partió el pasado lunes la Virgen de la Medalla Milagrosa, hasta la Santa Iglesia Catedral para celebrar allí un triduo conmemorativo del cuatrocientos aniversario del Carisma Vicenciano. Cuatro siglos al servicio de la Iglesia y de los pobres.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 3 de diciembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Religiosas de la Caridad de San Vicente de Paúl junto a los médicos que atendían el desaparecido hospital de Santa Isabel, ubicado en el antiguo convento de la Merced, hoy Instituto Santa Isabel de Hungría.
 

miércoles, 29 de noviembre de 2017

PLAZA DE PLATEROS




La céntrica plaza de Plateros se ha convertido en los últimos años en unos de los espacios donde la hostelería ha encontrado su sitio, formando parte de ese itinerario de ocio que partiendo de la calle Consistorio y siguiendo por plaza de la Yerba, plaza de la Asunción, Plateros y Tornería viene a desembocar en la plaza Rivero. Todo un recorrido que desde la derribada Puerta Real a la también desaparecida Puerta de Sevilla ofrece una gran oferta gastronómica en esa variedad de bares que, o bien se han ido renovando o han ido ocupando los locales que se han quedado vacíos. Esta plaza es, en la actualidad, el corazón de esta nueva vía turística de terrazas y veladores.

Según nos cuenta el archivero Muñoz la plaza de Plateros, tuvo también los nombres de plaza de Aljaifar por los distintos artículos que en ella se vendían, de las Vendedoras por la cantidad de vendedoras que había en la plaza, de Obertos de Valeto por el fundador de la Cartuja jerezana, de las Berceras por los puestos de venta de pan, hortalizas y berzas que aquí hubo, del Rollo debido a la "la picota" ó "rollo", donde se exponían a los reos para su vergüenza pública, del Pan por el sitio de los puestos de pan que en ella había y de los Mercaderes por las diferencias de artículos que en sus puestos se expedían. Más recientemente llevó también el nombre de plaza Carmen Núñez de Villavicencio por la Marquesa de Domecq D'Usquain, gran benefactora de la ciudad. Finalmente, con la llegada de la democracia, se le devolvió su nombre popular de plaza de Plateros,  por ser estos los que perduraron entre tantos comerciantes como, desde siempre, se habían establecido en ella. Una plaza antaño popular y evocadora, con su torre de la Atalaya vigilante siempre y su parada de taxis, donde las tertulias y el paso constante de jerezanos daban vida bajo su frondosa arboleda.

La hermosa y romántica Plaza de Plateros, corazón de un viejo Jerez, de gremios y mercaderes, de pajarillos cantarines, de la Viña T y del Nº 1, ha sido noticia esta semana por varios actos vandálicos acometidos en los comercios allí establecidos. Al parecer no es la primera vez que estos lamentables hechos han ocurrido por lo que los hosteleros han lanzado la voz de alarma demandando una mayor seguridad.

La historia nos cuenta hechos trágicos ocurridos en esta plaza desde espectáculos deplorables con los reos que se exponían a la vergüenza pública, la vergüenza pública era una pena muy frecuente en la edad media, hasta, más reciente en el tiempo, el asesinato de una autoridad municipal. Páginas oscuras de una plaza de Plateros que me gusta más recordar con el encanto de hace unos años cuando mi amigo Vicente Romero Salcedo, veterano cofrade del Cristo y mayordomo que fuera de Loreto, pregonaba cupones en la esquina del Nº 1, antes de que Juan el tabernero le sirviera la “convidá” junto a otros cofrades de postín como Rufino Quintana o Juan Cervilla; mientras la gente iba y venía para la farmacia de Onofre Lorente, la tintorería Amaya, la droguería España, el bar Recreo, la papelería de Salido o la zapatería El Gorila. Todos negocios desaparecidos que, como obra de plateros, marcaron una época brillante de esta plaza que ni siquiera los vándalos de hoy podrán ya oscurecer.  
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 26 de noviembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
La plaza Plateros del ayer a la que hago referencia en el artículo.
 

 

domingo, 26 de noviembre de 2017

DOLOROSAS DE NEGRO




Si estos días visitamos los distintos templos de nuestra ciudad nos llamará la atención el ver a las imágenes de la Santísima Virgen, dolorosas titulares de Hermandades y Cofradías, vestidas todo de negro.

