Cuentan
las crónicas que en 1593 había quedado suprimido en Jerez el llamado Hospital
de la Misericordia, situado muy cerca de la iglesia parroquial de San Dionisio.
En ese lugar se estableció el convento de la Concepción que continuó abierto
hasta el año 1868 en que fue cerrado por orden de la Junta Revolucionaria. Este
convento Concepcionista tenía su entrada por la actual calle Misericordia, tras
San Dionisio. En el mismo año de 1868 se derriba iglesia y convento, parte de
sus solares sirvieron para la construcción de viviendas y almacenes y otra parte fue convertida en 1890 en plaza
ajardinada, la actual plaza del Progreso. En
otro punto de la ciudad, en el corazón del antiguo barrio de la Albarizuela,
junto a donde estuvo emplazado el viejo cementerio judío, se encuentra la
popular capilla del Refugio de Ntra. Sra. de los Desamparados. Fue erigida por
la hermandad de la Santa Misericordia y Nuestra Señora del Refugio sobre el
solar de otra capilla de 1604.
La misericordia es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y
miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado,
especialmente en el perdón y la reconciliación. Es más que un sentimiento de simpatía, es una práctica. En el cristianismo es uno de los principales atributos divinos. La misericordia es también
un sentimiento de pena o compasión por los que sufren, que impulsa a ayudarles o aliviarles; en determinadas
ocasiones, es la virtud que impulsa a ser benévolo
en el juicio o castigo. Su etimología, del latín misere (miseria, necesidad), cor, cordis (corazón) e ia (hacia los
demás); significa tener un corazón solidario con
aquellos que tienen necesidad.
El 23 de mayo del 2000 un decreto establece, por
indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia en el segundo
domingo de Pascua. Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor
Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de
Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación
perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia
divina, las dificultades y las pruebas que esperan al género humano en los años
venideros».
Este año ese día es el 28 de abril, el mismo
domingo que el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado a
los españoles a las urnas para elegir un nuevo parlamento nacional. Será el
momento de oír la voz de los ciudadanos y de cómo apliquen las urnas la
misericordia a la clase política. Obras de misericordia
espirituales son enseñar al que no sabe, corregir al que se
equivoca y dar buen consejo al que lo necesita. Enseñar al que no sabe y dar
buen consejo al que lo necesita es misión principal de los candidatos, corregir
al que se equivoca lo dirá el resultado electoral. Lo deseable es que el
resultado de la convocatoria electoral sea justo y misericordioso con España,
que es decir con la nación inquebrantable y con lo que desean la mayoría de los
españoles, sin olvidar que, para crear
una sociedad con corazón solidario, es primordial atender a los que más
necesitan del apoyo social.
Ante las
incertidumbres que ocasiona esta convocatoria electoral y frente
a tantos enfrentamientos como hemos visto últimamente quizás esta coincidencia
de elecciones en el domingo de la Misericordia puede ser una llamada a la
reflexión.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 17 de febrero de 2019 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Capilla del Refugio de Nuestra Señora de los Desamparados, erigida por la Hermandad de la Santa Misericordia. |
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