July López emulando a Miguel Hernández
en “El tren de los heridos” escribió: “Parad ese tren dijo Miguel no le
dejéis que siga su marcha, sus entrañas van llenas de escarcha y a su lado la
muerte va cruel. Parad ese tren, lloran los vientos y los cuerpos se colman de
llagas porque viajan a cientos las plagas, van llenando el camino en lamentos. A
ese tren le persigue la historia, sus vagones ya llevan tormento y cabalga en
letal desaliento porque viaja sin nada de gloria. Id, paradlo no dejéis que
siga pues camina con muerte traidora, corre raudo a su fin sin demora y la
parca al caballo fustiga”.
El accidente
ferroviario de Galicia nos ha conmovido a todos, la fecha del 24 de de julio de
2013 quedará marcada como uno de los días más trágicos de nuestra historia
reciente. La magnitud de la tragedia nos ha hecho presente aquel otro accidente de tren de las
proximidades de El Cuervo ocurrido el 21 de julio de 1972 y que nos llegó aún
más cercano porque varias familias jerezanas perdieron a sus seres queridos. El ferrobús que hacía el trayecto
Cádiz-Sevilla con 200 pasajeros y cuatro vagones, salió de la estación de El
Cuervo, a pesar de que las señales se lo prohibían, chocando a los pocos
minutos de manera frontal con el tren expreso Madrid-Cádiz, con 500 pasajeros,
un convoy con 14 coches tirados por una máquina diesel. Nueve
fueron los jerezanos víctimas de la catástrofe, todas ellos avecindados en la
ciudad.
En el accidente de
Galicia, aunque todo apunta a una imprudencia del maquinista no se descarta
algún fallo técnico que impidiera la reducción de velocidad, habrá, por tanto, que esperar el resultado de las
investigaciones. Ahora, lo más llamativo y loable, y así se recoge por todos
los medios de comunicación, son los gestos de solidaridad del pueblo gallego y
de todos los que, de una forma o de otra, se han ofrecido voluntariamente a
colaborar, los profesionales de los servicios de emergencias, hosteleros, la
multitud de donantes de sangre y de manos extendidas al servicio de una causa
común ha sido de una generosidad sin límites.
Ahora
ha sido Galicia y hace 41 años fue Jerez y los pueblos de alrededor de El Cuervo
los que dieron muestra de solidaridad. La historia se repite y casi en las
misma circunstancias pero, afortunadamente, la solidaridad sigue existiendo y
allí donde surge la tragedia siempre hay miles de hombres y mujeres dispuestos
a colaborar voluntariamente en todo lo posible para combatir los efectos
devastadores de un accidente de tal magnitud.
El 23 de septiembre
del año 1829 se publica la Real Orden que aprueba el Ferrocarril entre Jerez y
el Portal primer proyecto de ferrocarril de España. Desde entonces a los
jerezanos nos llega muy de cerca todo lo concerniente al ferrocarril y en esta
última tragedia no podía ser menos. Hoy
los españoles, entre la desolación, el inmenso dolor y la rabia, porque al
igual que el ocurrido en El Cuervo, siempre queda el hecho de que pudo haberse
evitado, nos queda el orgullo y la satisfacción de haber comprobado, una vez
más, la enorme calidad humana que aún sigue llenando España.
El tren no se pudo
parar, como pedía Miguel Hernández, pero tampoco se pudo parar la entrega del pueblo
español que se hace grande ante la adversidad. Esta vez el camino de Santiago ha
sido, más que nunca, el camino de la solidaridad y el amor.
Fotografía del accidente ocurrido en la inmediaciones de El Cuervo en el año 1972. La Estación de Ferrocarril de Jerez en una estampa del ayer. |
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