El luto es la expresión medianamente formalizada de responder a la muerte, es decir, la muestra externa de los sentimientos de pena y duelo ante el fallecimiento de un ser querido. En los países occidentales, esto incluye los entierros, las esquelas y ropa de luto, entre otros. En Europa continental la costumbre de llevar ropa negra sin adornos en señal de luto se remonta al menos al Imperio Romano, cuando la toga pulla hecha de lana de color oscuro se vestía durante los periodos de luto. Durante la Edad Media y el Renacimiento, las ropas propias del luto se llevaban por pérdidas personales y también generales.

Dos costumbres destacan en la vida cofrade durante el mes de noviembre: una más antigua como es la celebración de misas en sufragio de los hermanos difuntos, y otra más reciente el vestir de negro a sus dolorosas, una costumbre que en los últimos años ha tomado gran protagonismo llegando incluso a las hermandades de gloria que también intentan, en algunas y no en todas, presentar a su imagen titular de forma más sobria y con colores más oscuros con el fin de hacer presente a sus fieles difuntos.

Hay que tener presente que las dolorosas suelen adaptar a sus atuendos los colores de la liturgia. Antes del concilio Vaticano II se podían usar mas colores, cosa que los vestidores siguen aprovechando en nuestros días. En la actualidad desde el concilio Vaticano II se usa el morado como color litúrgico, aunque el uso de ornamentos negros no se ha prohibido y sigue siendo opcional.

Con respecto a los colores de las vestimentas de las dolorosas no hay unas directrices fijas determinadas y tiene mucha variabilidad, según funciones, culto, salida o característica particular. En líneas generales podemos decir lo siguiente: La Cuaresma es un tiempo de penitencia en que a la imagen se viste de hebrea despojándose de sus atributos reales, con la intención de dar más protagonismo a Cristo, adaptándose también de esta forma a la propia sobriedad litúrgica que impone la Cuaresma. Para los tiempos de Pascuas, Resurrección y Navidad, tiempos de glorias, se utilizan colores claros. Últimamente también viene influyendo algunas festividades del calendario festivo mariano, tales como el de la Virgen de la Candelaria en febrero para el color rojo o el de la Inmaculada en diciembre para el azul y blanco. El morado sigue siendo el color penitencial por antonomasia.

  Todo esto es solo un pequeño resumen para entender esos cambios de atuendos que vemos en las imágenes devocionales, especialmente en las dolorosas ya que las imágenes de gloria que pertenecen a órdenes religiosas visten con sus hábitos correspondientes.

En las cofradías nada es improvisado, siguen un canon simbólico heredado del arte barroco, no es solo gusto de vestidores y camareras, que se limitan a reflejar su impronta, sino que todo tiene un porqué, un porqué que forma parte de ese rico patrimonio inmaterial del que es depositario nuestras corporaciones penitenciales.

Cada noviembre, y en ese negro de los terciopelos o damascos que cubren estos días a nuestras dolorosas, están más presente que nunca esos hermanos que ya se fueron y son parte importante de la grandeza de nuestra Semana Santa. Una llamada para orar por ellos y de que su recuerdo siga presente entre nosotros.
(Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 9 de noviembre de 2017)
 
Nuestra Señora del Amor y Sacrificio en su primera salida procesional de 1941. Dolorosa siempre vestida de negro.
 

miércoles, 22 de noviembre de 2017

ARROYO DE CURTIDORES


 


Cuentan los historiadores que en el Jerez de la antigüedad existía tan sólo un manantial y sus aguas eran salobres, por lo que desde la época islámica esta corriente era ya utilizada exclusivamente como vía de evacuación de residuos. Del manantial que al parecer nacía en la zona de la actual Basílica del Carmen  fluía un arroyo por las actuales calle Castellanos, plaza Peones, calle Curtidores, calle Barranco, plaza del Arroyo, calle Calzada del Arroyo, calle Ermita de Guía, calle Pasaje Cristo del Perdón y desembocaba en las playas de San Telmo. En la plaza del Arroyo se estancaba en un pequeño lago y allí era donde el gremio de los curtidores, que se encontraba en sus inmediaciones,  arrojaban los desechos y desperdicios de sus propias labores, lo que provocaba mal olor y convirtió al lugar en una zona muy insalubre. En el año 1598 se procedió al soterramiento del mismo hasta el día de hoy, donde circula bajo la ciudad, llegando también hasta la Ermita de Guía. Dado a la desaparición de las playas de San Telmo el arroyo es lógico pensar que actualmente desemboque en alguno de los arroyos que dan al río Guadalete.

