martes, 31 de diciembre de 2019

FELICES AÑOS VEINTE


 
 
Se denominan años 1920 o años veinte a la década del siglo XX comprendida entre el 1 de enero de 1920 y el 31 de diciembre de 1929. Los denominados Felices Años Veinte o Años Locos se enmarcan en Estados Unidos y más concretamente entre 1922 y 1929 que dio lugar a un periodo de gran prosperidad en todo el país. De esta prosperidad se benefició toda la sociedad, haciendo que la economía siguiera creciendo a un ritmo que no se había visto anteriormente. No duró mucho este florecimiento, el 24 de octubre de 1929, conocido como el Jueves Negro, llegó el Crack del 29 que finalizaría con el acontecimiento de la Gran Depresión.

La causa de estos felices años para Estados Unidos fue el beneficio que le acarreó la Primera Guerra Mundial a consecuencia de los préstamos de guerra que había hecho a Europa, convirtiendo así al país norteamericano en la primera potencia de económica mundial. El crecimiento americano se prolongó durante toda la década, haciendo que la inversión creciera, el empleo aumentara y el mundo no sólo recuperara la tranquilidad sino que avanzaba hacia un bienestar incomparable. La reactivación iniciada en Estados Unidos en 1922 fue algo más tardía en Europa. Abrió las puertas a una etapa expansiva de la economía mundial que propició un clima de euforia y ciega confianza en el sistema capitalista.

En lo social y económico, España se caracteriza en estos años por el crecimiento tanto demográfico como de nivel adquisitivo. Las ciudades, principalmente Barcelona y Madrid, se convierten en grandes urbes a las que se dirige la masiva emigración campesina en busca del recién inaugurado sector industrial. Son precisamente estas clases proletarias las que impulsan la modernización del país, frente a los estamentos dominantes y la población rural. En lo cultural, los sucesivos cambios políticos y sociales propician una gran diversidad de estéticas. El gran número de escritores y artistas surgidos en los primeros años del siglo ha hecho que esta época se denomine La Edad de Plata de la cultura española.

A Jerez tampoco le fue mal. Dos ilustres jerezanos tuvieron un papel importante en el desarrollo de la ciudad. Por un lado Álvaro Dávila, marqués de Villamarta, nombrado alcalde en 1923 y por otro el general Miguel Primo de Rivera y Orbaneja, nacido en Jerez en 1870, designado por el rey Alfonso XIII para regir en aquellos años veinte los destinos de la nación. Durante los algo más de seis años que estuvo al frente del país favoreció grandemente a su ciudad natal, le concedió el derecho exclusivo de utilizar para sus vinos la denominación “Jerez”, apoyó el antiguo proyecto de ferrocarril de Jerez a Almargen, la construcción del teatro Villamarta, inaugurado en 1928 a iniciativa del marqués de Villamarta, impulsó la nueva estación de ferrocarril, cuya primera piedra se colocó el 30 de septiembre de 1929, el mismo día que se celebró la toma de posesión, por parte del Estado, del solar que serviría para edificar la nueva casa de Correos y Telégrafos. Además de todas estas iniciativas Primo de Rivera colaboró en distintas obras sociales que beneficiaron a muchos desfavorecidos.

Todo ello supuso que aquellos años veinte fueran también años de esplendor para Jerez. Ahora que iniciamos unos nuevos años veinte es de desear que todos los problemas actuales se solventen y podamos también pasar a la historia como Los felices veinte.     
       

                (Artículo que publiqué el pasado lunes 30 de diciembre de 2019 en VIVA JEREZ)


Miguel Primo de Rivera en una de sus visitas a Jerez.