La plaza Aladro ha sido noticia esta
semana. Finalmente será allí donde se inicie, a partir del próximo año, la
Carrera Oficial de las cofradías que realizan su Estación Penitencial en la
catedral jerezana durante la Semana Santa. Han sido meses de estudios y
propuestas, de encuentros y desencuentros, de dimes y diretes; en los que
muchos han opinado pero solo unos pocos sabían con conocimiento de causa lo que
era viable y lo que no, lo que podía ser beneficioso para la mayoría y lo que,
por cuestiones que solo el que está metido en el fregado sabe, era imposible de
llevar a cabo.
La coqueta y a su vez señorial plaza
Aladro, de la que dijo el poeta que es un lugar para la armonía perfumada de la
flor, para la verde esperanza de las ilusiones, para la brisa paseantes de los
atardeceres, un jardín soñador que Jerez creó para el feliz recreo del espíritu,
se verá aún más embellecida cuando el arte incomparable de nuestros cortejos
procesionales se recorten sobre su frondosa arboleda o se enmarquen en las
nobles fachadas del antiguo palacio del
marqués de la Montana, la muestra más monumental y elaborada de la
arquitectura civil jerezana del siglo XVIII.
El cartel de la Semana Santa de los próximos años está ya servido.
Cuentan los
historiadores que Juan Pedro movió cielos y tierras para la autonomía total
de Albania, logrando que en 1899 se le reconociera su autoridad siendo
proclamado rey por el partido nacional albanés, a la espera de la independencia
de ese país. Se entrevistó con cuantas autoridades y soberanos de Europa pudo,
que le prometieron su ayuda para que los albaneses se rebelaran contra la
soberanía turca. Convirtiéndose en personaje molesto no sólo para los turcos
sino también para cuantos querían imponer sus criterios sin potestad alguna
para ello.
Parece que el
mismo espíritu de Aladro, de este gran Juan Pedro, diplomático y luchador,
jerezano singular, defensor y generoso, se ha vuelto a hacer presente ahora para que el inicio de la Carrera Oficial, ese
lugar de privilegio, donde tantos jerezanos aspiran a tener su asiento, se
implante junto a la que fue su fastuosa residencia y en la plaza que lleva su
nombre.
El próximo año la
plaza Aladro se incorpora, con todos los honores, a la Carrera Oficial. En una
semana tan fascinante como la vida de este jerezano, diplomático que aspiró,
como otros aspiran hoy, a la independencia de los suyos frente a los grandes
poderosos.
Fotografía antigua de la fachada correspondiente a la plaza Aladro del antiguo palacio del marqués de la Montana, posteriormente de Domecq. |
Postal del ayer de la plaza Aladro hacia la zona donde, desde la Semana Santa del próximo año, se iniciará la Carrera Oficial. |
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