La
Batalla de Santiago o del Puerto de Santiago fue un
enfrentamiento militar en el puerto de Santiago de la Buena Esperanza,
Manzanillo (México), entre las tropas españolas con guarnición en Colima
comandadas por el capitán Sebastián Vizcaíno y piratas holandeses comandados
por Joris van Spilbergen en agosto de 1615, pues estos intentaban hacerse de
provisiones en la costa.
La
otra batalla de Santiago, en este caso
de Santiago de Cuba tuvo lugar entre julio y diciembre de 1741, y fue
uno de los decisivos enfrentamientos de la guerra del Asiento, que enfrentó a
las fuerzas coloniales de España y Gran Bretaña a mediados del siglo XVIII. La
expedición inglesa que trataba de capturar la ciudad de Santiago de Cuba fue
derrotada por las tropas españolas mandadas por el gobernador de Santiago, don Francisco
Caxigal de la Vega.
La Batalla del 30 de Marzo o también
llamada Batalla de Santiago fue
la segunda batalla posterior a la Guerra de la Independencia Dominicana y se
libró el 30 de marzo de 1844, en Santiago. Una fuerza de algunas tropas
dominicanas, una parte del ejército del norte, encabezada por el general José
María Imbert, derrotó a un ejército superior en número de tropas del ejército
haitiano.
Como
Batalla de Santiago se bautizó,
además, a las protestas celebradas los días 2 y 3 de abril de 1957 en la ciudad
de Santiago de Chile, y que terminaron en enfrentamientos con la policía que
dejaron una veintena de muertos, por las cuales el Gobierno de Chile declaró
Estado de Sitio y sacó al ejército a la calle.
Por
último la Batalla de Santiago, es el nombre tradicional que recibió el partido
entre Chile e Italia, durante la Copa Mundial de Fútbol de 1962, ya que en la previa hubo críticas de
la prensa de un país hacia el otro y eso generó tan mal clima, que provocó que
el partido fuera más una batalla campal que un encuentro deportivo.
En
Jerez tenemos también nuestra particular Batalla de Santiago, una batalla entre
las administraciones y un valioso templo que parece que en estos días va tomado
nuevos derroteros.
En
esta semana hemos leído en los medios de comunicación como la
Junta de Andalucía ha visto arrebatado su control de la iglesia de Santiago del
Real y del Refugio, de Jerez, ante la paralización de las obras de
consolidación que asumió cuando el templo tuvo que ser cerrado por ruina.
Comprometida con los trabajos de emergencia, éstos han quedado sin concluir,
paralizados por la falta de inversiones en la rehabilitación, con este espacio
religioso pasto de los expolios y generándose un millón de euros más de los
previstos inicialmente fruto del abandono.
La
ausencia de actuaciones y también de entrega del edificio para que otras
instancias puedan intentar salvarlo ha provocado la decisión del Ayuntamiento
de declarar la caducidad de la licencia de obras concedida para ello a la
administración autonómica. El Obispado de Jerez ha actuado en consecuencia
y ha ocupado estos días el templo. Una
nueva batalla ganada a favor del templo de Santiago pero la guerra sigue sin
concluir, ahora hay que hacer nuevos frentes hasta conseguir la reapertura.
La
Batalla de Santiago de Jerez por su supervivencia puede que quede en las
enciclopedias por cuánto costó librarla, mientras tanto se siguen reclutando
fuerzas que ayuden a una nueva victoria, no la de la Porvera, que esa Victoria
ya está conseguida, sino la que haga posible un tiempo de paz y prosperidad
para un templo cansado de tantas luchas.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 9 de junio de 2013 y ayer en VIVA JEREZ).
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