lunes, 28 de agosto de 2017

CARLOS ORELLANA




         Se agotaba el siglo XX e iniciábamos en Jerez uno nuevo acompañado de ciertos cambios que marcarían el futuro de la ciudad. Cambios en la calle Consistorio donde un todo poderoso alcalde buscaba fórmulas ante la pérdida paulatina de ese apoyo popular que le había mantenido en el poder en las últimas décadas, cambios en la calle Eguilúz donde un obispo cosido al Evangelio afrontaba los últimos años al mando de una diócesis que él mismo había sido el encargado de poner en marcha y cambios en unas cofradías que habían sufrido momentos convulsos en el organismo que las representa y que gracias a un hombre, cofrade de las Angustias y enamorado de Jerez y de sus tradiciones, el recordado José Alfonso Reimóndez López (Lete), supo reconducir con acierto.

            Una unión en la que tuvieron que ver muchos de aquellos hermanos mayores de las cofradías jerezanas que componían el pleno de la Unión de Hermandades. Cofrades clásicos que presidieron en aquella época las corporaciones penitenciales de la ciudad, Miguel Monje en la Triunfal Entrada, los Pacos, González en el Transporte, Hurtado en la Coronación y Ruíz-Cortina en las Angustias; Manolo Muñoz, José Luis Sánchez, Juan Román y Fernando Romero en sus respectivas corporaciones del Lunes Santo y así otros tantos cofrades clásicos, con varios legislaturas a sus espaldas, como Juan Mateos, Santiago Zurita, Joaquín Marín, Luis Cruz, mi hermano Marco, Pepe Montoro, Miguel Puyol, Pepe Torreglosa, Enrique Espinosa o Antonio Ruíz. Y entre ellos un hermano mayor grande, como su Hermandad de la Amargura, un cofrade cabal que supo ganarse el aprecio de todo el pleno por su carácter afable y educado. Carlos Orellana Cánovas accedió a la presidencia de su cofradía tras un periodo complicado que supo afrontar con verdadero espíritu de servicio, una entrega que fue reconocida por sus hermanos al ser reelegido en el cargo tras finalizar su primer mandato.

            Conocí a Carlos Orellana por mi pertenencia a aquella Unión de Hermandades del cambio de siglo, desde entonces nos unió una cordial amistad. Los habituales encuentro por la avenida Álvaro Domecq, cercana a nuestros domicilios, siempre eran motivos de amena charla. Carlos era un conversador nato, un hombre del campo y de la ciudad, un caballero jerezano siempre a caballo entre este Jerez donde tantos amigos tenía y su querida Vejer de la Frontera, lugar de retiro habitual en aquella finca, que con cariño cuidaba, cercana a la población donde su familia política, los Castrillón, es tan querida y apreciada. Dª María Josefa Castrillón y Mera, Dama de la Orden de las Damas Nobles de la Reina María Luisa,  esposa de D. León López Francos, Marqués de Francos, Teniente Coronel de Caballería, Comandante del Cuerpo de Estado Mayor y senador vitalicio; su hermana Mª Dolores casada con Antonio Eduardo Shelly y Calpena diputado en Cortes, Capitán de Caballería y Ayudante de Campo del Capitán General de Galicia o José Castrillón Shelly son algunos de los nombres de esta extensa familia que forman parte de la historia de Vejer.

            Carlos Orellana nos ha dejado esta semana en un miércoles de amargura para toda su familia y todos sus amigos que llenaron el templo de Los Descalzos en su último adiós, llevándose esa sonrisa de Rey Mago que tan bien encarnó en aquella Navidad de 1986. Ese “me alegro mucho de verte”, tan característico suyo, encuentra ahora respuesta en un “hasta siempre, Carlos”.
              (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ ayer domingo 27 de agosto de 2017)
 
Referencia en prensa del homenaje tributado, hace quince años, por los hermanos mayores de las cofradías jerezanas a José Alfonso Reimóndez López (Lete) tras su paso por la presidencia de la Unión de Hermandades de Jerez.
Carlos Orellana es el quinto por la izquierda.
 

sábado, 19 de agosto de 2017

BARRIADA ESPAÑA


 
 
Al final de la calle Clavel, al límite de la zona de la Albarizuela, en el año 1935, en las llamadas Huertas de Terry, por iniciativa de la Asociación de la Santa Caridad y al amparo de la Ley de Casas Baratas de la 2ª República, se inicia la construcción de una barriada de “casas para obreros” dentro de la demarcación de la parroquia de San Pedro. Fue planificada por el alcalde republicano Francisco Germá Alsina,[] aunque finalmente fue construida por el ayuntamiento franquista presidido por Bernabé Rico Cortés. La primera casa se entrega en octubre de 1936 y al conjunto de casas se le da el nombre Barriada de España. En 1939 el número de viviendas se amplía con la edificación de una serie de bloques en la misma barriada. Su inauguración oficial fue en 1943.