A partir de esta cobertura la zona pasó a ser de una de las más insalubres a una de las más distinguidas. Con la construcción de la Catedral y el acondicionamiento urbano que la zona requería (eliminación del barranco y derribo de casas para construir las escalinatas y crear espacio y perspectiva frente al templo), la plaza de Arroyo pasó a convertirse en uno de las parcelas más elegantes de la ciudad. Muestra de este rango son los palacios de Bertemati y de los Condes de Puerto Hermoso, que abren sus fachadas a la plaza. Llevó los nombres de plaza de San Bartolomé por el cercano hospital homónimo, también llegó a ser denominada como plaza del Duque de Tetúan y por último plaza de Domecq en recuerdo y homenaje a la benefactora familia que habitó el palacio de Puerto Hermoso.

Hoy la zona del Arroyo es, por un lado una de las puertas de acceso al centro urbano de Jerez, forma parte de un itinerario turístico entre la hermosa y monumental plaza de la Asunción y la Catedral jerezana, donde habitualmente hay que transitar por la antigua calle de la Cárcel, hoy José Luis Díez en memoria del ilustre marino que colaboró en el proyecto del Submarino Peral., una calle, más bien cuesta, que ha sufrido en los últimos tiempos transformaciones urbanísticas nada acordes con el entorno urbano, alterando notablemente su aspecto original. En el otro lado la zona del Arco del Arroyo, un espacio que también está necesitado de actuación tanto a un lado como a otro del histórico arco.

La alcaldesa ha presentado esta pasada semana la propuesta de regeneración urbana de este eje viario que discurre entre el Arco del Arroyo y la Plaza de la Asunción, una actuación destinada a transformar esta zona de gran potencial turístico en un espacio singular, que contribuya a dinamizar la actividad económica y social de la zona, promoviendo una mayor afluencia de visitantes, tanto a los espacios públicos regenerados, como a los monumentos del entorno. Una buena noticia para el casco histórico si no queda esta regeneración, como en otras ocasiones, en meras promesas, ya que el espacio por su situación privilegiada lo merece.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 19 de noviembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
Plaza del Arroyo en el año 1956
 

 

sábado, 18 de noviembre de 2017

HOTELES EN EL CASCO HISTÓRICO





Uno de los recursos turísticos más importantes de las ciudades es la riqueza cultural, artística y monumental de sus cascos históricos. Labores de recuperación han hecho posible la puesta en valor turístico de las zonas antiguas de nuestras ciudades, en las que se mezclan estilos arquitectónicos y en las que uno de sus principales atractivos son sus propios habitantes, los que dan vida a esos núcleos urbanos tan singulares y que tanto interesan a los visitantes.

Envuelto en la magia de la ciudad y en una atmósfera donde se confunde presente y pasado, los hoteles ubicados en los cascos históricos suelen emplazarse en edificios antiguos, en algunos casos hasta emblemáticos, llenos de historias que contar, perfectos para quienes deseen visitar la ciudad o acudan a reuniones de trabajo y congresos. Hoteles que han encontrado acomodo en construcciones levantadas en algunos casos hace varios siglos y que, a pesar de haber sido renovadas para su nueva función, aún conservan elementos y, sobre todo, la esencia de aquella época. Estas características históricas permiten a estos establecimientos ofrecer estancias singulares, más familiares y acogedoras, que hace que el cliente se sienta como en su casa. Es evidente que no hay dos hoteles iguales. Pero en este caso, en concreto, las similitudes desaparecen por completo. Cada uno de ellos posee un patrimonio inherente, unas características propias de las que disfruta el cliente y que los convierte en alojamientos únicos. Hoteles, por tanto, con un encanto especial.

En nuestra localidad, en Jerez de la Frontera, han proliferado en los últimos tiempos varios establecimientos de este tipo, ubicados en el intramuros de la ciudad, que, frente a la degradación de su entorno, ofrecen el contrapunto de los que se han venido a llamar como “hoteles con encanto”.

