Para los jerezanos siempre
es motivo de alegría encontrarnos referencias a nuestra tierra en otras
localidades. El verano es propicio a los desplazamientos y no es de extrañar
que en una de nuestras visitas turísticas nos encontremos el nombre de Jerez en
el lugar más insospechado, principalmente por la fama universal de nuestros
vinos pero también por cuestiones históricas de lazos comunes o de cercanía.
Uno de los casos concreto que se repite en ciudades cercanas es el nombre de
Puerta de Jerez. La más conocida es la Puerta de Jerez de Sevilla, uno de los
accesos con los que contaban las murallas de Sevilla, y
que debía su nombre al camino que de ella surgía en dirección a Jerez de la Frontera, producto de la ampliación
del recinto amurallado que llevó a cabo el sultán Ali ibn Yusuf en el periodo
almorávide de la ciudad. Dicha puerta fue derribada en el año 1846 y, en su
lugar, se levantó otra de carácter monumental de estilo neoclásico,
que fue también derribada junto a los paños de muralla colindantes en 1864 a consecuencia de la urbanización y nuevo
ensanche de la ciudad llevado a cabo en el siglo XIX.
La
conocida como Puerta de Jerez de la villa de Rota estaba situada en la calle
Almenas, pertenecía al recinto amurallado de Rota que corría sobre barrancos
colindantes con el mar, quedando actualmente algunos elementos como las puertas
de la villa. La Puerta de Jerez estaba en el muro de levante, desaparecida
totalmente, conserva un resto de muralla que puede señalar el arranque de la
puerta.
En 1298 Guzmán el Bueno, a fin de asegurar su protección construye cuatro puertas de acceso a Sanlúcar
de Barrameda. Entre las puertas la de Jerez resultó ser la más importante y
prácticamente la única que se conserva parcialmente. Tenía dos torres
laterales. Una de ellas fue utilizada para la iglesia de San Miguel, la otra
fue desmantelada. Se diseñó en forma de arco triunfal con tres puertas de
acceso, la central para carruajes y las dos laterales para peatones. La puerta
central se ha tapiado dejando sólo una entrada.
En 1472, el rey Enrique IV le
concede el título de Ciudad a Medina Sidonia. A esta época medieval
corresponden trozos de muralla. El muro que rodeaba la vieja ciudad tenía
cuatro puertas, una desaparecida, la de Jerez, y tres existentes: la del Sol,
la Pastora y Belén.
De
las tres puertas con que contaba la ciudad de Tarifa la única que se conserva
es la llamada Puerta de Jerez que daba acceso desde el
norte a la población. La Puerta de Jerez fue construida en el siglo XIII, probablemente en el tiempo
en la ciudad estaba bajo el control benimerí. Hoy día ha perdido su carácter de
acceso pero es la única de todas las mencionadas que mantiene su estructura
externa prácticamente sin alteraciones, siendo todo un emblema de la ciudad.
Todas
estas puertas fueron, en su momento, un lazo de unión de Jerez con sus poblaciones
vecinas. Algo así es lo que se propone, desde la iniciativa privada, al ofrecer Jerez como opción alternativa cuando las
condiciones meteorológicas hagan imposible el disfrute de las playas gaditanas.
Abrir de nuevo estas antiguas puertas, que un día sirvieron para conectar Jerez
con las localidades cercanas, y que hoy siguen siendo una invitación para todo
aquel que quiera visitarnos.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 30 de julio de 2017)
Puerta de Jerez sevillana de mediados del siglo XIX |
Postal antigua de la Puerta de Jerez de Tarifa. |
Grabado de la entrada a Sevilla por la Puerta de Jerez originaria. |
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