jueves, 22 de febrero de 2018

LA MUSICALIDAD DEL AGUA


 
 
Ganemos Jerez ha pedido más fuentes públicas en la ciudad y que se arreglen las que están y no funcionan. Dicen que en Jerez, después de la privatización del suministro de agua potable, cada vez hay menos fuentes que abastezcan a la ciudadanía. Algunas de ellas han desaparecido y otras, unas 17 actualmente, están averiadas o sencillamente no dispensan agua. Hay fuentes públicas para beber, como éstas que ahora se reivindican, y fuentes públicas para ver, de estas últimas algunas han sido ya restauradas y puestas en funcionamiento como la de la plaza del Arenal o la de la Rotonda de los casinos y otras, como la de la plaza de Santiago, que lleva ya demasiado tiempo desmontada, esperando que sus chorros vuelvan a dar vida y alegría a lugares tan emblemáticos como éste.

Dijo alguien, en cierta ocasión, que los chorros de agua que salen por las fuentes de nuestras calles y plazas son como la sangre que corre por las venas de la ciudad, arterias que circulan por las entrañas ciudadanas y cuyos chorros, al salir al exterior, han sido testigos directos del propio devenir histórico de cada localidad. Chorros que, a la vez que ofrecen esa vitalidad cristalina del agua, aportan una singular musicalidad al propio palpitar diario de la ciudad  y a sus espacios urbanos.

El agua ha sido fuente de inspiración para artistas de todos los tiempos creando maravillosas composiciones que tienen al agua como protagonista. Los grandes compositores de todas las épocas se han inspirado en el agua para deleitarnos con algunas de las más conmovedoras piezas artísticas que haya concebido el espíritu humano. Desde las antiguas canciones marineras –en las que celtas, vikingos, griegos o romanos vertían sus cuitas y alegrías, implorando protección a las deidades oceánicas- hasta composiciones sinfónicas de la talla de "Las Fuentes de Roma", obra del genio italiano Ottorino Respighi, el agua ha sido manantial de inspiración para los músicos de todos los tiempos, haciendo vibrar nuestra sensibilidad.

Sin embargo la música creada por el hombre por más bella que sea, no podrá sustituir al discreto encanto del fluir del agua en los arroyos, al cristalino tintineo de la gota que cae desde la estalactita de una caverna, al grato sonido de la lluvia,  al relajante gozo de escuchar el armonioso desplazamiento del líquido danzante en las fuentes de las plazas, o al tempestuoso sonido de las olas chocando contra las rocas. Basta prestar un mínimo de atención para percibir cómo el agua genera, en todas partes, una sonoridad suave y eterna, que trasciende a eras y héroes, a razas y civilizaciones. La música del agua es anterior al ser humano; sólo de nosotros depende seguir escuchándola. 

Mientras vuelven esas fuentes a cobrar vida con sus chorros de agua ofreciendo musicalidad a nuestras plazas jerezanas, mientras esperamos más fuentes públicas que sacien la sed de chicos y mayores, quedémonos con la letra poética de Juan Manuel Serrat, el conocido cantautor catalán tan de actualidad ahora por otros motivos,  que nos ha dejado estos versos sobre el agua en su disco "Utopía": Si el hombre es un sueño/ El agua es el mundo/ Si el hombre está vivo/ El agua es la vida / Si el hombre es un niño /El agua es París/ Si el hombre la pisa/ El agua salpica/ Cuídala/ Como ella cuida de ti.
 (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 18 de febrero de 2018 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
De izquierda a derecha: La primitiva fuente del claustro de la Merced, en el centro la misma fuente con distinta taza en su actual emplazamiento de la plaza de Santiago y a la derecha la fuente que se ha colocado en el claustro mercedario para sustituir a la anterior.
 
 


martes, 20 de febrero de 2018

EL VÍA CRUCIS DE LAS HERMANDADES NO SIEMPRE SE HA CELEBRADO EL PRIMER LUNES DE CUARESMA


     
 
      Este próximo lunes se celebra el Vía Crucis de las hermandades, un acto piadoso organizado por la Unión de Hermandades, que viene celebrándose en los últimos años en el lunes de la primera semana de Cuaresma pero no siempre ha sido así.

