Los mundos de Yupi fue una serie de televisión infantil emitida por Televisión Española entre el 18 de abril de 1988 y marzo de 1991. El espacio sustituyó a Barrio Sésamo y su formato era idéntico a este. Los personajes principales de la serie
eran Yupi y Astrako, una pareja
de extraterrestres. Debido a unos desperfectos en la nave espacial en la que
viajan a través del espacio, Yupi y Astrako, procedentes del planeta Tacatón,
se ven obligados a aterrizar en la Tierra, en el barrio de una
localidad en la que permanecerán a la espera de reparar la nave. Con el paso de
los años, la expresión popular "vivir en los mundos de Yupi" se ha
convertido en sinónimo de permanecer ajeno a la realidad, de no "no tener
los pies en el suelo".
Pues bien, imaginemos
que estamos en los mundos de Yupi y que un día nuestra nave aterriza en un
Jerez imaginario, en un barrio conocido por el santo de su templo principal, el
evangelista San Mateo, y que mientras se repara nuestra nave nos dedicamos a conocer
aquel entramado de calles moriscas de un barrio que en tiempos estuvo degradado
por el abandono más alarmante.
Nos bajamos junto a
la Puerta de Rota, la más importante que tenía la ciudad desde la reconquista,
donde murieron nueve caballeros jerezanos en su defensa. Dejando atrás esta
histórica puerta y recorriendo la calle San Blas son su curiosa estructura bodeguera llegar hasta el
palacio del Pantera, noble edificio donde se puede visitar el museo de la
ciudad que ocupa todo el espacio del palacio junto a los terrenos adyacentes,
en tiempos pertenecientes a otra mansión derruida, y que hoy han sido
aprovechados para este interesante museo que permite además desde su última
planta contemplar unas de las más bellas panorámicas de todo el Jerez morisco.
Saliendo del museo por la calle Cabezas, y tras contemplar la simbiosis
barroco- mudéjar del templo de San Lucas, adentrarnos de nuevo en el barrio por el entramado de las callejuelas Riquel y
Moral para llegar a la calle de la calle Liebre, larga y sinuosa, cuyo nombre
proviene de una antigua posada de igual nombre.
Seguimos callejeando por este viejo barrio tan
cuidado y bien conservado, con su unidad de estilo y formas que sigue
recordando, sin alteración alguna, el Jerez de la reconquista, vimos
posteriormente la plaza del Mercado donde estaba el corazón de la ciudad
antigua, el lugar donde se reunían mercaderes y se realizaban festejos por la
llegada de reyes, llena de historias de nobles blasones y leyendas de muerte
entre rincones malillos y ejecuciones de la Mano Negra, donde se unen los
recuerdos más gloriosos con los más fúnebres y tristes de la historia local.
Completando el recorrido con la visita al Museo Arqueológico, el de Bellas
Artes en el rehabilitado palacio de Riquelme, su hermoso y espléndido templo
gótico, distintos recintos bodegueros, tabancos y otros locales típicos de la
tierra. Nos fuimos dando un paseo junto a las recuperadas murallas que circunda
parte del barrio.
Desgraciadamente
esta historia es ficción, y el barrio de San Mateo es actualmente muy distinto
al de aquella visita. Los propios vecinos, porque no viven en los mundos de
Yupi, luchan por su recuperación y el Ayuntamiento parece que, por fin, va a
poner de su parte en darle a este barrio la importancia y prestancia que nunca
debió perder. Los mundos de Yupi, ajenos a la realidad de la
degradación del barrio de San Mateo, también deben ser ya parte de
nuestra historia.
(Artículo publicado en Información Jerez el pasado domingo 11 de agosto de 2013)
Barrio de San Mateo, pintura de Montenegro. |
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