Cáritas
Diocesana de Asidonia-Jerez celebrará los próximos días 13, 14 y 15 de
marzo la X Semana de la Pobreza y Exclusión bajo el título "El modelo
económico: ¿para construir igualdad?".
Cada
vez que se habla de la Iglesia y la pobreza surge la cuestión: Si la
Iglesia posee tesoros ¿por qué no los vende y ayuda a los pobres?. Los "tesoros" -como los llaman- son un tesoro cultural,
espiritual, histórico, pues se trata de iglesias, imágenes, cuadros, frescos,
cálices, ornamentos,… Esos "tesoros", compuestos en gran medida por
donaciones, son de todos los fieles y están dedicados, mayormente, al culto
divino en iglesias o expuestos en museos que conservan el patrimonio cultural
de dos mil años de cristianismo. La Iglesia para dar culto a Dios necesita
templos, altares… Para ayudar a la piedad necesita imágenes, libros… Para
enseñar los valores cristianos necesita escuelas, universidades… La tan
vapuleada riqueza está compuesta por cosas que no se guardan con avaricia, sino
que se usan en el ejercicio de la misión de la Iglesia. La historia es parte de
nuestro ser: a través de la obra de quienes nos precedieron -su arte, trabajo,
etc.- entramos de alguna manera en comunión con ellos. Necesitamos permanecer
unidos a nuestras raíces, a nuestros antepasados en la fe… y el cuidado de lo
que nos legaron cumple una misión muy importante al respecto.
Los museos eclesiales, como los que en estos últimos años se están
abriendo en Jerez, muestran que la Iglesia siempre ha fomentado la cultura y
todas las manifestaciones del espíritu humano, llegando a ser en ciertos casos
la mejor protectora del arte, la ciencia y la cultura. La historia humana le
debe mucho al respecto, ya que ha protegido el patrimonio cultural de las
ochenta generaciones que nos separan de la época de Cristo. Los bienes que
causan tanto escándalo son una propiedad legítima de una institución con más de
dos mil años de historia. Si bien su fin es espiritual -la salvación de las
almas-, ninguna institución con fines temporales podría haber representado
tanto bien desde el mero punto de vista humano. No hay que olvidar quién
"inventó" los hospitales y universidades. Quién promovió la educación
a través de los siglos. Quién luchó contra la esclavitud. Quién se ha dedicado
a atender a los minusválidos, a los huérfanos, inmigrantes, moribundos,
leprosos, chicos de la calle… Quién atiende la mitad de los enfermos de SIDA
que hay en el mundo…
Del presupuesto anual de la
Santa Sede sólo en el Óvolo de San Pedro son ya muchos millones los que se
destinan enteramente para obras de caridad y para ayudas a los más necesitados.
Hace unos años se hablaba de que un 30% de los ingresos brutos del Estado de la
ciudad del Vaticano eran para obras sociales
y a esto sumémosle los millones que instituciones católicas (muchas
pertenecientes a Conferencias Episcopales) dan para fines caritativos y a los países
pobres. Es difícil encontrar hoy una institución que haga más por los pobres
que la Iglesia Católica. La lista de las labores asistenciales de la Iglesia
Católica es realmente impresionante.
Todo ello lo ha defendido muy claramente
el argentino Eduardo Volpacchio en uno de sus elocuentes artículos. Usar a los pobres para atacar a la Iglesia es, al menos, una
broma de mal gusto… Y más todavía que sea hecho por quienes nunca han hecho
nada por ellos.
(Artículo que publiqué en INFORMACIÓN JEREZ el pasado domingo 12 de marzo de 2017 y al día siguiente en VIVA JEREZ)
Año 1957. Entrega de regalos a familias pobres de Jerez por parte de antiguos alumnos salesianos. |
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