Esta pasada semana ha trascendido la noticia de que un nuevo hotel se abrirá próximamente en la calle Santa Isabel, frente a la calle Visitación y en un caserón catalogado lo que garantiza su conservación. Una apuesta más por la potenciación del casco histórico jerezano que se vendrá a sumar a otros ya en marcha como el futuro Hotel Casa Palacio María Luisa, un cinco estrellas con categoría de Gran Lujo que se ubicará en el señorial edificio del siglo XIX que ocupara hasta hace poco el Casino Jerezano, en la calle Tornería o el que la firma vinatera González Byass pretende abrir próximamente en la plaza de la Encarnación. A estas iniciativas se suman otros hostales más pequeños, también denominados con el castizo nombre de fondas, o  los apartamentos turísticos que últimamente vienen proliferando en el casco antiguo gracias, muchos de ellos, a la iniciativa de emprendedores extranjeros que han visto en este tipo de negocio una garantía de futuro.

Los hoteles en los cascos históricos son todo un revulsivo turístico para una zona de la ciudad que está pidiendo a gritos actuaciones urgentes y que sólo desde una decisiva y eficaz actuación conjunta, tanto desde la administración como desde el sector privado, puede hacer que encuentre su definitiva recuperación. Bienvenidos sean estos hoteles al casco histórico y que no quede únicamente en hechos aislados sino que, aunque sea poco a poco, el resurgir de ese Jerez de nuestros orígenes recobre la vida, la riqueza cultural, artística y monumental que siempre tuvo. Un pasado patrimonial al que hay que seguir inyectando vida antes que se nos muera del todo.        
           (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 12 de noviembre y al día siguiente en VIVA JEREZ)




jueves, 9 de noviembre de 2017

JUSTICIA IMPLACABLE


 
 
El asunto de Cataluña sigue acaparando la actualidad. La justicia ha empezado a actuar ya y lo ha hecho de forma implacable dado la gravedad de los delitos cometidos contra la integridad de los territorios españoles. Ahora ya se sabe que la independencia no sólo de Cataluña sino también de cualquier otra región de España es una utopía y una aspiración que no lleva a ningún lado, porque la unidad de la nación no es negociable ni admite ningún diálogo y menos aún saltándose los principios legales.

Cuenta Sebastián Marocho en sus “Cosas notables ocurridas en Xerez de la Frontera desde 1647 a 1729” un episodio que, en parte, me ha recordado lo ocurrido estos días en Cataluña al relatar un delito muy grave, con apropiación indebida, complicidad de los defensores del orden con los delincuentes, el intento de buscar en la Iglesia una mediación y la fuga de los principales implicados con el fin de eludir la justicia.

En el año 1684 los hermanos Luis y Martín Riquelme junto con Álvaro, Diego y Juan Dávila, asesinaron al Guardia mayor y a su compañero, un tal Malillo, porque estos decomisaron una carga de ropa que eran de Martín Riquelme. Sucedió la refriega en la plaza Orellana. Llegó el Corregidor y encontró las víctimas tendidos en la calle y los cinco caballeros jerezanos refugiados en Los Descalzos, cuya puerta cerraron los frailes, negándose a entregar a los nobles. Toda la caballería de Jerez fue al convento y el Corregidor, al no fiarse de ellos, mandó que se retirara, a lo que respondieron “No queremos porque aquí venimos a ayudar a V.S. en lo que se le ofrezca” “No vienen a eso – decía- sino a desayudarme, para que no haga justicia. Retírense”, a su Escribano le pidió testimonio de que le mandaba retirar porque quería hacer justicia. Esto ocurrió en Jerez hace más de tres siglos y aún hoy la justicia sigue siendo implacable con quienes intentan, estratégicamente, saltarse las leyes.

En El Quijote cuando el "andante caballero de la triste figura" se refiere a las letras debe entenderse a las leyes que rigen la vida humana en cualquier comunidad. Lo aclara: "Hablo de las letras humanas, que es su fin poner en su punto la justicia distributiva, y dar a cada uno lo que es suyo y entender y hacer que las buenas leyes se guarden".  En sus consejos al escudero Sancho Panza, cuando debe hacerse cargo de la ínsula de Barataria, el sabio hidalgo le amonesta que "no hagas muchas cosas pragmáticas y, si las hicieres, procura que sean buenas y, sobre todo, que se guarden y se cumplan; que las pragmáticas que no se guardan lo mismo es que si no lo fuesen; antes van a entender que el príncipe que tuvo discreción y autoridad para hacerlas no tuvo valor para hacer que se guardasen; y las leyes que atemorizan y no se ejecutan, vienen a ser como la viga, rey de las ranas, que al principio las espantó y con el tiempo la despreciaron y se subieron sobre ella".

