jueves, 17 de noviembre de 2011

LA BODEGA DE BACO


En estos días un accidente en la estructura del edificio ha traído a la actualidad la bodega del Dios Baco, situada junto a la iglesia de los Descalzos. Este complejo bodeguero debe su nombre a la estatua que corona la fachada que se ofrece a la calle Medina.
            Baco era el dios griego del vino y la historia demuestra que su culto tuvo un origen extranjero, oriental probablemente, como parecen indicarlo las desenfrenadas orgías báquicas. Las bacanales eran las celebraciones religiosas en honor del dios Baco que, de danzas apoyadas en instrumentos rítmicos y de percusión, degeneraron pronto en exaltaciones orgiásticas que sólo por su origen y denominación tenían ya algo que ver con su procedencia religiosa. Por ello no es de extrañar que la virtuosa dama jerezana doña Carmen Núñez de Villavicencio, marquesa de Domecq D'ustaín, benefactora de fundaciones benéficas y educativas, llevada por su condición cristiana y piadosa, mandase quitar esa estatua del fundador de las bacanales de su bodega y en su lugar levantar uno de sus tantos monumentos al Sagrado Corazón de Jesús. La firma Palomino y Vergara, por contra, la mantuvo sobre el frontón de la bodega de su propiedad, aquella que en 1848 se había edificado sobre los terrenos que en tiempo fueron parte del convento de franciscanos descalzos patrocinado, en su fundación, por el veinticuatro de Jerez, don Pedro Fernández de Laiguarda.

Cuentan que en una de las visitas pastorales del cardenal Segura a Jerez, tras bajarse en la estación de tren y pasar por delante de esta deidad con su manto y su copa en mano, la confundió con una Virgen con un cáliz, mostrando su total disconformidad a tal representación pues la Iglesia no otorga condición de sacerdotisa a María.
            La bodega de Baco es de las más ricas en ornamentación de fachada de las bodegas jerezanas, forma un armonioso conjunto con el templo colindante y con cuantos cascos bodegueros la circundan. Cuando se enriquecía con más de cinco mil botas daba gusto pasar, entre naranjos, por delante de su fachada, saboreando el olor a fino de calidad y contemplando esas típicas mesitas y sillas andaluzas que invitaban a sentarse mientras se degustaba una muestra de cuanto tesoro líquido allí se criaba.

Hoy lo poco de crianza que le quedaba a todo el complejo bodeguero de Dios Baco se ha venido abajo, en poco tiempo serán trasladadas las botas de Páez Morilla y la techumbre más afectada, con 150 años de historia, teja a teja, tendrá que ser demolida. Y mientras tanto Baco, hijo de Zeus y Semele, seguirá levantando su copa, cansado por los años, exiliado por sus devaneos y hasta perfumado por los últimos vinos derramados en una de sus bodegas. Cuenta la mitología que Zeus le llevó unido a su propio muslo desde su nacimiento hasta que alcanzó la madurez, momento en que comenzó a vagar por la Tierra donde introdujo el cultivo y el uso de la viña entrando en Europa por Tracia.
              No sabemos si llegó a Jerez y por donde entró, quizás por el mismo sitio que el cardenal Segura para quedarse en la bodega donde hoy está y de vez en cuando desparramar sus vinos como en una de aquellas bacanales que se hacían en su honor, lo cierto y verdad es que su estatua de la calle Medina sigue mostrando majestad, la misma majestad que dudó su madre tuviese su esposo Zeus, incertidumbre que le costó la vida.

La historia de Jerez, también está unida al muslo bodeguero de sus caldos, por eso cada vez que una bodega se viene abajo se arranca una página de historia de la ciudad, se borran para el futuro catedrales hechas para el producto de aquellas viñas que trajera un día el hijo de Zeus desde los confines del Olimpo. Un producto que ahora se pone en entredicho y que tanta riqueza y gusto al paladar ha otorgado durante siglos. Un sabor que necesita ser protegido y apoyado, tanto o más que esas bodegas que son la arquitectura determinante de la estructura urbana de Jerez.
(Artículo publicado en Información Jerez el 21 de julio de 2007. El potencial bodeguero de Jerez es un valor en alza, el pasado sábado se reabrió a las visitas turísticas la bodega Díez-Mérito)

Dibujo antiguo de las bodegas Palomino & Vergara. A la izquierda la bodega de Baco y la iglesia de los Descalzos.


Postal antigua de la bodega de Baco, perteneciente entonces a la firma Palomino y Vergara

Patio de la bodega Palomino y Vergara en una imagen de otros tiempos, para situarnos vemos detrás la Estación de Ferrocarril. Este lugar en la actualidad se encuentra rodeado de bloques y lleva por nombre plaza de la Virgen de la Amargura

Otro rincón de la actual plaza de la Virgen de la Amargura, tras la bodega de Baco, cuando este espacio formaba parte de la bodega Palomino y Vergara y aún no se había construido al fondo la barriada Pio XII. 

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