lunes, 4 de mayo de 2015

LAS SANTAS MISIONES


         
 
           Se acaban de cumplir cincuenta años de las últimas Misiones Populares celebradas en nuestra ciudad. Santas Misiones Populares que a los que la vivieron les dejaron una honda y profunda huella y cuyo recuerdo aún perdura. Convocadas por el Cardenal D. José María Bueno Monreal,  justificaba su finalidad en “la renovación de la vida cristiana, renovación individual y comunitaria. Esta finalidad está en la línea renovadora del Concilio y en el programa que nos ha trazado el Papa (Pablo VI) en la Encíclica Ecclesiam Suam. Las cofradías y asociaciones tienen que integrase en el conjunto apostólico y unitario de la ciudad, sin perder ninguna de sus tradicionales riquezas. Tenemos que abordar el apostolado de los barrios alejados, de los núcleos pobres, de los grupos especializados del mundo del trabajo y del ambiente santificador.” Aquella feliz iniciativa, recayó sobre la disponibilidad y espíritu de servicio de las hermandades y cofradías de Jerez a la llamada del prelado. Fueron muchas las que ofrecieron sus Sagrados Titulares para trasladarlos a los puntos más alejados de la ciudad, lugares en los que pastoralmente, sería más eficaz su presencia.

            Entre las devociones que fueron designadas recordemos que el Santísimo Cristo de la Expiración presidió el centro misional en San Rafael, Jesús de la Vía-Crucis en el Reventón de Quintos, Nuestra Señora del Patrocinio en la escuela del Balneario de San Telmo, la Virgen de la Paz en su Mayor Aflicción en la barriada de la Constancia, la Virgen de la Estrella en el patio de San Antonio de la barriada del Carmen, el Señor del Consuelo en la barriada de la Coronación o Nuestra Señora de los Remedios en el Grupo Escolar Federico Mayo, por nombrar solo los traslados más significativos y distanciados de su sede canónica.

Si algo debemos extraer como una añadida consecuencia, es la de constatar los frutos que se derivaron de esta presencia de estas devotas imágenes, desprovistas de todo su ornato habitual, de la pompa y esplendor que las arropa en sus Estaciones Penitenciales, ofreciendo la esencia misma de su sentir devocional. Todo ello junto con la Palabra de Dios en labios de los misioneros, venidos de los más recónditos lugares,  que esparcieron y sembraron el Evangelio de Cristo a todos los que participaron.

Como se apunta desde el prestigioso foro de opinión Cardenal Niño de Guevara, tal vez sea llegado el momento de plantearse a la luz de la realidad de la Iglesia actual, del testimonio que nos ofrece nuestro venturoso Papa Francisco, con su llamada a la humildad y la sencillez de su mensaje, y su deseo de que el pueblo fiel salga a los caminos, la necesidad de recobrar esa Misión, como se hiciera hace ya casi medio siglo, si bien ponderando los elementos diferenciadores que determinan cada época y circunstancias.

Esto es, ni más ni menos, lo que han hecho los miembros de la Agrupación parroquial de la Divina Pastora de San Dionisio estos días, trasladar en Misión Popular a su Virgen desde su sede, en el centro de Jerez, hasta la alejada parroquia de San Juan Bautista de la Salle y Ntra. Sra. de la Estrella. Con la misma intención de aquellas Santas Misiones Populares de hace cincuenta años, que llevaron, a los nuevos barrios, esa llamada a la renovación, al amor y a la fraternidad; siempre en la búsqueda de un mundo mejor.
           (Artículo que publiqué el pasado domingo 26 de abril de 2015 en INFORMACIÓN JEREZ y al día siguiente en VIVA JEREZ).

Santa Misiones del año 1965. Traslado del Cristo de la Expiración desde la ermita de San Telmo a la parroquia de San Rafael.


 

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