La originalidad de la Barriada España radica en su fisonomía, fruto de una ideología política y social. Una gran parte se define en calles paralelas, con casas de una o dos alturas y patio exterior. La barriada se articula alrededor de una alameda central, acercando un modelo social a la población obrera de la ciudad. Adjunto también se desarrolló el primer bloque de vecinos de Jerez, que sirvió de modelo para la posterior barriada de La Plata. Se trata, por tanto, de la primera barriada planificada en Jerez del siglo XX.

Varias generaciones han pasado ya por la Barriada España y en sus recuerdos quedan aquellos juegos en la plaza, las Santas Misiones de 1957, con aquella caseta de lona que los propios vecinos del barrio solicitaron que no se desmontase para poder seguir contando con asistencia religiosa, la popular “Catedral de Lona” o la nueva capilla, que sería conocida en la feligresía como “El Santo Garaje”. El Pemán su colegio de siempre. incluso sus episodios trágicos como el incendio de la aserradora de Argudo junto a los depósitos de CAMPSA.

Mi padre siempre fue un enamorado de la Barriada España, le encantaba la tranquilidad de sus calles; sus viviendas unifamiliares, todas parecidas pero cada una con su sello, con sus pequeños jardines exteriores de macetas, retablos cerámicos y amplios herrajes. Todo ello entre una frondosa arboleda y una amplia gama de plantas que aún hoy le siguen dando ese aspecto de auténtico vergel cercano al centro de la ciudad. Un pulmón delimitado por  la parte más bodeguera del barrio de San Pedro y su entramado de calles, la moderna avenida de la Paz frente a las vías del tren y la de la Virgen de Fátima junto a la parroquia, la plaza de toros y la barriada de la Constancia. Una auténtica zona residencial donde se hace honor a esa paz que da nombre a la cercana vía.

Esta paz, tan característica de la Barriada España, se ha visto la pasada semana alterada por la muerte de un vecino que los avatares de la vida le había llevado a buscar un techo en una de las viviendas deshabitadas. El hallazgo de su cadáver, después de varios días fallecido, fue noticia de prensa. El día que en nuestra España, la que da nombre a esta barriada jerezana, sea noticia destacada y aparezca en prensa no la muerte en soledad sino las pésimas condiciones de vida de todas estas personas, información que pueda evitar  trágicos sucesos como este, entonces sí que habremos avanzado mucho como sociedad civilizada.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 13 de agosto de 2017)
 
Colocación de la primera piedra de la Barriada España.



 
 

 

jueves, 10 de agosto de 2017

CARRERAS EN VALDELAGRANA


 


En verano Jerez se hace, año tras año, presente en la playa de Valdelagrana, una relación que viene de antiguo y que se ha ido afianzando con el paso del tiempo. Uno de los hechos que evidenciaron esa vinculación histórica vino de la mano de la cría caballar y sus tradicionales competiciones hípicas. En 1955, del 4 al 7 de agosto, se celebraron carreras de caballos en la playa de Valdelagrana, organizadas por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, con la colaboración del jerezano Club de Jockey, celebrándose la entrega de premios en las instalaciones del Club Náutico, donde se organizó una fiesta de sociedad, ofrecida a propietarios y jinetes. 1968 fue un año de cambios para esta afición, organizándola un particular en lugar del Ayuntamiento: Roberto Terry. Además, se construyó-habilitó un hipódromo junto al paseo marítimo de Valdelagrana, frente a la Avda. XXV años de Paz, hoy Avenida de la Paz.

La sociedad de carreras de caballos Jockey-Club de Jerez fue fundada en 1868 por los Sres. Garvey, González Soto, Davies, Bertemati y González Hontoria, tenía por objeto el fomento de la cría caballar y organizar carreras de caballos, todo un espectáculo que contaba con muchos aficionados. Gran fama tenían las cuadras jerezanas de los mencionados Davies, Misa, Garvey, Guerrero y otras. El Jockey Club Jerezano bajo la dirección del Duque de San Lorenzo basó sus propósitos en los caballos del país, pero la importación de pura sangres y la utilización de jockeys determinaron su decadencia. Para evitar tales inconvenientes, se mantuvo el Jockey Club y se creó una segunda sociedad denominada “Carreras de Caballos montados por caballeros” donde se excluía a la pura sangre. Esta nueva asociación, organizó carreras en primavera y otoño, hasta que las carreras de coches atrajeron la atención del público.

No olvidemos tampoco que en estos años, concretamente en 1956, se celebraba en esta playa portuense el conocido como el “Gran Premio Motorista de la playa de Valdelagrana” que albergaba todo tipo de pruebas y que contaron con el patrocinio de la Delegación de Deportes del Ayuntamiento portuense y el asesoramiento del Moto Club Jerezano, fundado por Francisco Pacheco Romero. La última edición se celebró en agosto del 65, que fue la que contó con más asistentes de todas, se calcula que unas 15.000 personas se acercaron para despedirse de esta competición. Pero esta vez la presencia de corredores nacionales fue nula, solamente participaron locales, ya que en el 63 se crearon los “Trofeos Internacionales de Nuestra Señora de la Merced” en Jerez, donde empezó a destacar un jovencito Ángel Nieto, tristemente fallecido el pasado jueves.