Esperemos que no se repita la ilegalidad, que prime la cordura y el sentido común y que la nueva etapa que ahora se abre para Cataluña se caracterice por el apego a las leyes y al ejercicio soberano de la justicia que es la base más sólida de cualquier democracia que se precie.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 5 de noviembre de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 

 

lunes, 30 de octubre de 2017

FOTÓGRAFO DE LO SUBLIME


      

 
         Su nombre Diego Romero Fabieri, un cofrade que aprendió a dar sus primeros pasos en el empedrado patio de la capilla de San Juan de Letrán de donde sus padres eran celosos santeros. Una capilla que guardaba el busto de quien luego sería su faro y su guía, la Virgen de los Dolores, y una capilla donde empezó a vivir todas esas estampas que después dejaría maravillosamente plasmada en sus muchas fotografías de Semana Santa. Dicen que fue la Virgen del Desconsuelo, a su paso por la calle Porvera, la que despertó en su interior esa afición por plasmar en papel la magia que los fotógrafos cofrades captan cuando el instante alcanza momentos sublimes.

 Una afición fotográfica que tuvo su punto de partida en aquella primera cámara que le prestó un compañero de trabajo y con la que realizó su primer reportaje de Semana Santa, concretamente una serie de instantáneas de la recogido de la Hermandad del Transporte a su paso por la plaza de Santiago. Luego llegaría aquella cámara que le comprara a Antonio Gallardo, el poeta flamenco y jerezanísimo, máquina de placa de cristal donde todo resultaba casero desde el revelado hasta las ampliaciones. Y vendrían los años sesentas donde el cartel pintado dio paso al fotográfico auspiciado por la entonces recién constituida Agrupación Cine-fotográfica jerezana de San Dionisio. En 1974 empiezan los concursos para el cartel oficial de Semana Santa jerezana y ya en 1976, con una fotografía del Cristo de la Viga con la torre de la entonces Colegial de fondo, aparece, por primera vez, el nombre de Diego Romero Fabieri, cofrade de la Hermandad de las Tres Caídas, como autor de la diapositiva ganadora.

            A aquel primer cartel oficial llegarían otros como el de Nuestra Madre y Señora de la Soledad a su paso por la Alameda Vieja (1977), el del Señor de las Penas en el interior de la catedral (1978), Nuestra Señora de las Angustias también con la torre de la catedral de fondo (1980), el Señor de la Vía-Crucis ante la logia municipal (1981), el Cristo de la Expiración por la plaza del Arenal (1982). Todos estos carteles oficiales de la Semana Santa, más sus múltiples instantáneas que sirvieron para ilustrar publicaciones de temática cofrade, para estampas y carteles de las propias Hermandades y para aquellos audiovisuales que daban contenido obligado a diversos ciclos culturales y formativos. Todo esto le valió para que en 1983, en un pleno de hermanos mayores, le fuese concedido por la Unión de Hermandades el título de Pregonero Gráfico de la Semana Santa de Jerez.

            Diego Romero Fabieri acumuló varios premios fotográficos y cofrades entre ellos el Bocina de Plata de Onda Jerez. Su Hermandad de las Tres Caídas le había reconocido su meritoria trayectoria en esta corporación con el título de hermano mayor honorario y el Jerez cofrade le rindió su último homenaje con la elección de una fotografía suya de la Virgen del Desamparo, por delante de la iglesia de Santiago, como cartel oficial de la Semana Santa de Jerez 2012.

            El pasado jueves y a los 89 años de edad sus retinas, esas que tanto supieron captar la belleza de lo sublime, se cerraron para siempre y la Semana Santa de Jerez cerró también una etapa gloriosa de su propia historia repleta de instantáneas sempiternas. Hasta siempre estimado Diego, gran fotógrafo, gran cofrade y mejor persona.
             (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 22 de octubre y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
Primer cartel oficial de Diego Romero Fabieri