      El primer Vía-Crucis oficial de la Unión de Hermandades lo preside la imagen del Santo Crucifijo de la Salud y se hace el primer lunes de Cuaresma, concretamente el 16 de marzo de 1981, a imitación de Sevilla. Al año siguiente es el Santísimo Cristo de la Buena Muerte la imagen elegida y se celebra el 9 de marzo de 1982, martes de la segunda semana de Cuaresma. El Señor de la Vía-Crucis lo preside el 8 de febrero de 1983 y es primer viernes de Cuaresma.

       El Vía-Crucis de 1984, Año Santo de la Redención, lo preside el Cristo de la Expiración y fue el siete de marzo, Miércoles de Ceniza. También se celebraron en Miércoles de Ceniza los de 1985 (Cristo de la Defensión) y 1986 (Señor de las Tres Caídas).  El Vía-Crucis de la Unión de Hermandades del año 1987 lo preside el Cristo de la Lanzada y se celebra el primer viernes de marzo.

     A partir de 1988 y a petición del Sr. Obispo se acuerda dejar la semana siguiente a la del Miércoles de Ceniza para las Conferencias Cuaresmales que se impartían en la catedral, comenzando estas charlas el martes y dejando el lunes, primer lunes de Cuaresma, para el Vía-Crucis oficial de la Unión de Hermandades. Es entonces cuando se fija el primer lunes de Cuaresma para la celebración de este piadoso acto.

       En resumen el Vía-Crucis oficial de la Unión de Hermandades se ha celebrado en los siguientes días: Martes de la segunda semana de Cuaresma (1982), primer viernes de Cuaresma (1983), Miércoles de Ceniza (1984, 1985 y 1986), primer viernes de marzo(1987) y primer lunes de Cuaresma (1981 y desde 1988 a la actualidad, exceptuando el del Cristo de la Esperanza del año 2011  que se aplazó por la lluvia al miércoles de la segunda semana de Cuaresma y el del Cristo de la Defensión del año 2013 que se celebró por vez primera en un sábado de Cuaresma.

       El pasado año con la designación del Santísimo Cristo de la Expiración, por segunda vez para presidir este Vía Crucis, se intentó también cambiar de fecha pero finalmente pesó más la costumbre de los últimos años y se mantuvo el primer lunes de Cuaresma.
        (Artículo que publiqué en el periódico digital MIRA JEREZ el pasado día 18 de febrero de 2018)
 
 
                                                                                                 

miércoles, 14 de febrero de 2018

ILUSTRES EN EL VILLAMARTA


 
 
El Partido Popular de Jerez tiene la intención, si vuelve a ser elegido para gobernar la ciudad en mayo de 2019, de crear una galería del arte y la cultura en el interior del Teatro Villamarta. Una galería a la que volvería el busto del escritor José María Pemán junto a otras personalidades jerezanas que han destacado en el mundo cultural y artístico de la ciudad. Una iniciativa a tener cuenta y que ya fue comentada por políticos de distintos signos cuando se empezó a hablar de la retirada del busto del ilustre dramaturgo del vestíbulo del Villamarta. Se habló entonces que en estos casos, donde pueden existir disparidad de criterios, siempre es mejor sumar que restar, añadiendo los bustos de destacadas personalidades del mundo de las letras y del teatro vinculadas a Jerez, sean de la ideología que sean o la vinculación política que tengan o hayan tenido, ya que, como afirman los historiadores, nadie puede erigirse en juez de la historia.
 
         Así, como ya se ha apuntado, junto al busto de Pemán, podrían figurar destacados letristas como Antonio Quintero, que además fue autor teatral y guionista cinematográfico o Manuel Alejandro, Antonio Gallardo o el maestro García Tejero cuyas composiciones han sido interpretadas en numerosas ocasiones en este teatro. Compositores como Germán Álvarez Beigbeder, director que fuera de la banda municipal de música, cuya presencia en el Villamarta ha sido una constante, o José Martínez Carmen, creador y director de diversas agrupaciones musicales. También podrían formar parte de esta galería artistas locales de fama que han cosechado sonados éxitos en su escenario, como la jerezana Isabelita Ruiz, actriz y bailarina, que actuó en la inauguración del propio teatro; Lola Flores y su hermana Carmen, Paquera de Jerez, Ismael Jordi o Paco Cepero, junto a tantos otros artistas jerezanos que han pasado a la historia y con sonados éxitos sobre sus tablas.