La playa de Valdelagrana, por tanto, ha sido escenario de competiciones tanto hípica como motoristas en la que Jerez ha estado muy presente afianzando esos lazos de unión tan especiales. Hoy todo es historia y los jerezanos ya sólo compiten en Valdelagrana para encontrar aparcamientos los domingos de julio y agosto, para encontrar mesas en sus numerosos bares y cervecerías o, en todo caso, para improvisados juegos de pelota cuando la bajamar lo permite. Señal que los tiempos cambian y las carreras de hoy ya no son las de antes, aunque Valdelagrana para los jerezanos sigue siendo esa meta que tanto se desea alcanzar cuando las vacaciones nos piden calmar las carreras del día a día en el sosiego de su fina arena y la tranquilidad de sus aguas.    
 (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 6 de agosto de 2017)
 
 
 
 
 
 

sábado, 5 de agosto de 2017

PUERTA DE JEREZ


        
 
 
          Para los jerezanos siempre es motivo de alegría encontrarnos referencias a nuestra tierra en otras localidades. El verano es propicio a los desplazamientos y no es de extrañar que en una de nuestras visitas turísticas nos encontremos el nombre de Jerez en el lugar más insospechado, principalmente por la fama universal de nuestros vinos pero también por cuestiones históricas de lazos comunes o de cercanía. Uno de los casos concreto que se repite en ciudades cercanas es el nombre de Puerta de Jerez. La más conocida es la Puerta de Jerez de Sevilla, uno de los accesos con los que contaban las murallas de Sevilla, y que debía su nombre al camino que de ella surgía en dirección a Jerez de la Frontera,[]​ producto de la ampliación del recinto amurallado que llevó a cabo el sultán Ali ibn Yusuf en el periodo almorávide de la ciudad. Dicha puerta fue derribada en el año 1846 y, en su lugar, se levantó otra de carácter monumental de estilo neoclásico, que fue también derribada junto a los paños de muralla colindantes en 1864 a consecuencia de la urbanización y nuevo ensanche de la ciudad llevado a cabo en el siglo XIX.

            La conocida como Puerta de Jerez de la villa de Rota estaba situada en la calle Almenas, pertenecía al recinto amurallado de Rota que corría sobre barrancos colindantes con el mar, quedando actualmente algunos elementos como las puertas de la villa. La Puerta de Jerez estaba en el muro de levante, desaparecida totalmente, conserva un resto de muralla que puede señalar el arranque de la puerta.

            En 1298 Guzmán el Bueno, a fin de asegurar su protección  construye cuatro puertas de acceso a Sanlúcar de Barrameda. Entre las puertas la de Jerez resultó ser la más importante y prácticamente la única que se conserva parcialmente. Tenía dos torres laterales. Una de ellas fue utilizada para la iglesia de San Miguel, la otra fue desmantelada. Se diseñó en forma de arco triunfal con tres puertas de acceso, la central para carruajes y las dos laterales para peatones. La puerta central se ha tapiado dejando sólo una entrada.

            En 1472, el rey Enrique IV le concede el título de Ciudad a Medina Sidonia. A esta época medieval corresponden trozos de muralla. El muro que rodeaba la vieja ciudad tenía cuatro puertas, una desaparecida, la de Jerez, y tres existentes: la del Sol, la Pastora y Belén.

De las tres puertas con que contaba la ciudad de Tarifa la única que se conserva es la llamada Puerta de Jerez que daba acceso desde el norte a la población. La Puerta de Jerez fue construida en el siglo XIII, probablemente en el tiempo en la ciudad estaba bajo el control benimerí. Hoy día ha perdido su carácter de acceso pero es la única de todas las mencionadas que mantiene su estructura externa prácticamente sin alteraciones, siendo todo un emblema de la ciudad.

Todas estas puertas fueron, en su momento, un lazo de unión de Jerez con sus poblaciones vecinas. Algo así es lo que se propone, desde la iniciativa privada, al ofrecer Jerez como opción alternativa cuando las condiciones meteorológicas hagan imposible el disfrute de las playas gaditanas. Abrir de nuevo estas antiguas puertas, que un día sirvieron para conectar Jerez con las localidades cercanas, y que hoy siguen siendo una invitación para todo aquel que quiera visitarnos.
 
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 30 de julio de 2017)
 
 
Puerta de Jerez sevillana de mediados del siglo XIX


 
Postal antigua de la Puerta de Jerez de Tarifa.
 
Grabado de la entrada a Sevilla por la Puerta de Jerez originaria.