lunes, 31 de julio de 2017

MESAS DE ASTA


 
 
 
La barriada rural de Mesas de Asta, situado a unos 11 kilómetros al norte del centro de Jerez, ha venido celebrando desde el pasado viernes su anual verbena con una amplia programación de actividades para todas las edades. Estas fiestas, que tan intensamente viven sus vecinos, es una grata oportunidad para visitar este cercano núcleo jerezano cuyo nombre procede de la unión de Mesa, colina aplanada, y Asta, por Asta Regia, la antigua ciudad de origen tartésio que se ubicaba en ese mismo lugar.

Acercarse a Mesas de Asta estos días es también una invitación a conocer sus afamados yacimientos arqueológicos, muchas de cuyas piezas se muestran actualmente en Museo Arqueológico de Jerez gracias al encomiable trabajo realizado en Asta Regia por el profesor Manuel Esteve. Parece ser que este lugar fue un asentamiento fundado por los tartesios. Incluso existen estudios que sugieren la posibilidad de que hubiese sido la Atlántida, al encontrarse en una zona inundable entre las desembocaduras de los ríos Guadalquivir y Guadalete. Los actuales vecinos de Mesas de Asta son los herederos de aquellos campesinos de los cortijos cercanos que fijaron su residencia en este sitio, escasamente habitado desde el siglo XI[], en la pasada década de los cuarenta, formando el actual núcleo urbano.

Además de su importancia arqueológica Mesas de Asta es una población que posee el encanto que la da sus blancas casas, alineadas en sus rectas y luminosas calles. Una de sus calles, la que se sitúa junto a la iglesia, lleva por nombre Padre Fidel, en recuerdo de quien durante muchos años fuera párroco del pueblo, el sacerdote Fidel de Sagarna Uriarte. Llegó a Mesas de Asta el 8 de mayo de 1970 y cuentan los que le conocieron que era tan desprendido con sus feligreses que llegó incluso a regalar su coche y hasta su casa para vecinos con más necesidades que él, motivo por el cual tuvo que venirse a vivir a Jerez concretamente a uno de los pisos que posee el obispado en la parroquia de San Pedro, desde donde iba y venía todos los días a la barriada. Allí lo conocí, encontrando en él a un hombre afable tan vasco como entregado a sus semejantes. Don Fidel, tras más de cincuenta años de servicio ministerial en Jerez, falleció, en octubre del año 2009, a los 85 años de edad, en su localidad natal de Zeanuri, en Vizcaya, donde llevaba una década retirado tras su intensa vida de sacerdocio. Otra de sus calles lleva el nombre de la Madre María Luisa Diez Sutil, también de grato recuerdo, signo de la importante labor realizada por la Iglesia en la barriada.

En el año 2000 la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía declaró Bien de Interés Cultural el yacimiento de Asta Regia, que es considerado el origen de Jerez. Sin embargo, desde entonces el ente autonómico no ha realizado actuaciones en el yacimiento, estando aún sin delimitar y afectando negativamente al Plan Especial local para la legalización de las viviendas. Voces de todo tipo vienen solicitando a la administración que ponga los medios necesarios para que esta antigua colonia romana se saque a la luz por su valor patrimonial y turístico, algo que supondría un importante revulsivo para toda la zona. El día que, por fin, llegue esa recuperación habrá también que celebrarlo y no sólo por los vecinos de Mesas de Asta.
 
 (Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 23 de julio de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
 
 
 
 
 

Excavaciones realizadas en el yacimiento de Asta Regia en la pasada década de los años cuarenta.

 

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