En
1284 la ciudad de Hamelín estaba infestada de ratas. Un buen día apareció un
desconocido que ofreció sus servicios a los habitantes del pueblo. A cambio de
una recompensa, él les libraría de todas las ratas, a lo que los aldeanos se
comprometieron. Entonces el desconocido flautista empezó a tocar su flauta, y
todas las ratas salieron de sus cubiles y agujeros y empezaron a caminar hacia
donde la música sonaba. Una vez que todas las ratas estuvieron reunidas en
torno al flautista que se dirigió hacia el río Weser y las ratas, que iban tras
él, perecieron ahogadas. Cumplida su misión, el hombre volvió al pueblo a
reclamar su recompensa, pero los aldeanos se negaron a pagarle. El cazador de
ratas, muy enfadado, abandonaría el pueblo para volver poco después, en busca
de venganza.. Esta vez fueron los niños, los que le siguieron al compás de la
música, y abandonando el pueblo los llevó hasta una cueva. Nunca más se les
volvió a ver. En otras versiones, el flautista retorna a los niños una vez que
los aldeanos le pagan lo que le prometieron, o en ocasiones hasta más.
Jerez
también posee su pequeño Hamelín, una zona entre la calle Vid, frente al
convento de las Madres Agustinas, la calle Juana de Dios Lacoste frente al
colegio del Salvador y el antiguo Cine Astoria. Un lugar donde estuvo la Bodega
de Antonio Parra Guerrero, dueño y
fundador de las bodegas Parra Guerrero, donde se elaboraron caldos de alta
calidad, en especial el Brandy Rey Sol y donde gozó de cierta fama el popular
Tabanco del Duque. En estos días los vecinos que viven cerca de este lugar han
hecho saltar la voz de alarma por la cantidad de ratas que merodean por los
ruinosos restos de la bodega y del conocido tabanco. Los vecinos han alertado
de la proliferación en estos últimos días de “ratas como gatos”. Sería uno más
de los casos de parcelas del centro histórico repletas de “inmundicias” si no
fuera por el hecho de que se ubica a pocos metros de la Escuela Infantil El
Salvador.
El Ayuntamiento ha visitado la zona
denunciada para coordinar las labores necesarias destinadas a solventar la
presencia de roedores. En la visita se ha dado orden de realizar la
desratización del solar en colaboración con los técnicos de prevención de la
empresa Tarje. La delegada de Medio Ambiente ha señalado que comprende la alarma
que se ha despertado entre los vecinos y ha destacado que “quiero hacer un
nuevo llamamiento a la colaboración ciudadana, ya que el solar se encuentra
lleno de basuras, y eso es alimento para las ratas. A las personas
desaprensivas que dejan sus bolsas de basura o desperdicios abandonados en un
solar quiero recordarles que los perjuicios de sus acciones van para sus
conciudadanos, por lo que es necesario que haya una concienciación general para
evitar la proliferación de roedores o de insectos”.
La historia del flautista de Hamelín nos habla sobre la desconfianza y la
confianza, la necesidad y la dependencia, la venganza, el engaño, la avaricia,
la auto complacencia y el miedo. Todo
ello nos hace ver las consecuencias que puede acarrear el que una de las partes no cumpla con lo acordado. El Ayuntamiento
va a colaborar para solucionar el problema pero la colaboración ciudadana también es necesaria. La moraleja
del cuento nos enseña la importancia de cumplir lo que se promete y en esto del
casco histórico hay muchas promesas que cumplir y no solo por parte del
Ayuntamiento.
(Artículo publicado el pasado domingo 1 de diciembre de 2013 en Información Jerez y ayer en VIVA JEREZ)
No hay comentarios:
Publicar un comentario