 Esta galería podría contar con actores jerezanos de renombre dentro de la historia del teatro, como el genial actor dramático Antonio Vico o Antonio Pizarroso que alcanzó triunfos en los mejores teatros. Incluso, por los años que el Teatro Villamarta tuvo una función cinematográfica, los bustos de jerezanos tan destacados en el mundo del cine como Enrique Domínguez Rodiño, pionero de la industria cinematográfica o Fernando Viola, cineasta jerezano que fuera presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos. Por último, para completar esta galería de ilustres sería de justicia histórica la presencia de tres bustos que forman parte de la historia teatral de Jerez. Luis Parada y Regife, autor y empresario teatral, director que fuese de dicho teatro, donde alcanzó la gloria con sus obras, además de ser el que introdujo el cine sonoro en nuestra ciudad con la proyección, en 1930, del musical Noches de Broadway. Miguel Rodríguez Bernal, maestro y empresario teatral, gran pedagogo y difusor de la cultura en nuestra ciudad que gestionó los teatros Eslava, Principal y el Liceo Antonio Vico. Y ¡cómo no!  Francisco Riba Gabaldá, el hombre que cambió el rumbo del Villamarta, que tan enamorado estaba de él y que lo cuidó como nadie, realizando mejoras que hicieron posible su fama a nivel mundial.

Como vemos, independientemente de cuestiones políticas, la iniciativa de crear esta galería está más que justificada y vendría a revalorizar, aún más, la historia y el atractivo de un coliseo que hoy es un referente para la cultura en general.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 11 de febrero de 2018 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
 
Vestíbulo del Teatro Villamarta antes de la última reforma
 

   

jueves, 8 de febrero de 2018

75 AÑOS DEL PRIMER VIA CRUCIS CON EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS


 
 
El Vía Crucis es un ejercicio piadoso centrado en los Misterios Dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las 14 estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan los episodios más notables de la Pasión del Señor.

            Según podemos leer en el libro de la historia de la Hermandad de Nuestra Señora del Amor y Sacrificio fue en 1942 cuando el recordado Padre Víu, jesuita, propone a la Hermandad de Nuestra Señora del Amor y Sacrificio organizar un Vía Crucis público, por las calles de Jerez, como preparación a la Semana Santa y presidido por la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte venerado en la iglesia de la Compañía de Jesús. El sentido penitencial del mismo hizo que la cofradía acogiera con interés la propuesta y al año siguiente se comenzó a hacer siguiendo las directrices del Padre Víu y en el conocido como Domingo de Pasión.

La comitiva partía desde la iglesia de San Ignacio, en la plaza de la Compañía, la abría la Cruz de Guía y los faroles que portaban los congregantes Luises, le seguía autoridades locales y gran número de fieles entre cofrades de toda la ciudad y miembros de distintas asociaciones religiosas, presidiendo el cortejo la imagen del Crucificado. Durante el recorrido se instalaban cruces para señalar las distintas estaciones y hacer las correspondientes paradas que daban paso a las meditaciones del sacerdote. La última estación se realizaba en el monte que antecedía a la capilla del Calvario, sede de la Hermandad del Santo Entierro.

            Desde aquel 1943 el Vía Crucis del Cristo de la Buena Muerte de la Compañía de Jesús caló en el pueblo fiel, siendo una cita esperada de la Cuaresma jerezana. Solo en dos ocasiones se cambió el itinerario, en 1954 que se dirigió a la entonces Colegial y en 1965 que, por las obras que se estaban realizando en los alrededores del Calvario, finalizó ante la parroquia de Santa Ana. En 1972, coincidiendo con el traslado de los jesuitas a Madre de Dios, se celebró el último de los que se venían organizando de forma ininterrumpida. En el año 2016 se volvió a organizar con motivo de los 75 años de la fundación de la Hermandad del Amor y Sacrificio, recorriendo las calles cercanas a su sede canónica y haciendo estación en la parroquia de San Miguel.

            Se cumple, por tanto, en este 2018 los 75 años de aquel primer Vía Crucis que marcó el inicio a lo que con el paso de los años, concretamente desde 1981, bajo la organización de la Unión de Hermandades y presidido por distintas imágenes pasionales de la Semana Santa jerezana, sería denominado ya como el Vía Crucis oficial de las Hermandades de Jerez.
                    (Artículo que publiqué el pasado 7 de febrero de 2018 en el periódico digital MIRA JEREZ)



Dos instantes de este recordado Vía-Crucis que, partiendo desde la antigua iglesia de San Ignacio, organizaba en Cuaresma la Hermandad de Nuestra Señora del Amor y Sacrificio.